Los primeros síntomas de la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) incluyen dificultad para hablar y debilidad muscular, que eventualmente progresa a parálisis y muerte. Aunque la ELA afecta más a los hombres que a las mujeres, algunos factores pueden aumentar las posibilidades de que las mujeres contraigan la enfermedad a una edad más temprana.

Este artículo analiza la ELA en mujeres, incluidos los síntomas, las causas y el pronóstico.

¿Qué tan común es la ELA en las mujeres?

La ELA es aproximadamente un 20 % más común en hombres que en mujeres y es más probable que ocurra en personas que tienen entre 40 y 70 años. Un estudio reciente sugiere que ciertos factores podrían ser responsables de que las mujeres contraigan la enfermedad más temprano que tarde. Estos factores incluyen:

  • Menopausia precoz: a las mujeres que pasan por la menopausia antes de los 50 años se les diagnosticó ELA seis años antes que a las mujeres que se volvieron posmenopáusicas después de los 50.
  • Menarquia tardía: las mujeres que comenzaron su período después de los 12 años tenían más probabilidades de ser diagnosticadas antes con ELA.
  • Embarazo tardío o sin embarazo: las mujeres que no habían experimentado un embarazo o quedaron embarazadas después de los 30 años tenían un mayor riesgo de un diagnóstico temprano de ELA.
  • Obesidad: un índice de masa corporal (IMC) más alto a los 40 años se correlacionó con un mayor riesgo de ELA temprana en comparación con las mujeres con un IMC bajo o promedio.
  • Estilo de vida: las mujeres que fumaban experimentaron un diagnóstico de ELA más temprano que sus contrapartes.

Algunos investigadores concluyen que las hormonas sexuales como el estrógeno y la progesterona pueden proteger contra la ELA. Eso explica por qué las mujeres que alcanzan la menopausia a una edad temprana pueden correr un mayor riesgo de contraer ELA antes.

¿Cómo afecta la ELA al cuerpo?

Las neuronas motoras (células nerviosas) llevan mensajes desde el cerebro, el tronco encefálico y la médula espinal a los músculos. Las neuronas motoras controlan el movimiento voluntario del cuerpo. Por razones que no se comprenden del todo, la ELA daña y destruye las neuronas motoras.

Cuando los músculos no pueden recibir mensajes de las células nerviosas destruidas, ya no funcionan correctamente. Por lo tanto, los músculos se vuelven débiles, rígidos y atrofiados (descompuestos). Eventualmente, los músculos dejan de funcionar por completo, lo que resulta en parálisis. Este proceso es el mismo tanto en hombres como en mujeres.

ALS, sin embargo, no afecta la fertilidad o la salud reproductiva; por lo tanto, las mujeres con ELA pueden quedar embarazadas. Debido a que la ELA no afecta el útero, la mayoría de los nacimientos tienen buenos resultados. No hay contraindicación para amamantar con ELA; puede ser necesaria ayuda para colocar y sostener al bebé.

Funciones afectadas por la ELA

  • Hablando

  • Masticación

  • Tragar

  • Respiración

  • movimiento de todos

    extremidades

Funciones no afectadas por ALS

  • Cerebro

  • Sentidos

  • Digestión

  • Micción

  • Intestinos

  • función sexual

Causas de la ELA

La ELA es una enfermedad complicada categorizada como esporádica o familiar. La ELA esporádica (SALS) ocurre en más del 90% de todos los casos de ELA. Aunque no está directamente relacionado con antecedentes familiares o causas ambientales, es probable que haya un componente genético. La ELA familiar (FALS) es responsable del 5 al 10 % de los casos de ELA y es una afección hereditaria.

Aunque la causa de la ELA esporádica y familiar es similar en ambos sexos, los factores ambientales pueden contribuir a que las mujeres desarrollen ELA antes en la vida.

Genética

Los genes se heredan de cada padre y son responsables de características específicas, como el color de los ojos. Las mutaciones en los genes pueden provocar enfermedades como la ELA. Los genes responsables de FALS se pueden transmitir a la descendencia, lo que da como resultado una probabilidad del 25 al 50 % de contraer FALS.

