El trastorno de identidad disociativo (TID), anteriormente llamado trastorno de personalidad múltiple o trastorno de personalidad dividida, es un trastorno del desarrollo postraumático complejo que afecta aproximadamente al 1% de la población general.
Una persona con TID se presenta con identidades diferentes. La persona a menudo no sabe que existen estas otras identidades y es incapaz de recordar lo que sucedió cuando otra identidad estaba en control. Pueden encontrarse con personas que los conocen pero a quienes no recuerdan haber conocido, encontrar cosas que compraron sin recordar, no saber cómo llegaron a un lugar o experimentar una sensación de amnesia o pérdida de tiempo.
DID es casi siempre el resultado de un trauma infantil. Si bien siempre se desarrolla durante la niñez, puede comenzar a manifestarse en la edad adulta, generalmente como resultado de situaciones de estrés o factores desencadenantes.
Siga leyendo para obtener más información sobre las causas del TID.
De acuerdo con la Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, Quinta Edición (DSM-5), el TID es una afección de salud mental en la que una persona tiene dos o más identidades distintas que alternan la apariencia o el «control». Cada uno tiene su propio sentido de sí mismo y sentido de agencia, afecto (expresión externa de emociones), comportamientos, conciencia, memoria, percepción, cognición y/o funcionamiento sensorio-motor. Estas diferencias son a veces, pero no siempre, observables para otros.
Una persona con TID normalmente no recuerda lo que ocurrió cuando se presentaba otra identidad. La persona tendrá lapsos de tiempo perdido, siendo incapaz de recordar eventos y otros detalles que ocurrieron durante esos tiempos.
Si bien es posible que la persona con TID no recuerde después de que otra identidad se haya hecho cargo, las otras identidades tienen su propia agencia (actuando de manera independiente y tomando sus propias decisiones), voluntad y perspectiva.
¿Cuáles son los síntomas del trastorno de identidad disociativo?
Las personas con TID pueden mostrar síntomas asociados con el estado de ánimo, la ansiedad y la personalidad.
Algunos síntomas de TID pueden incluir:
- Incapacidad para recordar gran parte de la infancia.
- Episodios de pérdida de memoria o «tiempo perdido», por ejemplo, encontrarse en un lugar al que no recuerdan haber ido, o en posesión de artículos que no recuerdan haber comprado.
- Retorno repentino de recuerdos (flashbacks)
- Períodos de sentirse desconectado o «desapegado» de su cuerpo y pensamientos o tener experiencias fuera del cuerpo
- Alucinaciones (experiencias sensoriales que no se basan en la realidad)
- Diferencias en la escritura a mano de una época a otra
- Cambios en los niveles de funcionamiento
- Pensamientos o acciones de suicidio o autolesión
Otros síntomas y condiciones asociados con TID incluyen:
- Depresión
- Cambios de humor
- Ansiedad y síntomas y condiciones relacionados
- Trastornos de la alimentación
- Dificultades para dormir
- Dolores de cabeza y de cuerpo
- Disfunción sexual
¿Qué causa el trastorno de identidad disociativo?
El TID casi siempre se asocia con traumas infantiles recurrentes, como abuso o negligencia. Un estudio mostró que el 86 % de la muestra de personas con TID informaron antecedentes de abuso sexual.
Algunos factores que se cree que están involucrados en el desarrollo de DID incluyen:
- Trauma infantil grave y recurrente, incluido el abuso físico, emocional o sexual
- La falta de recursos seguros y enriquecedores para responder y manejar el trauma.
- La capacidad del niño para disociar fácilmente
- La disociación, o «escisión», como mecanismo de defensa contra el trauma y habilidad de supervivencia
Un niño que experimenta un trauma continuo puede decirse a sí mismo: «Ese no soy yo, es otra persona» como respuesta al miedo abrumador que está experimentando. Esto separa estos pensamientos y sentimientos de sí mismos y los coloca en «alguien más», aunque ese otro individuo todavía sea parte de ellos.
El apego disfuncional a los cuidadores también puede contribuir al desarrollo de TID.
