Dependiendo de la causa y de cuán avanzada esté la enfermedad, la hepatitis generalmente se diagnostica con una combinación de análisis de sangre, estudios por imágenes y biopsia hepática. Si se sospecha de hepatitis viral, se realizan análisis de sangre para detectar la presencia de un virus de hepatitis específico o los anticuerpos producidos por el sistema inmunitario para combatir ese virus. Los análisis de sangre para buscar signos de daño hepático también se pueden usar para diagnosticar la hepatitis viral, así como los tipos no virales. Se pueden usar pruebas más exhaustivas para ayudar a diagnosticar y evaluar completamente la hepatitis de todos los tipos.

Los cinco tipos de hepatitis viral

Laboratorios y Pruebas

Los síntomas que pueden hacer que un proveedor de atención médica sospeche que un paciente tiene hepatitis incluyen síntomas similares a los de la gripe o gastrointestinales, junto con ictericia (coloración amarillenta de la piel o el blanco de los ojos, orina oscura o heces pálidas). Es probable que estos síntomas, además de un historial médico y un examen físico, den lugar a que se ordenen análisis de sangre.

La sangre puede proporcionar una gran cantidad de información sobre qué tan bien está funcionando el hígado. Una prueba de función hepática, o panel hepático, se usa para buscar marcadores de enfermedad hepática causada por hepatitis, como bilirrubina elevada (un subproducto de la sangre que es responsable de la ictericia) y ciertas enzimas hepáticas que ayudan con funciones esenciales.

Normalmente, el hígado mantiene un estricto control de estas enzimas. Pero cuando está dañado, las enzimas pueden escapar a la sangre donde pueden detectarse en una pequeña muestra extraída por su médico.

Las cuatro enzimas más comunes analizadas cuando se sospecha daño hepático son:

  • Alanina aminotransaminasa (ALT)
  • Aspartato aminotransferasa (AST)
  • Gamma-glutamil transaminasa (GGT)
  • Bilirrubina total

En general, la prueba de enzimas hepáticas elevadas es un enfoque sólido para diagnosticar la hepatitis viral, pero hay un inconveniente: aunque los resultados pueden determinar si hay inflamación del hígado, o posiblemente daño, no pueden revelar la causa; en otras palabras, qué virus de la hepatitis está detrás de la infección.

Pruebas de anticuerpos

El sistema inmunitario produce dos tipos de anticuerpos específicos para virus individuales: tan pronto como el cuerpo identifica uno, produce anticuerpos IgM para combatir ese virus específico. Hacia el final de la infección, el cuerpo produce anticuerpos IgG que también son específicos del virus, pero funcionan para brindar inmunidad en el futuro.

Existen pruebas para anticuerpos IgM e IgG específicos para tres virus de la hepatitis: hepatitis A (HAV), hepatitis B (HBV) y hepatitis C (HCV).

Medidas virales directas

Además de detectar anticuerpos contra el VHB y el VHC, se pueden usar pruebas llamadas reacción en cadena de la polimerasa o PCR para medir directamente la cantidad de virus en la sangre.

Imágenes

Aunque las pruebas de imagen no pueden detectar una infección viral del hígado, algunas pueden revelar inflamación, cambios de tamaño y tumores que pueden ser consecuencia de una infección crónica o enfermedad hepática causada por hepatitis de cualquier tipo.

  • Ultrasonido abdominal: Esta prueba puede evaluar anomalías en el hígado y el abdomen, y también puede detectar la acumulación de líquido en el abdomen, que puede ocurrir con insuficiencia hepática.
  • Tomografía axial computarizada (TC): Una tomografía computarizada abdominal puede detectar cambios en el tamaño y la densidad del hígado y puede visualizar masas o signos de cáncer temprano (una posible complicación de la hepatitis).
  • Imágenes por resonancia magnética (IRM): Una resonancia magnética puede detectar anomalías que sugieran disfunción hepática o cáncer.

Biopsia

Una biopsia de hígado es una sección de tejido que se extrae del órgano y se evalúa bajo un microscopio para buscar características que identifiquen la enfermedad.

El tipo más común de biopsia hepática se llama biopsia percutáneaque consiste en insertar una aguja hueca a través del abdomen hasta el hígado a través de la cual se puede extraer una muestra de tejido.

Este es un procedimiento ambulatorio, lo que significa que no requiere hospitalización. Por lo general, solo se necesita anestesia local (para adormecer el área en la que se insertará la aguja). Sin embargo, se puede usar un sedante si es necesario.

Una palabra de MEDSALUD

Debido a que los síntomas de la hepatitis pueden ser leves o simular otras enfermedades, si es que hay algún síntoma, puede ser difícil de diagnosticar. Si tiene algún síntoma que cree que podría indicar un problema hepático, especialmente ictericia, consulte a su proveedor de atención médica. Un simple análisis de sangre puede ser todo lo que se necesita para determinar si tiene hepatitis y si debe recibir tratamiento.

Preguntas frecuentes

  • ¿Cuánto tiempo se tarda en obtener los resultados del análisis de sangre para hepatitis?

    Las pruebas de anticuerpos para la hepatitis pueden tardar entre unos pocos días y unas pocas semanas en obtener resultados. Algunas clínicas ofrecen pruebas rápidas de hepatitis C, que pueden dar resultados en 20 a 30 minutos.

  • ¿Qué tan pronto se puede hacer la prueba de hepatitis después de la infección?

    Los anticuerpos contra la hepatitis C se pueden detectar en un análisis de sangre entre ocho y 11 semanas después de haber estado expuesto al virus. Los anticuerpos para la hepatitis B generalmente se pueden detectar unas cuatro semanas después de la exposición, con un rango posible de una a nueve semanas. Los anticuerpos contra la hepatitis A pueden aparecer en unas dos semanas.

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