Saber que tiene una afección autoinmune, como la enfermedad ocular tiroidea (TED), puede ser desconcertante. Esta condición ocurre comúnmente en personas con tiroides hiperactiva, pero también puede afectar a personas con tiroides hipoactiva y algunas sin problemas de tiroides previos. El sello distintivo de este trastorno ocular es la forma distintiva en que los ojos pueden sobresalir.

La enfermedad ocular de la tiroides puede ser causada por la enfermedad de Graves, una afección autoinmune en la que el cuerpo ve su propia tiroides como extraña y la ataca con anticuerpos. El resultado puede ser una tiroides hiperactiva.

Cuando los anticuerpos atacan los músculos oculares, se puede desarrollar una enfermedad ocular tiroidea. Los síntomas pueden incluir hinchazón de la grasa y los músculos circundantes, lo que hace que los ojos sobresalgan.

Factores de riesgo

Las personas con enfermedad ocular tiroidea pueden estar en una de dos fases. Durante la fase activa inicial de esta afección, se produce inflamación y los esfuerzos se concentran en aliviar los síntomas oculares.

Tales síntomas pueden incluir:

Esta fase activa de la enfermedad ocular tiroidea generalmente puede durar de seis meses a dos años. Durante este tiempo, los síntomas pueden continuar cambiando. Los tratamientos, como las opciones quirúrgicas, se suspenden hasta que los proveedores de atención médica estén seguros de que pueden obtener resultados sólidos.

Sin embargo, en esta etapa temprana, la medicación para controlar la hinchazón y la inflamación asociadas con la afección puede tener mejores resultados. Actualmente hay un medicamento aprobado por la FDA para tratar la enfermedad ocular tiroidea, el medicamento Tepezza (teprotumumab), fabricado por Horizon Therapeutics.

Mientras tanto, el segundo período se ha denominado la fase estable. Durante este período estable, hay un alivio de los síntomas. La segunda etapa suele ser cuando los pacientes se someten a correcciones cosméticas quirúrgicas de cualquier protuberancia ocular o problemas de visión.

Opciones de tratamiento

Actualmente, existen varias opciones de tratamiento para tratar los síntomas asociados con la enfermedad ocular tiroidea.

Ojos secos

Durante la fase activa de la enfermedad, los párpados pueden apretarse y retraerse, lo que dificulta parpadear correctamente. Si el párpado no está bien cerrado y la superficie del ojo queda expuesta, puede secarse e irritarse.

Puede ayudar a aliviar esto con el uso frecuente de gotas, geles o ungüentos lubricantes para ayudar a calmar cualquier sensación de ardor. Aplicar gotas con frecuencia a lo largo del día. Guarde los geles y ungüentos más espesos para las horas nocturnas. Estos productos más espesos tienden a no evaporarse tan rápido, pero pueden causar algo de desenfoque.

Visión doble

Con la enfermedad ocular de la tiroides, los músculos responsables de mover los ojos pueden hincharse y cicatrizarse, causando visión doble. En realidad, esto puede desaparecer por sí solo. Si no, hay varias opciones diferentes para probar, que incluyen:

  • Uso de prismas en lentes de anteojos.
  • parche en el ojo
  • Uso de esteroides para mejorar los movimientos oculares.
  • Tomar Tepezza, un medicamento inhibidor del factor de crecimiento similar a la insulina, para calmar la inflamación
  • Someterse a una cirugía para realinear los ojos, una vez que los síntomas se han mantenido estables durante unos seis meses.

Protrusión del ojo

Los ojos pueden verse empujados hacia adelante en la enfermedad ocular tiroidea por la acumulación de líquido alrededor de la grasa y los músculos. Esto a veces puede desaparecer por sí solo.

Cuando no es así, una opción es el uso de la droga Tepezza, que se ha demostrado que ayuda a resolver los ojos saltones en muchos casos. Este medicamento ayuda a reducir la hinchazón y la inflamación.

También existe la posibilidad de someterse a una cirugía de descompresión ocular, en la que se extrae parte del hueso de la cavidad para crear más espacio para los tejidos oculares inflamados. Esto no solo puede ayudarlo a sentirse mejor, sino que también puede ayudarlo a devolver su apariencia a lo que era antes.

Retracción del párpado

Con la enfermedad ocular tiroidea, los párpados pueden quedar retraídos por la cicatrización y el posterior acortamiento de los músculos. Aquellos que se enfrentan a la retracción de los párpados pueden sufrir sequedad, sensibilidad a la luz y, a veces, incluso pérdida de la visión.

Los párpados retraídos también pueden mostrar más del blanco del ojo y pueden hacer que parezca que alguien está mirando. Sin embargo, una vez que la posición de los párpados se ha vuelto estable, se puede realizar una cirugía para reposicionar los párpados de manera más normal.

Pérdida de la visión

En un pequeño número de casos, la enfermedad ocular tiroidea puede provocar la pérdida de la visión. Algunas señales de que esto puede estar ocurriendo pueden ser:

  • Visión de color anormal
  • Luces que parecen más tenues
  • Visión menos aguda

Si nota algún signo de pérdida de la visión, es importante que informe a su proveedor de atención médica de inmediato. A veces, esto puede deberse a la sequedad de la superficie del ojo, que puede ocurrir si los párpados no cierran correctamente. La sequedad se puede tratar con gotas, geles o ungüentos.

También es posible que el nervio ocular se comprima si el ojo hinchado comienza a presionarlo. Se puede administrar el uso de medicamentos como gotas antiinflamatorias, esteroides o incluso radiación. A veces, el proveedor de atención médica puede recomendar una cirugía para ayudar a aliviar la presión del nervio.

Pronóstico

Determinar cómo le irá en última instancia con la enfermedad ocular tiroidea depende de su caso individual. Algunas personas tienen la suerte de tener síntomas leves, que se resuelven solos con un tratamiento mínimo. En otros casos, los pacientes deben lidiar con síntomas como visión doble o párpados retraídos, que requieren cirugía.

Estéticamente, es más posible que nunca disminuir los ojos saltones con la ayuda de medicamentos o cirugía. El resultado puede ser una apariencia con la que se sienta más cómodo y que se asemeje mucho a la apariencia que tenía anteriormente.

Afortunadamente, solo un pequeño número de personas, alrededor del 10% al 20%, se enfrentan a la enfermedad ocular tiroidea en su forma más grave. La mayoría nunca se enfrenta a la pérdida de visión relacionada. Solo ocasionalmente es necesario que los pacientes se sometan a cirugía y otras medidas para preservar su visión.

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