La vagina es un canal elástico pero musculoso que mide aproximadamente nueve a 10 centímetros de largo. La parte superior de la vagina se conecta con el cuello uterino, que se abre hacia el útero, y la parte inferior se abre hacia el exterior del cuerpo. Se encuentra entre la uretra (que se conecta a la vejiga) y el recto.
Durante las relaciones sexuales, la vagina se alarga, se ensancha y se llena de sangre mientras se prepara para aceptar el pene. Además, la vagina sirve como vía de paso para la mucosidad cervical, el flujo menstrual y otras secreciones fuera del cuerpo. Durante el parto, el bebé es empujado desde el útero fuera del cuerpo, también a través del canal vaginal.
Mecanismo de autolimpieza
Es importante saber que la vagina se autolimpia. Algunas mujeres sienten la necesidad de ducharse o limpiarse la vagina con aerosoles o desodorantes. No solo es innecesario, sino que en realidad puede dañar tu salud vaginal.
La vagina mantiene su propiedad de autolimpieza de varias maneras.
Su ambiente ligeramente ácido evita que la mayoría de las bacterias vivan en él. Las duchas vaginales o la limpieza de la vagina pueden alterar el pH, haciéndola más susceptible a infecciones bacterianas o fúngicas.
Además, el tejido que recubre la vagina se espesa después de la pubertad y hasta la menopausia, lo que también ayuda a prevenir la colonización bacteriana.
Desequilibrio
las bacterias Lactobacillus acidophilus normalmente se encuentra en el tejido vaginal y ayuda a estabilizar el pH en su nivel ácido natural. Cualquier cosa que moleste a estas bacterias (como los antibióticos o el nivel alto de azúcar en la sangre) también puede aumentar el riesgo de candidiasis vaginal.
Comer yogur con cultivos naturales o tomar un L. acidophilus suplemento probiótico durante el uso de antibióticos puede ser útil para prevenir una infección. Por supuesto, hable con su proveedor de atención médica para asegurarse de que esto sea apropiado para usted.
Las mujeres con síndrome de ovario poliquístico (SOP) son propensas a la resistencia a la insulina, lo que conduce a niveles altos de azúcar en la sangre y puede preparar el escenario para una infección vaginal por hongos. El exceso de azúcar en el cuerpo se excreta a través de la orina, lo que puede alimentar rápidamente pequeñas colonias de hongos, convirtiéndolas en infecciones incómodas.
Los síntomas de una candidiasis incluyen picazón, dolor y una secreción inodora que puede ser clara y acuosa o espesa, blanca y grumosa como el requesón.
Mantener el nivel de azúcar en la sangre en niveles saludables y usar ropa interior hecha de una fibra natural, como el algodón, además de tomar probióticos, puede ayudar a mantener a raya las infecciones por hongos.
Si tiene infecciones por hongos recurrentes, hable con su proveedor de atención médica para descartar otras afecciones, como una infección bacteriana.
Sequedad
En algún momento de la vida de toda mujer, experimentará sequedad vaginal, lo que puede hacer que las relaciones sexuales sean incómodas. Si bien la sequedad vaginal es más común en mujeres menopáusicas, ciertos medicamentos, incluidos algunos medicamentos para la fertilidad y antihistamínicos, pueden interferir con la humedad vaginal.
Existen numerosos tratamientos para la sequedad vaginal, incluidos los tratamientos hormonales, los tratamientos con láser vaginal, los tratamientos con radiofrecuencia local y los ovulos humectantes. Muchas mujeres descubren que simplemente usar un lubricante como KY Jelly durante las relaciones sexuales puede aliviar el dolor de la sequedad vaginal.