La sensibilidad al rechazo es un rasgo que hace que una persona espere, perciba y reaccione intensamente al rechazo, real o percibido. Por ejemplo, cosas como no responder un mensaje de texto pueden convencer a alguien con sensibilidad de rechazo de que ya no le agradan. Estos sentimientos anulan cualquier otra respuesta o explicación más lógica y pueden afectar las relaciones de todo tipo.

Las estadísticas sobre la sensibilidad al rechazo son difíciles de encontrar ya que no es un trastorno clínico. Diferentes estudios lo caracterizan de manera diferente. También se puede asociar con otros diagnósticos clínicos, incluido el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), ciertos trastornos depresivos y el autismo.

Siga leyendo para obtener más información sobre la sensibilidad al rechazo: qué es, con qué se asocia y formas de manejar mejor el rechazo.

Características de la sensibilidad de rechazo

Alguien con sensibilidad al rechazo puede:

  • Malinterpretar señales o comportamientos sociales inofensivos o levemente negativos como un rechazo flagrante.
  • Ignorar otras explicaciones o razones para el rechazo percibido, incluidas las garantías del rechazador percibido
  • Espere rechazo y reaccione exageradamente a cualquier tipo de señal social negativa.
  • Ser evitativo y ansioso en las relaciones románticas.
  • Preste más atención a todas las veces que fueron rechazados que a las veces que fueron aceptados
  • Evaluar cada interacción en busca de rechazos percibidos

Sensibilidad de rechazo frente a RSD

La sensibilidad al rechazo y la disforia por sensibilidad al rechazo (RSD) no son exactamente lo mismo, pero la sensibilidad al rechazo puede conducir a la RSD. Aunque no es un diagnóstico oficial, la RSD es un síndrome de dolor emocional intenso desencadenado por la percepción de rechazo o crítica interpersonal. Se ha asociado con el TDAH.

En personas con TDAH o autismo

Para las personas con TDAH, se cree que la RSD es una manifestación bastante común de desregulación emocional, que es parte del TDAH. No es causado por un trauma, sino que se basa en el cerebro. Las personas con RSD a menudo dicen que ha sido parte de ellos desde que tienen memoria.

La sensibilidad al rechazo no es un síntoma formal del TDAH, pero la desregulación emocional suele ser parte del TDAH.

Si bien se conoce mejor el vínculo entre el TDAH y la DSR, también se cree que existe un vínculo entre el autismo y la DSR. Los estudios cerebrales de niños con autismo han encontrado reacciones cerebrales diferentes a las de los niños no autistas cuando experimentan rechazo. Es posible que estén procesando el rechazo de manera diferente, especialmente si tienen dificultades para interpretar las señales sociales.

Papel del sistema nervioso

No hay muchos estudios sobre la disforia de rechazo y el cerebro. Se cree que aunque la sensibilidad al rechazo está presente en una variedad de trastornos de salud mental, las respuestas conductuales, emocionales y neurales específicas pueden diferir en cada trastorno. Sin embargo, en las personas con TDAH, el sistema nervioso procesa los estímulos de una manera que podría provocar una reacción exagerada ante cualquier rechazo percibido.

Se ha descubierto que el rechazo activa partes del cerebro asociadas con la atención y el procesamiento emocional, junto con la regulación emocional. Es posible que las personas con alta sensibilidad al rechazo no puedan activar estructuras en sus cerebros para regular la angustia emocional que acompaña al rechazo.

Las señales de rechazo también pueden desencadenar el sistema motivacional defensivo (DMS) en aquellos con alta sensibilidad al rechazo. Este sistema responde inconscientemente con una respuesta de evitación y de lucha o huida.

Si una persona tiene un trauma por un rechazo anterior, una estructura de su cerebro llamada amígdala ayuda al cerebro a almacenar recuerdos del trauma y otorga significado a la memoria. El dolor asociado a este rechazo cobra sentido.

El dolor emocional provoca más actividad cerebral que el dolor físico y duele más. Es por esto que las personas con alta sensibilidad al rechazo o RSD pueden sentir dolor físico al percibir el rechazo.

Si luego lo rechazan nuevamente, esto activa la amígdala, lo que hace que el dolor emocional y el trauma almacenados estallen nuevamente.

Trauma por otras causas

Para algunas personas, la sensibilidad al rechazo puede ser una respuesta al trauma. El trauma, especialmente en la infancia, puede afectar el apego, lo que puede causar una desregulación emocional. Esto puede interferir con la formación de relaciones significativas, lo que contribuye a la sensibilidad al rechazo.

También puede surgir del maltrato y rechazo infantil, la disciplina dura, el amor paterno condicional, la exposición a la violencia familiar y el abandono emocional.

