Subluxación y dislocación articular
Las erosiones articulares, que son visibles en la radiografía, se asocian con movilidad y función articulares limitadas. A medida que la articulación se erosiona y el cartílago se daña, el contacto de hueso con hueso puede ser el doloroso resultado final.
El daño severo al cartílago, los tendones, los ligamentos y el hueso puede hacer que las articulaciones se vuelvan inestables. La inestabilidad articular puede provocar una subluxación o, con menos frecuencia, una luxación.
Si bien muchas articulaciones pueden deformarse o subluxarse debido a la AR, los dedos de los pies se encuentran entre los más comunes. El dolor, el daño y las limitaciones funcionales asociados a menudo conducen a una pérdida de movilidad.
Las personas que han tenido AR durante más de una década corren el riesgo de desarrollar una afección llamada mielopatía cervicalen el que las articulaciones de la columna pueden dislocarse y ejercer presión sobre el tronco encefálico, la médula espinal y las raíces de los nervios espinales. Este es un problema poco común pero grave que debe corregirse con cirugía para evitar daños permanentes.