Una marcha arrastrando los pies es un patrón de caminar que ocurre cuando una persona arrastra los pies mientras camina. La longitud de cada paso suele ser más corta de lo normal. Si bien la mayoría de las personas ocasionalmente arrastra los pies, tal vez mientras recupera el equilibrio después de tropezar o intenta correr cuando los músculos de las piernas están cansados, un patrón de marcha arrastrando los pies constante puede significar una condición de salud subyacente.

Este artículo analiza la marcha arrastrando los pies, incluidas sus causas, el tratamiento y el diagnóstico de las afecciones asociadas con este síntoma.

¿Qué causa la marcha arrastrando los pies?

La marcha arrastrando los pies puede ocurrir en personas que tienen problemas de salud que afectan el sistema nervioso, las articulaciones o los músculos.

Las condiciones neurológicas pueden causar una marcha descoordinada, llamada ataxia. La marcha arrastrando los pies es un tipo de ataxia. La causa más común de barajar es la enfermedad de Parkinson. Esta condición neurológica progresiva se desarrolla cuando las células del cerebro ya no producen dopamina, una sustancia química involucrada en el control de los movimientos del cuerpo.

La marcha que ocurre con la enfermedad de Parkinson a menudo se denomina marcha festinante, marcha propulsiva o marcha parkinsoniana. Además de arrastrar los pies, las personas con enfermedad de Parkinson desarrollan una postura significativamente inclinada hacia adelante. La combinación de estas dos cosas hace que una persona gane impulso mientras camina (lo que a veces lleva a trotar) para ayudar a evitar que se caiga.

El arrastrar los pies también puede ocurrir con una condición llamada pie caído. Esta condición causa dificultad o incapacidad para levantar la parte delantera del pie al dar un paso. Puede afectar uno o ambos lados del cuerpo, dependiendo de la causa subyacente.

El pie caído puede ocurrir con condiciones tales como:

  • Esclerosis múltiple (EM) (una enfermedad autoinmune que ataca la cubierta nerviosa llamada mielina de los nervios en el cuello y la columna)
  • Atrofia muscular espinal (AMS) (una condición neurológica caracterizada por debilidad muscular)
  • La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) (una enfermedad progresiva que ataca los nervios)
  • Accidente cerebrovascular (suministro de sangre interrumpido al cerebro)
  • Parálisis cerebral (discapacidad motora)
  • Enfermedad de Charcot-Marie-Tooth (un trastorno genético que causa daño a los nervios)
  • Neuropatía periférica (daño a los nervios a menudo causado por la diabetes)
  • Polio (un virus que causa parálisis)

Marcha arrastrando los pies y envejecimiento

La marcha arrastrando los pies puede desarrollarse naturalmente como parte del proceso de envejecimiento. Puede contribuir a las caídas en adultos mayores. Otros cambios en la marcha que pueden ocurrir con la edad incluyen:

  • Disminución de la velocidad de marcha
  • Deterioro del espacio libre para los pies
  • Pasos más cortos
  • Disminución del rango de movimiento en los tobillos, las rodillas y las caderas.

Estanqueidad de las articulaciones

La tensión en las articulaciones de las piernas puede contribuir a una marcha arrastrando los pies. La rigidez conduce a una disminución del rango de movimiento, lo que impide que una persona dé pasos de tamaño normal.

El rango de movimiento que contribuye específicamente a arrastrar los pies incluye una disminución de:

  • Extensión de cadera (enderezamiento)
  • Extensión de rodilla (enderezamiento)
  • Tobillo dorsiflexión (levantando la parte delantera del pie hacia arriba)

La rigidez de las articulaciones puede desarrollarse después de lesiones, como parte de problemas de salud (como la artritis) o debido a períodos prolongados de reposo en cama.

Debilidad muscular

La marcha arrastrando los pies puede ser causada por debilidad muscular, al igual que la caída del pie en los músculos que levantan la parte delantera del pie (dorsiflexión).

El arrastrar los pies también puede ocurrir debido a la debilidad en otros músculos que ayudan a preparar la pierna para avanzar (la fase de balanceo inicial de la marcha), como los flexores de la cadera que levantan el muslo y los isquiotibiales que doblan la rodilla.

Tratamiento para la marcha arrastrando los pies

La marcha arrastrando los pies puede mejorar con el tratamiento de la causa subyacente, como tomar medicamentos para tratar la enfermedad de Parkinson o controlar los niveles de azúcar en la sangre si tiene diabetes.

