El síndrome de piernas inquietas (SPI) es un trastorno neurológico que provoca una necesidad incontrolable de mover las piernas. También conocido como Willis Ekbom enfermedad, los síntomas del RLS generalmente surgen en las tardes o en la noche cuando está sentado o acostado, y con frecuencia afecta el sueño. Mover las piernas o caminar proporciona un alivio temporal.

El RLS afecta del 7 % al 10 % de las personas y es más común y grave entre las personas mayores de 45 años y aquellas a las que se les asignó el sexo femenino al nacer.

Este artículo proporciona una descripción general del síndrome de piernas inquietas, incluidos sus síntomas, diagnóstico, tratamiento y pronóstico.

Tipos de síndrome de piernas inquietas

RLS se clasifica en función de la causa y la edad de inicio. Aquí hay un desglose:

  • idiopático RLS surge sin ninguna causa conocida.
  • SPI secundario ocurre junto con otras enfermedades o condiciones, como el embarazo, la deficiencia de hierro, los trastornos neurológicos, la enfermedad de Parkinson, la neuropatía periférica, la insuficiencia renal y otras.
  • SPI de inicio temprano surge en personas menores de 45 años. En estos casos, los síntomas empeoran gradualmente con el tiempo.
  • SPI de inicio tardío Ocurre en personas que experimentan los primeros síntomas a los 45 años o más. Con el inicio tardío, la enfermedad tiende a progresar más rápidamente.

Síntomas del síndrome de piernas inquietas

RLS causa una sensación incómoda en las piernas, lo que lleva a una necesidad abrumadora de moverlas. Las personas con RLS describen este sentimiento como:

  • Dolor
  • Palpitante
  • Picor
  • Tracción
  • gateando
  • Progresivo

Dos o más episodios de RLS por semana se consideran graves e incluyen otras características, como:

  • Surgiendo en reposo: Los síntomas surgen cuando está en reposo o acostado durante períodos más prolongados.
  • Ayudado por el movimiento: La incomodidad se reduce cuando mueve las piernas, como al caminar, tocar o temblar mientras está sentado.
  • patrón nocturno: Los síntomas son peores por la tarde o por la noche, mientras que las primeras horas de la mañana generalmente no presentan síntomas.
  • Problemas para dormir: Los síntomas del RLS pueden dificultar conciliar el sueño y dormir lo suficiente, y está asociado con trastornos del sueño.

Complicaciones

Vivir con RLS puede causar varias otras complicaciones debido a su impacto en el sueño, que incluye:

  • Agotamiento e incapacidad para permanecer despierto durante el día.
  • Cambios en el estado de ánimo
  • Dificultad para concentrarse
  • Problemas de memoria
  • Disminución de la productividad y el rendimiento en el trabajo o la escuela
  • Depresion y ansiedad

Mayor gravedad con el tiempo

Las personas pueden experimentar períodos sin síntomas en las primeras etapas del RLS, pero el RLS tiende a reaparecer. Este trastorno también es progresivo, lo que significa que los síntomas se vuelven más severos con el tiempo.

Trastorno de movimiento periódico de las extremidades

El trastorno de movimiento periódico de las extremidades es una afección diferente pero a menudo coexistente con el SPI, que se caracteriza por movimientos involuntarios de las extremidades y el torso durante el sueño o la vigilia. A diferencia de RLS, no hay una sensación incómoda y las personas con la afección generalmente no se dan cuenta de que se están moviendo.

Esta condición ocurre en el 80% de las personas con síndrome de piernas inquietas. Sin embargo, la mayoría de las personas con trastorno de movimiento periódico de las extremidades no experimentan SPI.

Causas

Existen varias teorías sobre las causas del síndrome de piernas inquietas. Dependiendo de si tiene RLS primario o secundario, los factores pueden surgir de forma independiente (primario) o de otras afecciones neurológicas (secundario). Si bien la causa exacta varía, lo siguiente juega un papel en el desarrollo de RLS:

  • Bajos niveles de hierro
  • Problemas de producción de dopamina
  • Genética

Aunque se desconoce la relación exacta, el SPI se asocia con niveles insuficientes de hierro en el cerebro. Esto puede afectar muchos procesos, incluido el transporte de oxígeno, la comunicación celular y el metabolismo de los neurotransmisores (los mensajeros químicos del cerebro). Como resultado, hay menos producción de dopamina y menos receptores, lo que puede afectar la función motora.

Los niveles bajos de dopamina pueden estar en la raíz de los síntomas del SPI. La disfunción entre las células productoras de dopamina en la región del cerebro medio y del tálamo, una parte del sistema límbico (que regula las emociones y las respuestas de supervivencia), puede contribuir al SPI. Esto afecta el sistema de dolor del cuerpo, lo que lleva a la incomodidad asociada con RLS.

Un historial familiar de RLS aumenta drásticamente sus posibilidades de desarrollar formas primarias y secundarias, lo que indica un fuerte componente genético. En un estudio, alrededor del 77 % de los casos estaban relacionados con la herencia. Las mutaciones en varios genes se han relacionado con un mayor riesgo. Estos reducen el metabolismo del hierro y la producción de dopamina, lo que puede provocar síntomas.

