Un trastorno de la personalidad es una afección de salud mental que involucra patrones nocivos duraderos de experiencia interna y comportamiento. Estos patrones fijos a menudo tienen un efecto negativo en la capacidad de una persona para funcionar en el trabajo, la escuela, las relaciones y otros aspectos de la vida diaria.
Según el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH), más del 9 % de los adultos estadounidenses cumplen los criterios de diagnóstico de un trastorno de la personalidad. Las personas con trastornos de personalidad del grupo B, el tipo más común, tienden a exhibir un comportamiento dramático, emocional y/o errático.
Los cuatro tipos de trastornos de personalidad del grupo B, que incluyen el trastorno histriónico de la personalidad (HPD), el trastorno antisocial de la personalidad (ASPD), el trastorno límite de la personalidad (BPD) y el trastorno narcisista de la personalidad (NPD). Este artículo discutirá estos tipos, incluidos sus rasgos, causas, diagnóstico y tratamiento.
Trastornos de la personalidad de los grupos A y C
Los 10 trastornos de personalidad en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, 5ª edición (DSM-5) se dividen en tres «grupos» (A, B y C) según los rasgos de personalidad desadaptativos o perjudiciales que tienden a tener las personas con cada trastorno.
Las personas con trastornos de personalidad del grupo A, trastorno de personalidad paranoide (PPD), trastorno de personalidad esquizoide (SPD) y trastorno de personalidad esquizotípico (STPD), tienen rasgos extraños y excéntricos.
Las personas con trastornos de personalidad del grupo C (trastorno de personalidad dependiente (DPD), trastorno de personalidad obsesivo compulsivo (OCPD) y trastorno de personalidad por evitación (APD)) tienen miedo y ansiedad excesivos.
Tipos
Trastorno límite de la personalidad
El trastorno límite de la personalidad implica un patrón de relaciones e imagen personal inestables, emociones abrumadoras e impulsividad. La DBP afecta aproximadamente al 1,4 % de la población adulta de EE. UU., aunque algunas estimaciones son mucho más altas. Alrededor del 75% de las personas diagnosticadas con TLP son mujeres.
Algunos de los signos y síntomas del TLP incluyen:
- Miedo intenso al abandono.
- Sentimientos crónicos de vacío.
- Ira inapropiada
- Auto-sabotaje
- Relaciones interpersonales inestables e intensas.
- Dificultades para formar una autoimagen consistente
- Comportamiento impulsivo, incluido el abuso de sustancias u otros comportamientos imprudentes.
- Autolesiones y/o antecedentes de intentos de suicidio
Trastorno de personalidad histriónica
Histriónico El trastorno de la personalidad implica una excesiva búsqueda de atención y un comportamiento emocional. Las estimaciones de la prevalencia de HPD están alrededor del 1,8%. Es más común entre las mujeres que entre los hombres.
Algunos de los signos y síntomas de HPD incluyen:
- Exige ser el centro de atención
- Comportamiento, apariencia o expresión emocional dramáticos o de búsqueda de atención.
- Comportamiento excesivamente seductor
- Discurso impresionista (carece de detalles y enfatiza las emociones, como simplemente decir que un evento fue «maravilloso» sin decir por qué)
- Cambios rápidos en emociones superficiales
- Aburrimiento crónico, a menos que sea estimulado por la excitación o la gratificación a corto plazo
- Hiperenfoque en la apariencia para llamar la atención
Trastorno de personalidad narcisista
El trastorno de personalidad narcisista implica un sentido inflado de la importancia personal, un egocentrismo extremo y una falta de empatía por otras personas. Aunque las estimaciones pueden variar considerablemente, un estudio encontró que alrededor del 4% de la población estudiada tenía NPD. Entre el 50% y el 75% de las personas diagnosticadas con NPD son hombres.
Algunos de los signos y síntomas de NPD incluyen:
- Voluntad de explotar o aprovecharse de otras personas para beneficio personal.
- Un sentido exagerado de autoestima.
- Preocupación por ideas grandiosas de belleza, poder, talento, inteligencia, éxito o importancia.
- Objetivos y comportamiento egoístas.
- Falta de empatía por los demás.
- Dificultad para aceptar las críticas.
- Sentimientos de derecho a un trato especial
- Requiere admiración excesiva.
Desorden de personalidad antisocial
El trastorno de personalidad antisocial implica un desprecio duradero por los derechos, los sentimientos, las necesidades y la seguridad de los demás. Alrededor del 3% al 5% de la población general cumple con los criterios de ASPD en algún momento de su vida, y es más común entre los hombres que entre las mujeres. Es el diagnóstico psiquiátrico más común entre las personas encarceladas.