La sensibilidad al rechazo complica las relaciones

La sensibilidad al rechazo puede interferir con las relaciones de varias maneras. Las personas que tienen una alta sensibilidad al rechazo pueden malinterpretar cualquier comportamiento como un rechazo hacia ellos, en lugar de pensar en cualquier otra explicación posible.

Entonces pueden actuar de manera que terminen alejando a la pareja de ellos, reforzando aún más estas interpretaciones erróneas. Creer constantemente que están siendo rechazados también puede conducir a un conflicto.

Todo esto puede conducir a una falta de felicidad en las relaciones. Algunas investigaciones han encontrado un vínculo entre la sensibilidad al rechazo y un aumento pequeño pero significativo en el riesgo de agresión hacia los demás, especialmente si están muy involucrados en sus relaciones. Se cree que esto se debe al sistema motivacional defensivo (DMS).

En situaciones en las que el rechazo es una posibilidad, la teoría DMS propone que alguien con alta sensibilidad al rechazo es más probable que actúe agresivamente en «defensa propia».

Condiciones de salud mental concurrentes

Además del TDAH y el autismo, la sensibilidad al rechazo está asociada con otras condiciones de salud mental. Estos pueden incluir:

Si está recibiendo tratamiento por alguna de estas afecciones, hable con su profesional de la salud mental acerca de sus reacciones al rechazo y la sensibilidad al rechazo. Pueden trabajar con usted para crear un plan de tratamiento adecuado a sus necesidades y ayudarlo a controlar sus reacciones emocionales.

Formas saludables de lidiar con el rechazo

El rechazo puede ser doloroso, pero existen formas saludables de lidiar con él, que incluyen:

  • Siente el dolor y reconoce cualquier pérdida.: Está bien sentirse triste o decepcionado por los rechazos, como perder una relación o un trabajo. Siente tus sentimientos para que luego puedas superarlos.
  • Replantear la situación: Las personas con sensibilidad al rechazo tienden a culparse a sí mismas y toman cualquier desaire como un gran rechazo. Reformule la situación de una manera que no se culpe a sí mismo. Tal vez la otra persona simplemente estaba demasiado ocupada; está bien, ahora puedes hacer lo que quieras. Al dar un paso atrás y reformular un rechazo, puede minimizar su impacto emocional.
  • Aproveche esto como una oportunidad para volverse resistente y recuperarse.: El rechazo le sucede a todos en varios momentos a lo largo de sus vidas. Lo que importa es si dejan o no que los descarrile.
  • Sigue adelante: No permita que un rechazo por un trabajo o un lugar en un equipo deportivo descarrile sus objetivos. Sigue exponiéndote y arriesgándote.

Si el rechazo es un problema persistente, hable con un terapeuta. Ellos pueden ayudarte a desarrollar algunas herramientas para sobrellevarlo de manera saludable.

Resumen

Si bien el rechazo suele ser doloroso, para algunas personas el dolor es tan intenso y tan extremo que supera la típica respuesta emocional. Esta es la sensibilidad de rechazo. A menudo se asocia con condiciones de desarrollo neurológico y de salud mental como el TDAH, el autismo y la depresión, pero también puede ocurrir por sí solo.

Si bien su reacción al rechazo es dolorosa, existen formas de lidiar con el rechazo que pueden ayudarlo a controlar sus sentimientos hasta que desaparezcan.

Una palabra de MEDSALUD

La sensibilidad al rechazo es muy real. Saber más sobre la sensibilidad al rechazo o RSD puede ayudarlo a reconocer lo que está sucediendo y brindarle un marco desde el cual abordar sus emociones. Si le causa angustia, pídale a su proveedor de atención médica que lo remita a un profesional de salud mental para que lo ayude con la sensibilidad al rechazo.

Preguntas frecuentes

  • ¿Cómo se sienten las personas con sensibilidad al rechazo?

    La RSD es muy dolorosa, casi hasta el punto del dolor físico, en el que una persona puede sentir como si le hubieran dado un puñetazo. Los sentimientos sobre el rechazo real o percibido son mucho más intensos con RSD que una respuesta emocional típica. Casi puede sentirse insoportable para una persona.

  • ¿Se puede tener disforia de sensibilidad al rechazo sin TDAH?

    Sí tu puedes. Si bien la disforia por sensibilidad al rechazo se asocia con el TDAH, también se asocia con otras afecciones de salud mental (aunque no siempre).

  • ¿Qué puedes hacer por una pareja con trauma de rechazo?

    «Trauma de rechazo» es un término usado para describir el los efectos de crecer en un ambiente de constante rechazo. Vivir con el trauma del rechazo puede ser un reto y puedes ayudar a tu pareja a superarlo. (También debe participar un terapeuta profesional; solo puede hacer mucho).

    Muéstrale a tu pareja que te preocupas por ella y que eres un apoyo estable para ella. Muéstrese constantemente para ellos. Hágales saber que los aprecia y que son valorados. Mantenga una comunicación abierta para minimizar los malentendidos.

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