Las dietas bajas en carbohidratos son populares y controvertidas al mismo tiempo. Cuando no se usa con una nutrición general adecuada en mente, una dieta baja en carbohidratos puede tener efectos en la salud a largo plazo. Entre ellos se encuentran un mayor riesgo de gota, una forma de artritis y osteoporosis.
Dietas Populares
Las dietas bajas en carbohidratos vienen en muchas variedades, y las palabras de moda «bajas en carbohidratos» se encuentran en muchas etiquetas de alimentos.
Las dietas bajas en carbohidratos que han generado mucha publicidad incluyen:
- Dieta Atkins
- Dieta para adictos a los carbohidratos
- Dieta de South Beach
- ¡Busters de azúcar!
- Dieta de la zona
- Dieta paleo
La publicidad ha sido tanto favorable como desfavorable. Los informes de éxito en la pérdida de peso a corto plazo y niveles mejorados de colesterol bueno (HDL) y triglicéridos son comunes. Por otro lado, los informes de posibles consecuencias negativas para la salud muestran la desventaja de estas dietas.
Algunos médicos, nutricionistas, investigadores y otros profesionales de la salud han cuestionado la seguridad de las dietas bajas en carbohidratos.
Cómo trabajan ellos
El concepto básico detrás de una dieta baja en carbohidratos es que los carbohidratos promueven la producción de insulina, que a su vez promueve la acumulación de grasa.
La teoría es:
- Una ingesta diaria más baja de carbohidratos hace que el cuerpo queme los carbohidratos almacenados para obtener energía.
- A medida que ocurre este proceso de quemar carbohidratos almacenados (también conocido como glucógeno), se libera agua y sigue la pérdida de peso.
- El cuerpo también comienza a quemar grasa para obtener energía.
Tal dieta se denomina dieta «cetogénica» porque provoca una acumulación de cetonas (subproductos de la oxidación de grasas) en el torrente sanguíneo, que son eliminadas por los riñones.
En un estado de lo que se ha llamado cetosis perpetua o cetosis dietética benigna, una persona pierde peso sin importar cuántas calorías se consuman de grasas y proteínas.
Efectos sobre la salud a largo plazo
Se están investigando los riesgos y las consecuencias a largo plazo de una dieta baja en carbohidratos y aún no existe evidencia definitiva o concluyente.
En comparación con Directrices nacionales para la nutrición y la pérdida de peso., algunas dietas bajas en carbohidratos contienen altas cantidades de grasas saturadas, proteínas animales y colesterol. Al mismo tiempo, carecen de nutrientes, fibra y carbohidratos complejos considerados necesarios para mantener una buena salud.
Los expertos en salud que expresan su preocupación por la seguridad a largo plazo sugieren que algunas dietas bajas en carbohidratos pueden aumentar el riesgo de ciertas enfermedades, como:
Dietas bajas en carbohidratos y gota
La gota es uno de los tipos de artritis más dolorosos. La correlación sugerida entre una dieta baja en carbohidratos y un mayor riesgo de gota parece obvia.
La gota es causada por un exceso de ácido úrico en el cuerpo. Los alimentos ricos en purinas (es decir, carne, aves, mariscos, nueces, huevos, etc.) se descomponen posteriormente en ácido úrico en el cuerpo. Dado que muchas dietas bajas en carbohidratos enfatizan las grasas y las proteínas, especialmente de origen animal, las personas que siguen una dieta baja en carbohidratos pueden comer suficientes purinas para desencadenar un ataque de gota.
Dietas bajas en carbohidratos y osteoporosis
La osteoporosis es una condición que se caracteriza por la pérdida de la densidad normal de los huesos, lo que resulta en huesos quebradizos, que están sujetos a fracturas. El proceso de la enfermedad puede ser silencioso (sin síntomas) durante décadas.
Existe un riesgo potencial mayor de osteoporosis con una dieta baja en carbohidratos en la que puede producirse una pérdida de calcio si la ingesta de proteínas sigue siendo alta y la ingesta de calcio sigue siendo baja. La relación entre la ingesta de proteínas animales y vegetales también puede contribuir a la pérdida ósea. Si bien la investigación en ratas y ratones ha mostrado pérdidas en la densidad ósea asociadas con dietas bajas en carbohidratos (como en este estudio 2017por ejemplo), pequeños estudios en humanos no han respaldado la asociación.
Beneficios de una dieta baja en carbohidratos
Si bien los carbohidratos pueden ser una parte importante de una dieta saludable, algunos carbohidratos pueden ser más saludables que otros. Puede ayudar a mejorar su salud limitando los carbohidratos refinados simples que no son buenas fuentes de fibra y nutrientes.
Los carbohidratos refinados simples, a veces llamados «carbohidratos malos», son los que se encuentran en alimentos como el pan blanco, el arroz blanco, la pasta y los pasteles. Estos carbohidratos simples se descomponen fácilmente y pueden provocar un rápido aumento del azúcar en la sangre. Comer demasiados de estos carbohidratos puede provocar un aumento de peso y aumentar el riesgo de problemas de salud como la diabetes.
Sin embargo, no todos los alimentos con carbohidratos simples son malos para usted. Los carbohidratos simples también se pueden encontrar en los alimentos integrales que brindan las vitaminas, los minerales y la fibra que su cuerpo necesita. Estos incluyen frutas, verduras y productos lácteos.
Los carbohidratos complejos, también conocidos como «carbohidratos buenos», se digieren lentamente, por lo que el nivel de azúcar en la sangre aumenta más gradualmente. Se pueden encontrar en cereales integrales, como el arroz integral y la avena, que ayudan a proteger contra la diabetes y las enfermedades cardíacas.
Los estudios muestran que llevar una dieta moderadamente baja en carbohidratos puede ayudar a mejorar la salud del corazón si las fuentes de proteínas son bajas en grasas saturadas.
Una palabra de MEDSALUD
Como es evidente al analizar los datos de prevalencia de la obesidad, la pérdida de peso es un problema importante. Sin embargo, es importante darse cuenta de que no todas las dietas son saludables y algunas pueden tener graves consecuencias para la salud a largo plazo.
Debe analizar su situación general de salud con su proveedor de atención médica antes de elegir un plan para perder peso. Juntos, pueden revisar su historial de salud personal y sus opciones para que puedan hacer todo lo posible para evitar los efectos adversos de un plan de pérdida de peso en particular.