El número de niños diagnosticados con trastorno del espectro autista (TEA) ha aumentado de forma constante y espectacular desde la década de 1990. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), a partir de 2016, aproximadamente 1 de cada 54 niños en los Estados Unidos fue diagnosticado con autismo. En 2000, la tasa correspondiente era de aproximadamente 1 en 150 niños. La tasa es notablemente más alta en los niños (1 de cada 34) que en las niñas (1 de cada 144).

No hay forma de señalar una razón exacta para este aumento, pero es probable que los cambios significativos en los criterios de diagnóstico y las prácticas de notificación, además de una mayor conciencia y posiblemente factores ambientales, sean los responsables.

He aquí un vistazo a algunas de las principales teorías sobre por qué el autismo está en aumento.

Criterios de diagnóstico en evolución

El autismo se describió por primera vez como un trastorno único en la década de 1940 e incluía solo a aquellos niños que mostraban síntomas de lo que podría describirse hoy como trastorno del espectro autista «grave» o «nivel 3».

Pautas de detección para el autismo

La conciencia continua sobre el autismo ha resultado en un aumento de las pruebas de detección de rutina por parte de los pediatras, otro factor que contribuye al aumento de los casos. La Academia Estadounidense de Pediatras recomienda que todos los niños sean examinados para detectar TEA a los 18 y 24 meses de edad, junto con una vigilancia regular del desarrollo.

Cambios en las prácticas de presentación de informes

El informe de los CDC sobre estadísticas de autismo se basa en registros escolares y de salud de niños de 8 años que viven en condados selectos de los Estados Unidos. Los investigadores forman parte del Red de Monitoreo de Autismo y Discapacidades del Desarrolloque el CDC estableció en 2000 para estimar la prevalencia del autismo.

Los médicos escanearon los registros escolares en busca de signos de características del autismo, como problemas sociales o comportamientos repetitivos. Utilizan datos de niños de 8 años porque la mayoría de los niños están matriculados en la escuela y se han sometido a evaluaciones de salud de rutina a esa edad. Sin embargo, los datos no se basan en si a los niños se les ha dado una diagnóstico de TEA.

Hasta 1990, el autismo no estaba incluido en la legislación destinada a garantizar la educación de las personas con discapacidad. En 1990, el Ley de Educación para Personas con Discapacidades agregó el autismo a su lista de condiciones cubiertas por la ley. La nueva ley también agregó servicios de transición y tecnologías de asistencia a sus requisitos. El autismo nunca había sido rastreado como una estadística educativa antes de 1990. Desde 1990, la incidencia del autismo en las escuelas ha aumentado dramáticamente.

Otro conjunto de estimaciones de prevalencia publicado en Pediatría en 2019 encontró que la prevalencia del autismo en los Estados Unidos aumentó de 1 en 91 niños en 2009 a 1 en 40 en 2017. Los resultados se basaron en entrevistas telefónicas o en persona con los padres de 88 530 niños de 3 a 17 años, recopilados por los CDC como parte de su Encuesta Nacional de Entrevistas de Salud.

Los expertos atribuyen el aumento a la creciente concienciación sobre los TEA y a la mejora de los sistemas para identificar a los niños con autismo. Y, aunque la mayoría de los encuestados eran blancos y de clase media con seguro médico y mejor acceso a la atención médica, la brecha entre los niños blancos y otros grupos raciales con TEA se está cerrando a medida que crece la conciencia.

Posibles factores externos

Se desconoce la causa del autismo, aunque la investigación ha señalado una combinación de factores genéticos y ambientales. La evidencia más clara involucra ciertos eventos que ocurren en el útero o durante el nacimiento. Éstas incluyen:

  • Edad avanzada de los padres en el momento de la concepción
  • Exposición prenatal a la contaminación del aire o ciertos pesticidas
  • Obesidad materna, diabetes o trastornos del sistema inmunitario
  • Prematuridad extrema o muy bajo peso al nacer
  • Cualquier dificultad de parto que provoque períodos de privación de oxígeno en el cerebro del bebé.

Ha habido muchas otras teorías marginales sobre las causas ambientales del autismo, incluidas las vacunas, la mala nutrición, la «mala» crianza y el uso de teléfonos celulares, entre otras. Todos estos han sido desacreditados.

¿Continuarán aumentando los diagnósticos de autismo?

No hay forma de saber con certeza si las tasas de autismo seguirán aumentando. A medida que evolucionan los criterios de diagnóstico, podría llevar a que más o menos niños califiquen para un diagnóstico de autismo.

Algunos expertos, por ejemplo, esperaban una disminución en los diagnósticos de autismo una vez que el síndrome de Asperger y el PDD-NOS fueran eliminados como opciones generales. Otros esperaban un aumento a medida que mejoran la conciencia y los servicios. Por ahora, el número y la tasa de niños diagnosticados con autismo siguen aumentando.

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