El tratamiento para la marcha arrastrando los pies a menudo incluye fisioterapia, independientemente de la causa subyacente. Los profesionales de la fisioterapia utilizan una variedad de intervenciones para mejorar la función en personas con un modo de andar arrastrando los pies. Éstas incluyen:

  • Ejercicios de fortalecimiento
  • Ejercicios de estiramiento/rango de movimiento
  • Equilibrar actividades
  • propioceptivo entrenamiento (orientar su cuerpo dentro del entorno)
  • Técnicas de movilización conjunta
  • Entrenamiento de la marcha (que puede incluir el uso de barras paralelas)
  • Prescripción de dispositivos de asistencia (como un andador o bastón)

Los dispositivos ortopédicos, como un dispositivo que mantiene la articulación del tobillo en una posición neutral llamada ortesis de tobillo y pie (AFO, por sus siglas en inglés), también se usan para reducir la caída del pie y mejorar su capacidad para despejar los pies mientras camina.

Diagnóstico de la marcha arrastrando los pies

Un proveedor de atención médica diagnostica la marcha arrastrando los pies a través de la observación del caminar de una persona y un examen neurológico. Sin embargo, se requieren pruebas adicionales para determinar la causa subyacente de la marcha anormal.

El diagnóstico de condiciones que pueden afectar la marcha a menudo requiere imágenes del cerebro, la médula espinal o las articulaciones.

Las pruebas de imagen pueden incluir:

  • Imágenes por resonancia magnética (IRM): Esta prueba usa imanes fuertes para producir imágenes de estructuras en el sistema nervioso. La resonancia magnética se usa comúnmente para diagnosticar daños cerebrales, accidentes cerebrovasculares, tumores cerebrales o de la médula espinal, trastornos neurodegenerativos, esclerosis múltiple, inflamación y lesiones cerebrales traumáticas.
  • Tomografía computarizada (tomografía computarizada): Esta prueba utiliza imágenes de rayos X computarizadas para producir imágenes bidimensionales de las estructuras corporales. Las tomografías computarizadas a menudo diagnostican condiciones tales como hemorragias cerebrales, tumores cerebrales, daño cerebral, encefalitis (inflamación del cerebro), y hidrocefalia (acumulación de líquido en el cerebro).
  • Tomografía por emisión de positrones (PET scan): Este tipo de imágenes utiliza isótopos radiactivos inyectados en la sangre para producir imágenes bidimensionales y tridimensionales. Las tomografías por emisión de positrones (PET) a menudo se usan después de que se identifican áreas de interés en resonancias magnéticas o tomografías computarizadas para proporcionar información adicional.

Otras pruebas neurológicas que podrían realizarse incluyen:

  • Electromiografía: Esta prueba registra la actividad eléctrica en los músculos para ayudar a diagnosticar las condiciones que afectan los músculos y los nervios que los controlan (neuronas motoras).
  • Estudios de conducción nerviosa: Esta prueba (también llamada prueba de velocidad de conducción nerviosa) mide la velocidad de los impulsos eléctricos en los nervios. Puede ayudar a diagnosticar afecciones como la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth y la neuropatía periférica.

Tomografía computarizada por emisión de fotón único (SPECT)

El diagnóstico de la enfermedad de Parkinson incluye el uso de una prueba de imagen especial llamada tomografía computarizada por emisión de fotón único (SPECT). Esta prueba examina los transportadores de dopamina en el cerebro.

Resumen

La marcha arrastrando los pies se caracteriza por pasos cortos y pies que se deslizan por el suelo en lugar de despejarlo por completo. Esta forma de andar ocurre comúnmente con la enfermedad de Parkinson y afecciones que afectan los nervios y los músculos de las piernas.

La marcha arrastrando los pies se trata principalmente con fisioterapia y tratamientos específicos basados ​​en la causa subyacente. Este síntoma se diagnostica con un examen físico y neurológico.

Una palabra de MEDSALUD

Si nota cambios en su forma de andar, incluso si parecen menores, hable con su proveedor de atención médica. El diagnóstico temprano de las condiciones que causan una marcha arrastrando los pies puede mejorar significativamente la recuperación o retrasar la disminución de la función con condiciones progresivas. Abordar una marcha arrastrando los pies también puede ayudar a prevenir más lesiones por caídas (un resultado común de las anomalías de la marcha).

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