Algunas mutaciones genéticas asociadas con ALS incluyen C9ORF72, SOD1, TARDBP y FUS. Aunque los investigadores no entienden del todo por qué las alteraciones genéticas causan la ELA, creen que las mutaciones interrumpen el funcionamiento de proteínas específicas en el cuerpo, lo que provoca anomalías.

Ambiente

Importante para las mujeres, los científicos han descubierto que la exposición a contaminantes persistentes interrumpe los procesos del sistema endocrino, que es responsable de producir hormonas sexuales. La disminución de las hormonas sexuales puede hacer que las mujeres desarrollen ELA antes en la vida. Se necesita más investigación para comprender la causa de la ELA en las mujeres.

Otros factores ambientales que podrían contribuir a la ELA incluyen:

  • Beta-metilamino-l-alanina: un aminoácido no proteico producido en el medio ambiente
  • Toxinas: Radiación, metales, solventes y campos electromagnéticos.
  • Guerra: los veteranos tienen una mayor incidencia de ELA
  • pesticidas
  • virus
  • Ejercicio

Síntomas de ELA en mujeres

Las mujeres tienen más probabilidades de tener ELA de inicio bulbar en comparación con los hombres. Esto significa que los síntomas aparecen primero en la cara y el cuello, afectando el habla y la deglución. La ELA de inicio bulbar tiende a ser más agresiva que la ELA de inicio en las extremidades.

Primeros signos

Los síntomas de la ELA en las mujeres pueden ser graduales y afectar solo un lado del cuerpo. Los primeros síntomas incluyen:

  • Espasmos musculares en la cara, el cuello o la lengua
  • Fatiga
  • Respiración dificultosa
  • habla arrastrada
  • Problemas para masticar o tragar

Signos posteriores

A medida que avanza la ELA, los síntomas afectan ambos lados del cuerpo e incluyen todos los músculos voluntarios. Los signos tardíos incluyen:

  • Pérdida completa de movimiento.
  • Necesidad de un ventilador para respirar
  • Incapacidad para hablar, masticar o tragar

Incluso durante la última etapa de la ELA, el cerebro a menudo permanece intacto a menos que haya demencia frontotemporal (FTD).

Perspectivas para mujeres con ELA

El pronóstico para las mujeres con ELA depende de la persona y de la gravedad de la enfermedad. La mayoría de las personas con ELA sobreviven de dos a cinco años después del diagnóstico; sin embargo, algunas mujeres pueden vivir hasta 10 años o más con la enfermedad. Los científicos continúan trabajando para comprender la causa de la ELA con la esperanza de desarrollar mejores medicamentos para tratarla.

Si es una mujer que experimenta debilidad muscular, dificultad para tragar o dificultad para pronunciar palabras, es vital que su proveedor de atención médica la evalúe de inmediato. La ELA en las mujeres puede comenzar con cambios sutiles que a menudo se pasan por alto. El diagnóstico y el tratamiento temprano son imprescindibles para vivir una vida más larga. Aunque no existe una cura para la ELA, es importante mantener la calidad de vida mientras se controla la enfermedad.

Resumen

Aunque los hombres tienen más probabilidades de ser diagnosticados con ELA, algunos factores hacen que esta enfermedad sea exclusiva de las mujeres. Además de las consideraciones genéticas y ambientales, las hormonas sexuales femeninas también pueden desempeñar un papel en el desarrollo de la ELA. La dificultad para hablar, tragar o respirar suele ser un signo temprano. El pronóstico para las mujeres con ELA depende de la gravedad de la enfermedad; sin embargo, la muerte generalmente ocurre de dos a cinco años después del diagnóstico.

Preguntas frecuentes

  • ¿Cuándo suelen aparecer por primera vez los síntomas de la ELA?

    Los primeros síntomas de la ELA pueden ser sutiles y pasarse por alto, pero a medida que avanza la enfermedad, los síntomas se vuelven más reconocibles. Las personas entre 40 y 65 años son más susceptibles a la ELA.

  • ¿Qué otras enfermedades pueden confundirse con la ELA?


  • ¿Puedes comprobar tú mismo si tienes ELA?

    Si bien no hay manera de comprobar si tiene ELA, informar los cambios en la fuerza y ​​el tamaño de los músculos, junto con los cambios en el habla o la respiración, puede ayudar a su proveedor de atención médica a identificar la ELA.

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