disartria Es un trastorno motor del habla en el que los músculos que ayudan a producir el habla están debilitados, dañados o paralizados. Una persona con esta condición no tiene control sobre su laringe o lengua. También pueden arrastrar las palabras o tener un habla entrecortada o entrecortada.

Las personas con disartria a veces nacen con otra afección que la provoca, o pueden experimentar una lesión o enfermedad que la provoque más adelante en la vida. Muchas de estas condiciones son manejables y hay formas de mejorar el habla en personas con disartria.

Este artículo cubrirá los tipos de disartria y sus síntomas y causas. También analiza el tratamiento, el diagnóstico y cuándo buscar tratamiento.

Tipos de disartria

El tipo de disartria que una persona puede tener y los síntomas que experimenta dependen de la parte del cerebro afectada. Según el Handbook of Clinical Neurology (HCN), existen seis tipos principales de disartria, que incluyen los siguientes:

  • disartria flácida: El daño al sistema nervioso periférico (SNP) puede provocar disartria flácida. El SNP conecta su cerebro y su médula espinal (el sistema nervioso central) con el resto de su cuerpo. El daño al SNP puede resultar de un tumor del tronco encefálico o espinal, una lesión cerebral traumática o una cirugía de daño de la columna.
  • Disartria espástica: Con este tipo de disartria, la parte del cerebro que controla el movimiento se daña. Esto conduce a problemas del habla, debilidad muscular generalizada y reflejos anormales.
  • Disartria atáxica: Las personas con disartria atáxica a menudo han sufrido cerebelo daño. El cerebelo es la parte del cerebro que regula el movimiento y procesa la información sensorial.
  • Disartria hipercinética: Esta disartria ocurre cuando una parte específica del cerebro, el circuito de control de los ganglios basales, está dañado. Los ganglios basales tienen muchas funciones, incluido el movimiento muscular involuntario. Disartria hipercinética provoca una producción impredecible del habla, espasmos musculares, temblores y movimientos espasmódicos o agitados involuntarios. Es común en personas con la enfermedad de Huntington o el síndrome de Tourette.
  • Disartria hipocinética: Este tipo de disartria también afecta al circuito de control de los ganglios basales. Se ve comúnmente en personas con la enfermedad de Parkinson y causa un habla monotonal, tartamudeo o dificultad para hablar, dificultad para comenzar oraciones y problemas para pronunciar los sonidos de las consonantes. También es conocido por causar una reducción del movimiento de la cara y el cuello, temblores, espasmos musculares y problemas para tragar.
  • disartria mixta: Si a alguien se le diagnostica disartria mixta, hay dos o más tipos de disartria presentes. Por ejemplo, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) causa disartria espástica-flácida. También es común en personas que han tenido múltiples accidentes cerebrovasculares. La disartria mixta es el tipo más común de disartria y los síntomas dependerán de los tipos involucrados.

También es posible que a alguien se le diagnostique disartria indeterminada. En tal caso, los síntomas apuntan a disartria pero no se ajustan a ningún tipo identificado.

Síntomas de la disartria

Los síntomas dependerán del tipo de disartria que tenga. Algunos tipos causarán síntomas más graves.

En general, los síntomas de la disartria pueden incluir:

  • Habla arrastrada, nasal, entrecortada, robótica o monótona
  • Una voz ronca o tensa
  • Discurso muy bajo o muy alto
  • Problemas con el ritmo del habla, como dudas frecuentes o habla rápida
  • Problemas con el movimiento de la lengua, los labios o la mandíbula
  • Disfagia (dificultad para tragar) y babeo como resultado de la disfagia

Debido a los síntomas, una persona con disartria puede ser más difícil de entender.

La disartria, por sí sola, generalmente no afecta la capacidad o el desarrollo intelectual, pero sus posibles causas sí podrían hacerlo. Los problemas del habla también pueden afectar las interacciones de una persona en el trabajo, las oportunidades educativas y las situaciones sociales.

Causas de la disartria

La disartria puede ser congénita o adquirida. Las condiciones congénitas están presentes al nacer, mientras que las condiciones adquiridas pueden ocurrir a cualquier edad debido a una enfermedad o lesión.

Cuando la disartria es congénita, puede haber sido causada por un daño cerebral que ocurre antes o después del nacimiento. La disartria congénita es común en la niñez con parálisis cerebral.

La disartria adquirida es el resultado de un daño cerebral que ocurre más adelante en la vida. Los ejemplos pueden incluir un derrame cerebral, una lesión en la cabeza o una enfermedad neurológica progresiva como el Parkinson. Las condiciones de disartria adquirida son comunes en adultos.

Además de las enfermedades congénitas y las condiciones neurológicas progresivas, la disartria puede ser una complicación de otras condiciones de salud, que incluyen:

  • Enfermedades desmielinizantes (aquellas que dañan la vaina de mielina que rodea las fibras nerviosas en el sistema nervioso central) y enfermedades inflamatorias, como la esclerosis múltiple, la meningitis y el síndrome de Guillain-Barré
  • Enfermedades infecciosas, incluido el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob y el herpes zoster
  • Enfermedades neoplásicas, incluidos tumores del sistema nervioso central o tumores cerebrales, cerebelosos o del tronco encefálico
  • Enfermedades tóxicas o metabólicas, como el botulismo y la enfermedad de Wilson
  • Enfermedades vasculares, incluidos accidentes cerebrovasculares y malformaciones arteriovenosas

Una lesión cerebral traumática, una fractura de cráneo y un traumatismo en el cuello también pueden provocar disartria.

¿Qué medicamentos pueden causar disartria?

