Los trastornos alimentarios se refieren a una variedad de comportamientos alimentarios irregulares que pueden o no justificar un diagnóstico de un trastorno alimentario específico. Los trastornos alimentarios, como la anorexia nerviosa o la bulimia nerviosa, se diagnostican de acuerdo con los criterios especificados en la Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, 5el Edición (DSM-5).

Algunas estimaciones indican que entre el 5 % y el 20 % de las personas de la población luchan con síntomas que no cumplen todos los criterios de un trastorno alimentario. Por ejemplo, algunas personas pueden darse atracones o purgas a veces, pero no con la frecuencia suficiente para que se les diagnostique bulimia. Sin embargo, incluso los casos de trastornos alimentarios que no cumplen con los criterios del DSM-5 para los trastornos alimentarios pueden provocar una angustia significativa.

Signos y síntomas

Síntomas físicos

Los síntomas físicos más comunes de los trastornos alimentarios incluyen:

  • Fluctuaciones significativas en el peso
  • Molestias estomacales y dolor
  • Cambios en los hábitos intestinales
  • Cambios en la regularidad menstrual, incluidos períodos interrumpidos o perdidos
  • Sentirse mareado, débil o cansado
  • Desmayo
  • Cambios en la piel y el cabello (como estar seco y quebradizo)
  • Problemas dentales relacionados con el ácido, incluidas las caries y la erosión del esmalte (causadas por la purga)

Signos emocionales

Los signos emocionales más comunes incluyen:

  • Estar preocupado por el peso, la comida, la dieta, las calorías y los carbohidratos hasta el punto de que comer y controlar el peso se convierte en una preocupación principal sobre otras actividades.
  • Estar preocupado por la imagen corporal, el tamaño o la forma del cuerpo, una parte específica del cuerpo y el peso
  • Limitar significativamente la variedad de alimentos restringiendo categorías enteras de alimentos y considerando solo un número muy pequeño de categorías de alimentos seguros para comer
  • Realización de rituales alimentarios específicos.
  • Retirarse de las actividades de alimentación social.

Alimentación desordenada versus trastorno alimentario

El término “alimentación desordenada” es una frase descriptiva, no un diagnóstico. Muchas personas que tienen patrones alimentarios desordenados pueden cumplir con los criterios de un trastorno alimentario. También es posible tener patrones alimentarios desordenados que no se ajustan a los límites actuales de un diagnóstico de trastorno alimentario.

Riesgos de la alimentación desordenada

Muchas personas que sufren de patrones alimentarios desordenados minimizan o no se dan cuenta del impacto que estos patrones tienen en su salud física y mental. Las complicaciones que pueden causar los trastornos alimentarios incluyen:

  • Mayor riesgo de obesidad y trastornos alimentarios
  • Pérdida de hueso
  • Trastornos gastrointestinales
  • Desequilibrios de electrolitos y líquidos.
  • Frecuencia cardíaca y presión arterial bajas
  • Aumento de la ansiedad
  • Depresión y aislamiento social.

¿Quién está en riesgo de comer desordenado?

La insatisfacción corporal es un factor de riesgo bien replicado para los trastornos alimentarios en los estudios de investigación, pero no todas las personas con insatisfacción corporal presentan trastornos alimentarios.

Un estudio que examinó el papel de las percepciones de las normas sociales en la relación entre la insatisfacción corporal y los trastornos alimentarios encontró que las normas de delgadez de los compañeros y la aceptabilidad de los compañeros interactuaban con la insatisfacción corporal para fomentar comportamientos alimentarios desordenados entre las mujeres en edad universitaria. Sin embargo, esto no era cierto para los hombres en edad universitaria.

La presión puede ser aún mayor para aquellos en deportes «delgados», donde más delgado denota mejor rendimiento y percepción social. Un estudio que analizó el riesgo de trastornos alimentarios entre deportistas magros y no magros encontró que la influencia principal de los trastornos alimentarios en atletas femeninas provenía de presiones sociales externas que, por lo tanto, pueden dictar sus hábitos nutricionales y de ejercicio.

Cuándo buscar ayuda

Hágase estas preguntas para determinar si necesita ayuda:

  • ¿Utilizas la comida para escapar del estrés?
  • ¿El número en tu balanza afecta tu forma de pensar?
  • ¿Estás pensando constantemente en la comida?
  • ¿Comes en exceso?

Tratamiento

Las personas que sospechan que tienen un trastorno alimentario pueden buscar tratamiento con un profesional de la salud mental. La psicoterapia puede ayudar a las personas a comprender su relación con la comida, lograr la aceptación del cuerpo y explorar los patrones de relación y otros problemas psicológicos que contribuyen a los trastornos alimentarios.

A menudo, las personas con trastornos alimentarios no son conscientes de que sus patrones de alimentación son problemáticos o dañinos. Trabajar con un dietista que tenga experiencia en asesorar a pacientes con trastornos alimentarios puede ayudar a una persona a obtener la ayuda que necesita para su trastorno alimentario y evitar que progrese a un trastorno alimentario.

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