Algunos de los signos y síntomas de ASPD incluyen:
- Infringir la ley y/o las normas (en el trabajo, la escuela, etc.) repetidamente
- manipulabilidad
- Encanto superficial y halagos
- Mentir, engañar y/o robar
- Abuso de sustancias
- agresión física
- Comportamiento temerario
- Voluntad de explotar a otros y ponerlos en peligro.
- Falta de remordimiento, culpa, compasión y empatía.
- Irresponsabilidad crónica
Trastornos de personalidad comórbidos
Es posible tener más de un trastorno de personalidad. Alguien podría tener dos o más trastornos de personalidad del grupo B comórbidos o trastornos de personalidad en múltiples grupos.
Rasgos
Cada uno de los cuatro trastornos de personalidad del grupo B es diferente. Sin embargo, tienden a compartir ciertos rasgos de personalidad desadaptativos, rasgos que tienden a afectar la capacidad de funcionamiento de alguien, generalmente en el trabajo, la escuela, las relaciones y otras partes de la vida diaria, en común.
Los trastornos de personalidad del grupo B están asociados con los siguientes rasgos:
- Desregulación emocional (dificultad para manejar las propias emociones y respuestas emocionales)
- Comportamiento dramático o de búsqueda de atención.
- Hipersensibilidad
- Impulsividad
- Imprevisibilidad
- Falta de inhibición
- Comportamientos externalizantes (dificultades para respetar la autoridad, seguir reglas y adaptarse a las normas culturales)
Independientemente del diagnóstico, los rasgos de personalidad del grupo B de mala adaptación se asocian con tasas más altas de problemas de salud física, divorcio y desempleo. También se han relacionado con un mayor riesgo de angustia emocional, abuso de sustancias, aislamiento social, hospitalización y suicidio.
Causas
No existe una única causa conocida de los trastornos de personalidad del grupo B. Sin embargo, existen varios factores posibles que aumentan el riesgo de desarrollar un trastorno de personalidad del grupo B, que incluyen:
- Genética: La investigación sugiere que los antecedentes familiares y ciertas variaciones genéticas pueden contribuir al riesgo de desarrollar un trastorno de personalidad del grupo B. Las personas con al menos un familiar inmediato con HPD, NPD, BPD o ASPD tienen muchas más probabilidades de cumplir con los criterios de diagnóstico para el mismo trastorno.
- Estructura del cerebro: Un creciente cuerpo de investigación sugiere que las diferencias en la estructura y la química del cerebro pueden desempeñar un papel en el desarrollo y la gravedad de los trastornos de personalidad del grupo B. Por ejemplo, muchas personas con ASPD tienen una función deteriorada en la corteza prefrontal, un área del cerebro involucrada en el pensamiento complejo y la toma de decisiones.
- Factores ambientales: Ciertos eventos, experiencias y estilos de crianza de la primera infancia pueden aumentar el riesgo de desarrollar un trastorno de personalidad del grupo B. Los estudios han demostrado, por ejemplo, que los niños cuyos padres son lentos para mostrar afecto y que los elogian en exceso tienen más probabilidades de desarrollar rasgos narcisistas y/o NPD. Algunos investigadores creen que las personas con HPD anhelaban la atención de los cuidadores negligentes o distraídos cuando eran niños.
- Trauma: Experimentar un trauma, como abuso físico, emocional y/o sexual (especialmente durante la infancia), aumenta significativamente el riesgo de desarrollar un trastorno de personalidad. Por ejemplo, los estudios han encontrado que un porcentaje significativo de personas con TLP experimentaron abuso o negligencia infantil grave. Los niños con al menos uno de los padres con un trastorno por uso de sustancias (SUD), como el trastorno por uso de alcohol (AUD), tienen muchas más probabilidades de desarrollar ASPD más adelante en la vida.
Diagnóstico
A la mayoría de las personas no se les diagnostica un trastorno de la personalidad hasta los 18 años o más. Un profesional de la salud mental puede diagnosticarle un trastorno de personalidad del grupo B utilizando los criterios del DSM-5.
Para ser diagnosticado con un trastorno de personalidad, sus síntomas deben haber durado un período prolongado. También deben afectar negativamente su funcionamiento y calidad de vida en al menos un área importante, como el trabajo, la escuela, la vida familiar o las relaciones románticas.
Con tu permiso, su proveedor de atención médica también puede obtener información sobre su comportamiento al hablar con su cónyuge, familiares u otros seres queridos.
Tratamiento
El tratamiento para HPD, ASPD, BPD y NPD generalmente implica psicoterapia como enfoque de primera línea. Si tiene un trastorno de personalidad del grupo B, estos son algunos de los posibles enfoques de tratamiento que pueden ayudar:
- Terapia conductual dialéctica (DBT): DBT es una forma especializada de psicoterapia que ayuda a reducir las autolesiones, los impulsos suicidas y la inestabilidad emocional. Es especialmente eficaz en el tratamiento de la DBP.