Hay medicamentos que pueden provocar disartria como efecto secundario de su uso. Estos incluyen medicamentos que actúan sobre el sistema nervioso central, como narcóticos y medicamentos anticonvulsivos como Dilantin (fenitoína) y Tegretol (carbamazepina).

Alguno fármacos antipsicóticos también podría afectar el habla y provocar disartria. Un estudio de 2015 analizó a 140 pacientes con risperidona (92), olanzapina (28), aripiprazol (14) y clozapina (6) durante tres meses o más. Aquí, los investigadores encontraron que la duración del uso y el efecto de algunos medicamentos antipsicóticos pueden afectar el paladar (techo de la boca) y la función respiratoria, lo que provoca problemas del habla.

También se encontró que los medicamentos estudiados afectan las proporciones armónicas de ruido (una medida de los componentes de los sonidos del habla) y podrían conducir a síntomas extrapiramidales. Los síntomas extrapiramidales incluyen contracciones musculares involuntarias, temblores, rigidez muscular y movimientos faciales involuntarios.

Cómo tratar la disartria

El tratamiento para la disartria dependerá del tipo, la gravedad y la causa subyacente. El tratamiento de la disartria puede ayudar a mejorar el habla de una persona. Si la disartria ha sido causada por un medicamento recetado, cambiar o suspender el medicamento podría resolver o reducir los problemas del habla.

El tratamiento principal para la disartria es la terapia del habla y del lenguaje. Con la ayuda de un terapeuta del habla, es posible que pueda recuperar su habla normal y mejorar la comunicación.

Un logopeda puede ayudarte a trabajar en:

  • Ralentización del habla
  • Usar la respiración para aumentar el volumen del habla
  • Fortalecimiento de los músculos de la boca.
  • Utilizar más los labios y la lengua
  • Aprender a decir más claramente los sonidos de las consonantes en palabras y oraciones
  • Métodos para comunicarse, como computadoras, escritura o gestos.

¿Existen pruebas para diagnosticar la causa de la disartria?

Un proveedor de atención médica realizaría un examen físico, un historial médico, imágenes y otras pruebas para explorar la causa subyacente de la disartria. Es posible que lo deriven a especialistas para un diagnóstico y tratamiento adicionales.

Un patólogo del habla y el lenguaje puede evaluar el habla de una persona para determinar qué tipo de disartria podría tener. Una vez que se realiza el diagnóstico, este especialista puede sugerir opciones de tratamiento o derivarlo a un neurólogo (especialista en afecciones del sistema nervioso central) que buscará una causa subyacente de su disartria.

La evaluación de la disartria incluye:

  • Historial médico, incluida información sobre los síntomas y su aparición, los medicamentos que toma actualmente, antecedentes familiares, informes familiares sobre signos y síntomas, e identificación de barreras y factores desencadenantes relacionados con los problemas del habla.
  • Evaluaciones de tareas de movimiento y lenguaje, que incluyen repetir palabras y oraciones, sacar la lengua, morderse los labios o apagar una vela
  • Pruebas de diagnóstico, incluidas imágenes por resonancia magnética (IRM) o tomografías computarizadas (TC) del cuello y el cerebro, pruebas de deglución, pruebas de función muscular y nerviosa, y análisis de sangre para buscar infección o inflamación

Cuándo ver a un proveedor de atención médica

Si tiene problemas del habla, debe comuníquese con su proveedor de atención médica. Su proveedor puede realizar pruebas para ayudar a determinar el origen de sus síntomas y si es necesario un tratamiento.

Resumen

La disartria es un trastorno motor del habla que ocurre debido a la debilidad de los músculos necesarios para producir el habla o debido a daños en el sistema nervioso. Puede afectar la capacidad de una persona para producir y comprender el lenguaje.

Muchas condiciones congénitas y adquiridas pueden provocar disartria. También podría ser un efecto secundario de algunos medicamentos, incluidos los antipsicóticos y los medicamentos anticonvulsivos.

Debe comunicarse con su proveedor de atención médica si experimenta signos de disartria. Un patólogo del habla puede ayudar a diagnosticar la disartria de una persona y derivarlo a un neurólogo si es necesario.

Si la medicación es la fuente de los síntomas, puede ser útil suspender el fármaco o reducir la dosis. La disartria generalmente se maneja con terapia del habla y abordando las causas subyacentes.

Una palabra de MEDSALUD

Los problemas del habla pueden provocar ansiedad, problemas de confianza y frustración para la persona afectada y sus seres queridos. Si usted o un ser querido está luchando para sobrellevar los efectos emocionales y psicológicos de la disartria, programe una cita con un profesional de la salud mental. No lo hagas solo.

Preguntas frecuentes

  • ¿Alguien puede nacer con disartria?

    La disartria puede resultar de una condición congénita (una que está presente al nacer). Las condiciones que pueden provocar que un bebé nazca con disartria o que la desarrolle poco después del nacimiento incluyen una lesión en el nacimiento o trastornos neurológicos como parálisis cerebral o distrofia múltiple.

  • ¿Cómo afecta la disartria al habla?

    Una persona con disartria no puede controlar su laringe o lengua. Su habla puede ser arrastrada, murmurada o sonar robótica. Pueden hablar demasiado rápido, en voz alta o en voz baja, o su voz puede ser ronca, entrecortada o nasal.

  • ¿Alguien puede tener más de un tipo de disartria?

    A las personas con dos o más tipos de disartria generalmente se les diagnostica disartria mixta. Este tipo se observa a menudo en personas con esclerosis lateral amiotrófica (ELA) que experimentan disartria espástica-flácida.

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