La parálisis es la pérdida de la función muscular en su cuerpo. Dependiendo de la causa, la parálisis puede afectar una o más partes del cuerpo y ser temporal o permanente. Este artículo revisará los tipos, las causas, los síntomas y el tratamiento de la parálisis.
Tipos de parálisis
La gravedad de la parálisis puede variar según la cantidad de partes del cuerpo afectadas. Los principales tipos de parálisis completa son:
- Cuadriplejia (tetraplejia): Parálisis de ambos brazos y piernas
- Paraplejía: Parálisis de ambas piernas
- hemiplejía: Parálisis de un lado del cuerpo
- paresia: Parálisis parcial que provoca debilidad muscular extrema.
Dependiendo de la causa subyacente, la parálisis puede ser temporal o permanente.
Síntomas de parálisis
El síntoma principal de la parálisis es la incapacidad para mover partes de su cuerpo. Dependiendo de qué parte de su cuerpo se vea afectada, también puede experimentar otros síntomas como:
- incapacidad para caminar
- Pérdida del equilibrio de pie
- Dificultad con las habilidades motoras finas
- Falta de independencia con las tareas de autocuidado y las actividades de la vida diaria (AVD)
- Tono muscular alterado
- reflejos exagerados
- Entumecimiento
- Sensibilidad a la presión o temperatura
- Pérdida del control de los intestinos o la vejiga
- Dificultad para tragar
- Respiración dificultosa
- Caída facial, babeo u ojo seco
¿Qué causa la parálisis?
La parálisis puede ser el resultado de daño o lesión en el cerebro, la médula espinal o los nervios que controlan el movimiento muscular. Este daño puede ocurrir debido a trastornos genéticos, inflamación en todo el cuerpo o lesiones directas como accidentes automovilísticos y caídas.
Cuando el cerebro, la médula espinal o los nervios están dañados, las señales eléctricas no pueden viajar a lo largo de las vías nerviosas hacia los músculos para permitirles moverse, lo que provoca la parálisis de los músculos.
Las causas más comunes de parálisis incluyen:
Signos de un derrame cerebral
Los signos de un accidente cerebrovascular incluyen los siguientes:
- Entumecimiento o debilidad repentinos en la cara, el brazo o la pierna
- Confusión
- Dificultad para hablar
- Mareo
- Pérdida del equilibrio
- Dificultad para caminar
- Dolor de cabeza intenso y repentino
Si usted o un ser querido experimenta alguno de estos síntomas, llame al 911 para recibir tratamiento inmediato porque un derrame cerebral es una emergencia médica grave.
Diagnóstico
Para diagnosticar la parálisis, deberá consultar a un neurólogo, un médico que se especializa en trastornos del cerebro, la médula espinal y los nervios. Su neurólogo realizará un examen físico para evaluar su cognición, reflejos y capacidad para realizar y coordinar movimientos.
Su neurólogo también le recetará pruebas para determinar la causa subyacente de su parálisis. Éstas incluyen:
- Análisis de sangre para detectar una infección o marcadores inflamatorios de enfermedades autoinmunes
- Una tomografía computarizada o una resonancia magnética de su cerebro o médula espinal para verificar si hay daños
- Electromiografía (EMG) y un estudio de conducción nerviosa (NCS) para examinar la actividad eléctrica dentro de sus músculos y nervios
- Mielografía, un procedimiento mediante el cual se inyecta un tinte de contraste en el líquido cefalorraquídeo y se examina con imágenes de tomografía computarizada para examinar la médula espinal
- Una punción lumbar (punción lumbar) para analizar el líquido cefalorraquídeo en busca de signos de infección o inflamación.
Tratamiento
El tratamiento para la parálisis variará según la causa de la parálisis. La parálisis por infecciones, como el síndrome de Guillain-Barré, se puede tratar con antibióticos o medicamentos antivirales.