- Terapia cognitiva conductual (TCC): La TCC es un tipo de terapia de conversación que puede ayudar a las personas a reconocer y cambiar el pensamiento y el comportamiento desadaptativos. Se ha demostrado que mejora el funcionamiento social y la expresión emocional entre las personas con trastornos de personalidad.
- Consejería de pareja o familiar: Muchas personas con trastornos de personalidad del grupo B tienen dificultad para mantener conexiones sanas y duraderas con sus seres queridos. El asesoramiento de pareja, el asesoramiento familiar y la educación de los miembros de la familia sobre su diagnóstico pueden ayudar a reducir los conflictos y mejorar las relaciones.
- Psicoeducación: Investigaciones recientes sugieren que la psicoeducación, que implica mejorar la comprensión de una persona sobre su condición, puede ayudar a reducir el consumo nocivo de drogas y alcohol entre las personas con ASPD.
- Medicamento: No existen medicamentos específicamente aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para el tratamiento de los trastornos de la personalidad. Sin embargo, algunos medicamentos recetados, incluidos los ansiolíticos, los antidepresivos y los antipsicóticos, pueden reducir ciertos síntomas de enfermedades mentales comórbidas.
- Tratamiento de condiciones de salud mental comórbidas: Casi el 85 % de las personas con un trastorno de la personalidad cumplen los criterios de al menos otra afección de salud mental. Si tiene un trastorno de personalidad, es importante buscar tratamiento para cualquier otra afección que pueda tener, como abuso de sustancias o depresión.
Las terapias basadas en la evidencia están más disponibles para ciertos trastornos de personalidad del grupo B que para otros. Por ejemplo, actualmente no existen tratamientos conocidos y confiablemente efectivos para ASPD.
Es poco probable que las personas con ASPD busquen tratamiento por su cuenta. A menudo, solo reciben un diagnóstico y tratamiento una vez que se les exige, como en un entorno de hospitalización o según lo exija un tribunal de justicia.
Por el contrario, muchas personas con TLP que reciben tratamiento pueden lograr la remisión total de sus síntomas durante un año o más.
Cuándo hablar con un proveedor de atención médica
Hable con su proveedor de atención médica si experimenta alguno de los siguientes signos posibles de un trastorno de personalidad del grupo B:
- Dificultades de relación
- Conflictos frecuentes con los demás.
- Emociones fuera de control, como ira, desesperanza o vacío.
- Dificultad para conectarse y relacionarse con otras personas.
- Impulsividad o aburrimiento crónico
- Problemas en el trabajo o la escuela
- Ponerse en situaciones de riesgo
- Uso excesivo de drogas o alcohol
- Conflictos con la ley
Si usted u otra persona está pensando en autolesionarse, suicidarse o lastimar a otra persona, busque ayuda médica de inmediato.
Busca ayuda
Si usted o alguien que conoce tiene pensamientos suicidas, marque 988 para contactar con el 988 Línea de Vida de Suicidio y Crisis y conéctese con un consejero capacitado. Para obtener más recursos de salud mental, consulte nuestro Base de datos de la línea de ayuda nacional. Si usted o alguien más está en riesgo inmediato, marque 911.
Resumen
Los trastornos de personalidad del Grupo B son afecciones crónicas de salud mental que involucran patrones a largo plazo de pensamiento y comportamiento dramáticos, emocionales y/o erráticos. Los cuatro tipos de trastornos de personalidad del grupo B son el trastorno límite de la personalidad (TLP), el trastorno histriónico de la personalidad (HPD), el trastorno narcisista de la personalidad (NPD) y el trastorno antisocial de la personalidad (ASPD).
El TLP implica inestabilidad emocional, relaciones turbulentas, una autoimagen inconsistente y un miedo intenso al abandono. Las personas con HPD exhiben comportamientos dramáticos de búsqueda de atención, como una seducción excesiva.
NPD implica un sentido inflado de autoestima, sentimientos extremos de derecho, hipersensibilidad a las críticas y falta de empatía. ASPD se refiere a un patrón de larga data de ignorar los derechos, las necesidades y los sentimientos de los demás y la falta de empatía, remordimiento y culpa.
Hay muchos factores posibles que contribuyen al desarrollo de los trastornos de personalidad del grupo B, incluidos la genética, los factores ambientales, los traumas infantiles y la estructura cerebral.
El tratamiento de primera línea para los trastornos de personalidad del grupo B es la psicoterapia. En algunos casos, se pueden recetar medicamentos para ayudar con ciertos síntomas.
Una palabra de MEDSALUD
Algunas personas con trastornos de la personalidad pueden sentirse avergonzadas o no estar dispuestas a buscar un diagnóstico o tratamiento. No tenga miedo de hablar con su proveedor de atención médica acerca de sus síntomas. El tratamiento puede ayudarlo a mejorar su salud emocional, sus relaciones, su calidad de vida y su bienestar general.