El apego desorganizado (en el que un bebé o un niño tiene miedo y busca consuelo y seguridad de un cuidador principal) o el trauma de la traición (en el que alguien en quien el niño confía les causa un trauma), pueden incitar al niño a disociarse como una respuesta adaptativa. Esta compartimentación le permite al niño mantener el apego a una persona abusiva o negligente que también es vital para su supervivencia y desarrollo.
¿Se puede desarrollar el TID en la edad adulta?
El TID casi siempre se desarrolla en la niñez, pero es posible que no se vuelva aparente o se manifieste como identidades múltiples hasta más tarde en la adolescencia o la edad adulta.
Teoría del modo
Las identidades disociativas pueden resultar de un desglose entre cómo se codifican los eventos experimentados (como parte de la memoria) y un sentido de propiedad de esos recuerdos. Diferentes identidades se apropian de estos recuerdos y cómo responden a ellos.
Cómo y por qué ocurren estas diferentes formas de codificación puede deberse a la teoría de que la personalidad se compone de «modos» que contienen representaciones o esquemas cognitivos, afectivos, conductuales y fisiológicos.
Estos modos influyen en cómo una persona responde a las demandas internas y ambientales. Por ejemplo, una mujer puede tener un modo de «madre» que determina cómo piensa, siente y experimenta cuando cuida a su hijo. También puede tener un modo de «jefe», un modo de «esposa», un modo de «hija» y otros modos que influyen en cómo se siente e interactúa en diferentes situaciones.
Por lo general, una persona puede incorporar todos estos modos en un «sistema de control consciente» que le da un sentido general de sí mismo. Al cambiar de modo, la mayoría de las personas aún conocen los otros modos y pueden aceptar que cada uno de estos modos se integra en lo que son como una sola persona.
DID puede surgir cuando estos modos se desconectan entre sí, creando bolsillos aislados más pequeños. Por ejemplo, los modos asociados a la familia, como madre y pareja, pueden desvincularse de los asociados al trabajo.
Esto crea múltiples sistemas de control consciente, cada uno con su propio aspecto del yo que se basa en los modos que lo componen. Esto entonces da lugar a distintas perspectivas en primera persona.
¿Se puede «falsificar»?
Existen teorías de que el TID podría ser causado por sugestión, fantasía o juego de roles. Estas teorías no están respaldadas por evidencia, y los investigadores del trauma desafían repetidamente este mito.
Diferencias cerebrales
Se ha descubierto que las personas con TID tienen algunas alteraciones en el cerebro morfología (medidas estructurales del cerebro como el volumen y la forma).
También se ha descubierto que la amígdala (parte del cerebro involucrada en la entrada y el procesamiento de las emociones) y el hipocampo (parte del cerebro involucrada en el aprendizaje y la memoria) se ven afectados en personas con TID. Los estudios también han demostrado una reducción en el funcionamiento y el flujo sanguíneo en el orbitofrontal corteza (el área frontal del cerebro) en personas con TID.
Las personas con TID también muestran volúmenes más pequeños en el parietal estructuras (ubicadas en la parte superior de la espalda del cráneo) involucradas en la percepción y la conciencia personal, y estructuras frontales involucradas en la ejecución del movimiento y el aprendizaje del miedo. Aumento de los tractos de materia blanca involucrados en la comunicación de información entre ciertas áreas del cerebro (somatosensorial áreas de asociación, ganglios basalesy el precuneo) también se han observado en personas con TID.
¿Cómo se asocia el trastorno de identidad disociativo con el trauma?
El DID está fuertemente asociado con el trauma infantil. Entre las personas con TID en los Estados Unidos, Canadá y Europa, alrededor del 90 % experimentó abuso y negligencia infantil.
Resumen
TID es una condición de salud mental en la que existen dos o más identidades dentro de una persona.
El TID casi siempre es una respuesta a un trauma infantil severo y continuo, como abuso o negligencia.
También se han observado diferencias cerebrales estructurales en personas con TID.
Una palabra de MEDSALUD
Si experimenta signos de TID, es importante que busque la ayuda de un proveedor de atención médica o un profesional de la salud mental. Obtener un diagnóstico preciso es el primer paso en el camino hacia la curación de su trauma pasado y el control de sus síntomas.