El asma se diagnostica en función de sus síntomas, un examen físico y varias pruebas, incluidas pruebas de función pulmonar para evaluar la respiración. Debido a que los síntomas reveladores del asma son comunes en otras afecciones respiratorias, también puede ser necesario un diagnóstico diferencial para descartar otras causas además del asma.

Este artículo discutirá los diversos tipos de pruebas que pueden ser parte de un estudio de diagnóstico para el asma.

Autocomprobaciones / Pruebas en el hogar

El asma no es una enfermedad que se pueda autodiagnosticar. Pero familiarizarse con los síntomas más comunes puede alertarlo sobre la posibilidad de que usted o su ser querido tengan asma, en particular:

Si desarrolla estos síntomas y se vuelven persistentes, programe una cita para ver a su proveedor de atención médica o a un neumólogo (un médico que se especializa en enfermedades respiratorias).

Trate de llevar un registro de sus síntomas, incluso cuándo y dónde ocurren. Esto puede ayudar a revelar un patrón de ataques de asma que puede ayudar a precisar su diagnóstico y los posibles desencadenantes del asma.

Examen físico

Para diagnosticar el asma, su proveedor de atención médica comenzará preguntándole sobre su historial médico y problemas de salud actuales. El asma es especialmente común en personas que tienen condiciones atópicas como fiebre del heno (rinitis alérgica) o dermatitis atópica.

Su historial de salud familiar también será importante, ya que el asma tiende a darse en familias.

Querrán tantos detalles sobre sus síntomas como usted pueda proporcionar. Es por eso que mantener un registro de sus síntomas es invaluable. Además, comparta con el proveedor de atención médica cualquier cambio que haya realizado en su vida diaria que pueda haber sido provocado por los síntomas del asma.

El siguiente paso para diagnosticar el asma probablemente sea un examen físico que se centre en su respiración. El proveedor de atención médica escuchará atentamente si hay sibilancias, que no siempre están presentes en las personas con asma, pero si ocurre durante su cita, proporcionará una pista sólida sobre su diagnóstico.

Pruebas de función pulmonar

Si su proveedor de atención médica encuentra signos de asma, es probable que realice una prueba de función pulmonar para obtener más información sobre el tipo y la gravedad de su afección.

Espirometría

Espirometría es la prueba de función pulmonar más común. Para hacer esta prueba, se coloca una boquilla en la boca y una pinza en la nariz. Luego respira en un tubo conectado a un pequeño dispositivo llamado espirómetro.

Este dispositivo mide dos cosas:

Si sus resultados muestran una función pulmonar reducida, su técnico puede darle un medicamento llamado broncodilatador para abrir sus vías respiratorias. Luego volverá a realizar la prueba para ver si su función pulmonar mejora. Si la medicación provoca un aumento del flujo de aire del 12%, es una indicación de que el asma es la causa de los síntomas.

La espirometría es la principal prueba para detectar y medir la obstrucción de las vías respiratorias asociada al asma.

Prueba del medidor de flujo espiratorio máximo

La tasa de flujo espiratorio máximo (PEFR, por sus siglas en inglés) es una medida de la fuerza con la que puede expulsar el aire de sus pulmones. Esto se mide con un dispositivo portátil simple llamado medidor de flujo máximo. Un PEFR normal es del 80 % o más de lo que se predice para la persona que se somete a la prueba.

Prueba de óxido nítrico fraccionado exhalado (FeNO)

Si después de las pruebas de rutina, el diagnóstico de asma no es seguro, se puede realizar una prueba de óxido nítrico exhalado fraccionado. Esta prueba a menudo se denomina simplemente prueba de FeNO.

Una prueba de FeNO utiliza un dispositivo portátil para medir la cantidad de óxido nítrico que exhala. Tener un alto nivel de óxido nítrico en el aire exhalado a menudo significa que las vías respiratorias están inflamadas (hinchadas).

Requisitos para el diagnóstico de asma

Un diagnóstico de asma requiere:

  1. Presencia de síntomas compatibles con asma como tos, sibilancias o dificultad para respirar.
  2. Medición objetiva de la disminución del flujo de aire en los pulmones que mejora parcial o completamente de forma espontánea o con tratamiento.

Pruebas de provocación

Si su médico quiere ver cuán sensibles son sus pulmones, es posible que le soliciten que realice una prueba de provocación. Estas pruebas también se denominan broncoprovocación desafíos o pruebas.

