Criar a un niño con trastorno del espectro autista (TEA) puede ser muy costoso. El niño puede necesitar terapia para el habla o habilidades sociales, o un programa de campamento de verano especializado; también puede decidir que al niño bajo su cuidado le iría mejor en una escuela privada. Se estima que el costo de por vida de una persona con autismo promedia entre $1.4 millones y $2.4 millones, dependiendo de si la persona tiene una discapacidad intelectual.
Afortunadamente, hay subvenciones y becas disponibles para que las familias compensen los desafíos financieros que conlleva tener un hijo u otro miembro de la familia con autismo. Tienden a ser muy competitivos y muchos solo pagarán gastos específicos, generalmente facturados directamente al proveedor. Sin embargo, un número creciente de fundaciones están haciendo del autismo una prioridad para las subvenciones sin fines de lucro, lo que significa que las organizaciones locales que sirven a las familias tienen más posibilidades que nunca de recibir fondos.
Estos son los conceptos básicos sobre cinco organizaciones nacionales y regionales notables que otorgan subvenciones a las familias que tienen un hijo con autismo.
Antes de solicitar una subvención, asegúrese de que realmente la necesita: a veces, otras opciones son más fáciles de conseguir y ofrecen mejores servicios. Por ejemplo, es posible que una subvención para un campamento de verano no brinde tantos servicios como un programa de año escolar prolongado. Luego, lea atentamente las pautas de la subvención que le interesa para asegurarse de que los objetivos de la organización que la ofrece se alineen con las necesidades del niño bajo su cuidado.