La respiración boca a boca (anteriormente conocida como reanimación boca a boca) es una intervención para salvar vidas en la que se sopla aire en la boca de una persona después de que deja de respirar. A menudo se usa con compresiones torácicas durante la reanimación cardiopulmonar (RCP), pero también se puede usar solo si el corazón de la persona aún late.
Las situaciones en las que se puede usar la respiración boca a boca incluyen:
- Accidentes de asfixia
- A punto de ahogarse
- Sobredosis de droga
- Envenenamiento
- intoxicación por monóxido de carbono
- Ataque de asma severo
Recomendaciones de la AHA
En casos de paro cardíaco, la respiración boca a boca es algo que solo deben realizar los reanimadores certificados.
Esto se debe a que, al expandir el tórax artificialmente, la respiración boca a boca puede inhibir el flujo de sangre al corazón. Los profesionales certificados en RCP están capacitados para garantizar que esto no socave la eficacia de las compresiones torácicas o la supervivencia de la persona que recibe el tratamiento.
En casos de paro cardíaco, la American Heart Association (AHA) recomienda compresiones torácicas sin respiración boca a boca si no está capacitado o no puede realizar una RCP profesional de manera competente.
Por otro lado, si una persona todavía tiene pulso pero respira de manera anormal, la respiración boca a boca puede ayudar a mantenerla con vida hasta que llegue la ayuda de emergencia.
Asegúrese de seguir el procedimiento adecuado para la respiración boca a boca en una situación de emergencia.