Te harán una prueba de respiración (espirometría) antes y después de cada desafío. Esto le permite a su proveedor de atención médica ver si su función pulmonar cambia y, de ser así, en qué medida. Las pruebas de provocación más comunes son:

  • Retos de ejercicio: Durante un desafío de ejercicio, se le pedirá que camine o trote en una caminadora. Un técnico medirá su función pulmonar durante una prueba de ejercicio antes, durante y después del ejercicio. Si su capacidad respiratoria disminuye en un 10 % o más después de hacer ejercicio, es probable que tenga broncoconstricción (BEI).
  • Desafíos irritantes: Durante una prueba irritante, un técnico lo expone a un desencadenante de asma para ver si sus vías respiratorias reaccionan. Los desencadenantes potenciales incluyen el perfume o el humo.
  • Desafío de metacolina: Durante esta prueba, inhalará dosis crecientes de un fármaco inhalado llamado metacolina. Si su función pulmonar se reduce en un 20 % o más desde la línea de base, es posible que tenga asma. Esta prueba se utiliza cuando la sospecha es alta, pero la espirometría es ambigua o normal.

Si sus vías respiratorias se tensan durante cualquiera de estas pruebas, se le administrará un broncodilatador de acción rápida para reabrirlas.

Pruebas de imagen

La mayoría de las personas con asma tienen radiografías de tórax normales, pero algunos proveedores de atención médica las solicitan para pacientes que experimentan sibilancias por primera vez. Esto se debe a que si el asma no se ha diagnosticado durante mucho tiempo, una radiografía de tórax puede revelar hiperinflación (pulmones demasiado inflados).

Diagnósticos diferenciales

Debido a que las sibilancias pueden ser síntomas de otras enfermedades además del asma, es posible que su proveedor de atención médica deba descartarlas para diagnosticar definitivamente el asma:

  • Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE): la ERGE puede provocar sibilancias y tos; también es comúnmente responsable de los síntomas nocturnos. Los pacientes suelen experimentar una dolorosa sensación de ardor, así como un sabor agrio o amargo en la parte posterior de la boca.
  • Insuficiencia cardíaca congestiva: Esta es una condición en la que la bomba del corazón falla y no puede proporcionar un suministro de sangre adecuado. Además de los síntomas parecidos al asma, puede haber hinchazón en ambas piernas y dificultad para respirar al estar acostado.
  • Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC): Una diferencia significativa entre la EPOC y el asma es que la EPOC a menudo se caracteriza por una tos matutina, mientras que los síntomas del asma pueden ocurrir en cualquier momento y, a menudo, solo después de la exposición a los desencadenantes.
  • Embolia pulmonar (EP): La aparición repentina de dificultad para respirar y dolor en el pecho es el síntoma más común de la EP, pero la afección a veces causa sibilancias que inicialmente podrían confundirse con asma.
  • Fibrosis quística (FQ): Los pacientes con FQ tendrán sibilancias, además de dificultad para respirar y tos. Sin embargo, esta enfermedad crónica también se asocia con un crecimiento deficiente y varios otros problemas en la primera infancia.

Resumen

Si tiene síntomas persistentes de sibilancias, tos, dificultad para respirar y opresión en el pecho, debe consultar a un proveedor de atención médica para que lo revise. Es probable que tomen su historial médico, le hagan un examen físico y le hagan una serie de pruebas de respiración para ver qué tan bien puede entrar y salir el aire de sus pulmones. Por lo general, esto es suficiente para diagnosticar el asma, pero en algunos casos, también se pueden realizar pruebas de diagnóstico por la imagen, como una radiografía.

Debido a que el asma es una enfermedad progresiva, que puede empeorar sin tratamiento, es imperativo consultar a un proveedor de atención médica tan pronto como aparezcan los síntomas. Un diagnóstico temprano es clave para un tratamiento efectivo y para evitar que la enfermedad interfiera con su calidad de vida.

Preguntas frecuentes

  • ¿Cuándo se diagnostica con mayor frecuencia asma a los niños?

    Alrededor del 80% del asma se desarrolla antes de los 6 años. Sin embargo, cuando los niños con asma llegan a la adolescencia, la remisión es común.

  • ¿Se puede desarrollar asma en la edad adulta?

    Sí. De hecho, hasta la mitad de los adultos con asma la desarrollan después de la niñez. El riesgo aumenta con la edad y, a diferencia del asma infantil, la remisión es rara.

  • ¿Cuál es la diferencia entre el asma y la broncoconstricción inducida por el ejercicio?

    En la broncoconstricción inducida por el ejercicio (EIB), las personas experimentan constricción de las vías respiratorias solo cuando hacen ejercicio. Por el contrario, el asma es una condición crónica.

    Un alergólogo puede ayudarlo a determinar si los síntomas que experimenta durante la actividad física están relacionados con alergias (como el polen o el pasto), irritantes en el aire (como la contaminación), EIB o asma subyacente.

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