Factores de riesgo

El riesgo de desarrollar RLS es mayor entre ciertos grupos y aquellos que viven con ciertas enfermedades. Estos factores de riesgo incluyen:

  • Antecedentes familiares de SPI
  • Enfermedad renal en etapa terminal
  • Hemodiálisis, un tratamiento médico para la enfermedad renal que limpia el agua y los desechos de la sangre.
  • Privación del sueño o trastornos del sueño (especialmente apnea del sueño o ronquidos nocturnos)
  • Embarazo, especialmente en el tercer trimestre, o cambios en los niveles hormonales
  • Consumo de alcohol, nicotina o cafeína

Diagnóstico

No existe una prueba específica para el síndrome de piernas inquietas, por lo que el diagnóstico se basa en los antecedentes médicos y familiares, el estado de salud actual y los síntomas. Se pueden realizar cuestionarios y pruebas neurológicas para buscar signos de la afección, como una necesidad creciente de mover las piernas en reposo, una reducción de la incomodidad con los movimientos de las piernas, una mayor frecuencia de síntomas durante la noche y la ausencia de otras causas.

Además, es posible que le hagan análisis de sangre para detectar las causas del SPI secundario o descartar otros factores. Estos pueden identificar los factores de salud que conducen a la afección, incluida la insuficiencia renal, los niveles bajos de hierro y el embarazo.

Tratamiento

Si bien el SPI no tiene cura, algunos tratamientos pueden ayudar. Un proveedor adaptará las terapias específicas a las necesidades individuales, incluida una combinación de cambios en el estilo de vida y medicamentos. Las modificaciones en el estilo de vida incluyen:

  • Acostarse y levantarse a la misma hora todos los días
  • Con el objetivo de siete a ocho horas de descanso por noche
  • Ejercicio regular moderado, pero no excesivo.
  • Evitar la cafeína
  • Suspender el uso de ciertos antidepresivos y medicamentos contra las náuseas, bajo la aprobación y dirección de un proveedor médico

Si tiene RLS secundario, las terapias se enfocan en controlar la causa subyacente. En casos primarios, o si los síntomas persisten en casos secundarios, varias clases de medicamentos pueden ayudar a aliviar los síntomas, como:

  • precursores de dopamina: levodopa o L-dopa, Cinemet (combinación de levodopa y carbidopa)
  • Agonistas de la dopamina: reequipar (ropinirol), Mirapex (pramipexol), Neupro (rotigotina)
  • Ligandos de los canales de calcio: Neurontina (gabapentina), lírica (pregabalina), Horizante (gabapentinaenacarbil)
  • opioides: Xtampza ZR (oxicodona)
  • Benzodiazepinas: Klonopin (clonazepam), restaurar (temazepam)

Si tiene niveles bajos de hierro junto con RLS, es posible que también deba tomar suplementos de hierro.

Pronóstico

RLS no tiene cura y es una condición de por vida. Por lo general, empeora con el tiempo y puede afectar significativamente la salud mental. Hasta el 39% de las personas con RLS experimentan comorbilidades psiquiátricas, especialmente depresión y ansiedad.

Los medicamentos y los enfoques terapéuticos pueden ayudar a aliviar el impacto de los síntomas, aumentar los períodos de remisión y mejorar el sueño. Buscar una terapia y un diagnóstico oportunos es fundamental para controlar esta afección.

Albardilla

Dado que RLS puede afectar significativamente la calidad de vida, las personas con RLS pueden necesitar apoyo adicional. Las estrategias para ayudar a sobrellevar el impacto de este trastorno incluyen:

  • Apoyo social: Si ha sido diagnosticado, hable con su familia, amigos y seres queridos acerca de su condición. No tenga miedo de pedir ayuda cuando sea necesario; busque a aquellos en quienes confíe y en quienes pueda confiar.
  • Asesoramiento: La consejería individual o grupal también puede ayudar, especialmente si el RLS lo hace sentir deprimido, estigmatizado o ansioso. Su proveedor de atención médica puede recomendarle un terapeuta o consejero que pueda ayuda.
  • Ayuda en línea: Los foros en línea y los grupos de redes sociales dedicados al RLS también pueden ser útiles. Lo conectan con otras personas en su posición y pueden ayudarlo a compartir información y experiencias.
  • Organizaciones de abogados: Organizaciones sin fines de lucro, como la Fundación Síndrome de Piernas Inquietas, entre otros, pueden ser excelentes fuentes de información y apoyo. Estos grupos también promueven la concienciación y la investigación sobre terapias.

Resumen

El síndrome de piernas inquietas (SPI) es un trastorno neurológico caracterizado por una necesidad incontrolable de mover las piernas cuando está en reposo. Los síntomas del RLS, que a menudo afectan el sueño, tienden a surgir por la noche y se observan con mayor frecuencia en adultos de 45 años o más, aunque pueden afectar a personas de todas las edades. Las terapias para este trastorno incurable y crónico incluyen cambios en el estilo de vida y tomar ciertos medicamentos.

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