Otras formas de parálisis por condiciones genéticas o adquiridas o lesiones directas al cerebro, la médula espinal o los nervios pueden ser permanentes. En estos casos, el tratamiento implicará el uso de diferentes tipos de equipos especializados para ayudarlo a funcionar por su cuenta de la manera más independiente posible, que incluyen:
- Dispositivos de asistencia como sillas de ruedas, scooters, andadores y bastones para ayudarlo a caminar y moverse
- Equipo adaptativo como herramientas especializadas y accesorios de conducción para modificar las tareas diarias para que se ajusten a sus habilidades
- Dispositivos ortopédicos como aparatos ortopédicos y férulas para mantener la posición de sus articulaciones
La terapia física, ocupacional y del habla también juegan un papel importante en la rehabilitación de la parálisis. Estas terapias pueden ayudar a mejorar el habla, la deglución y la fuerza de otros músculos no afectados por la parálisis para mantener la mayor independencia física posible con las tareas cotidianas.
Un terapeuta físico y/u ocupacional también puede ayudarlo a aprender cómo usar el equipo de adaptación y los dispositivos de asistencia correctamente para ayudarlo con su nivel general de movilidad y su capacidad para completar las ADL con menos ayuda de los demás.
Para evitar la parálisis por lesión, debe buscar tratamiento médico inmediato después de cualquier tipo de traumatismo o caída. Si se lastimó el cuello o la espalda, debe evitar moverse, mientras que su columna vertebral debe estabilizarse con un collarín cervical y/o un aparato ortopédico para la espalda hasta que lo lleven a un hospital para evaluar si tiene una fractura que podría mover y lesionar su médula espinal.
Complicaciones
La parálisis de diferentes músculos del cuerpo puede causar complicaciones con otros sistemas debido a la falta de una función muscular adecuada que respalde la circulación, la función cardíaca y pulmonar y la movilidad en general. Estas complicaciones pueden no ser evidentes de inmediato y pueden desarrollarse a largo plazo.
Las complicaciones comunes que pueden resultar de la parálisis incluyen:
- Coágulos de sangre y trombosis venosa profunda (TVP)
- Mayor riesgo de desarrollar neumonía y otras infecciones debido a la dificultad para respirar
- Dificultad para tragar (disfagia)
- Problemas de intestino y vejiga
- Disreflexia autonómica, una emergencia médica que causa aumento de la presión arterial y la frecuencia cardíaca debido al daño de la médula espinal
- Úlceras por presión (úlceras de decúbito) por falta de movimiento
- Debilidad muscular en grupos musculares no afectados por falta de movimiento
- Aumento de peso
- Depresión
panorama
Los avances en rehabilitación pueden ayudar a mejorar la capacidad de las personas con funcionamiento físico alterado para realizar tareas cotidianas de forma independiente con la ayuda de dispositivos de asistencia y tecnología adaptativa.
Comenzar la rehabilitación lo antes posible después de cualquier tipo de lesión también es crucial para restaurar la mayor cantidad posible de funciones físicas perdidas y preservar el funcionamiento de los grupos musculares no afectados para ayudar a mantener su independencia.
Resumen
La parálisis es la pérdida de la capacidad de mover los músculos, que puede ser parcial o completa y temporal o permanente. La parálisis resulta de lesiones o condiciones que dañan el cerebro, la médula espinal o los nervios del cuerpo que controlan el movimiento muscular. Aunque la parálisis suele ser permanente, la terapia física, ocupacional y del habla, así como el uso de dispositivos de asistencia y equipos y tecnología de adaptación, pueden mantener la independencia para moverse y completar las tareas diarias.
Una palabra de MEDSALUD
Aunque la parálisis de una o más partes de su cuerpo puede presentar varios desafíos, la tecnología y la rehabilitación siempre están cambiando para mejorar la condición. Los dispositivos de asistencia adecuados y el equipo y la tecnología de adaptación pueden brindarle la ayuda adecuada para funcionar de la manera más independiente posible.