El edema macular diabético (EMD) es una complicación grave de la diabetes que requiere un diagnóstico y tratamiento inmediatos para prevenir la pérdida de visión grave o permanente.
El estándar de tratamiento para el edema macular diabético incluye una combinación de modificaciones en el estilo de vida, incluido el control estricto de la glucemia a través de una alimentación saludable e insulina o algún otro medicamento para reducir la glucosa en sangre, e inyecciones intravítreas con medicamentos anti-factor de crecimiento endotelial vascular (anti-VEGF) y corticosteroides La fotocoagulación con láser también se puede usar si los otros tratamientos no son efectivos.
Este artículo revisa las diversas opciones de tratamiento para el DME.
Remedios caseros y estilo de vida
Controlar su diabetes tipo 1 o diabetes tipo 2, es decir, mantener su nivel de glucosa en la sangre dentro de un rango saludable con una combinación de dieta, ejercicio y medicamentos, es la forma más importante de prevenir y minimizar el desarrollo y la gravedad del EMD.
Dos estudios emblemáticos, el Ensayo de Control y Complicaciones de la Diabetes (DCCT) y el Estudio Prospectivo de Diabetes del Reino Unido (UKPDS), han demostrado que el control intensivo de la glucosa en sangre puede resultar en un riesgo hasta un 25% menor de EMD. El control de la glucosa en sangre puede prevenir la progresión de la enfermedad y su complicación más grave, la pérdida de la visión.
Además, controlar sus niveles de colesterol y presión arterial puede ayudar a reducir aún más su riesgo de EMD. Mantener la presión arterial, la glucosa en sangre y el colesterol dentro de un rango saludable también mejora la función renal, lo cual es importante en el control del EMD.
Una vez que se desarrolla el DME, las modificaciones del estilo de vida por sí solas no son suficientes para controlar el DME.
Si bien los cambios en el estilo de vida pueden retrasar la progresión del DME, los medicamentos recetados y los procedimientos dirigidos por especialistas a menudo son necesarios para controlar adecuadamente el DME.
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La proteína VEGF es la principal responsable de la pérdida de integridad de la pared de los vasos sanguíneos debido a niveles crónicamente elevados de azúcar en la sangre. Se ha demostrado que los medicamentos que bloquean el efecto de VEGF en los vasos sanguíneos restauran la integridad de la barrera hematorretiniana, resuelven el edema macular y mejoran la visión.
Por lo tanto, los medicamentos anti-VEGF, que bloquean el crecimiento de vasos sanguíneos en el ojo, se han convertido en un tratamiento vital para el EMD. Los bloqueadores de VEGF incluyen:
- Beovu (brolucizumab)
- Eylea (aflibercept)
- Lucentis (ranibizumab)
- Macugen (pegaptanib sódico)
- Avastin (bevacizumab)
- Vabysmo (faricimab-svoa)
Estos medicamentos deben ser inyectados en el ojo (inyección intravítrea) por un profesional médico. Por lo general, es un oftalmólogo, un médico que se especializa en el cuidado de los ojos y la visión. Se administra un medicamento anestésico antes de este procedimiento, a menudo indoloro, y se puede administrar conjuntamente el corticosteroide dexametasona para aumentar la eficacia del tratamiento.
El protocolo de tratamiento típico para inyecciones intravítreas de medicamentos anti-VEGF es una inyección por ojo cada seis meses. Este tratamiento se puede combinar con corticosteroides o fotocoagulación con láser para obtener un beneficio adicional.
Su proveedor de atención médica puede recetarle gotas para los ojos o inyecciones de corticosteroides para reducir la inflamación en el ojo y hacer que el tratamiento anti-VEGF sea más efectivo. Los implantes de corticosteroides son los más comúnmente recetados. Éstas incluyen:
- Ozurdex: Un implante intravítreo de dexametasona de liberación prolongada
- Repetir: Un implante intravítreo de acetónido de fluocinolona de liberación prolongada
- Ilúvien: Un implante intravítreo de acetónido de fluocinolona en dosis bajas administrado durante varios años
Cirugías y procedimientos dirigidos por especialistas
Las siguientes cirugías y procedimientos dirigidos por especialistas son posibles opciones de tratamiento para DME.
Terapia Láser
Una de las formas más antiguas de tratamiento de DME es el tratamiento de fotocoagulación con láser retinal (RLPT).
La terapia con láser funciona al quemar la retina y sellar las áreas con fugas de los vasos sanguíneos dañados en el ojo. Se ha vuelto menos popular a lo largo de los años debido al surgimiento de nuevos medicamentos anti-VEGF.
Vitrectomía
La vitrectomía es un procedimiento quirúrgico realizado por un oftalmólogo que consiste en extraer el humor vítreo (una sustancia gelatinosa transparente que llena el interior del globo ocular), aumentando así el oxígeno al ojo. Se usa más comúnmente en personas con retinopatía diabética que en aquellas con edema macular diabético.
Si bien las investigaciones muestran que la vitrectomía puede mejorar la agudeza visual en personas con pérdida moderada de la visión, no se ha demostrado que sea una terapia más eficaz que los medicamentos anti-VEGF, las inyecciones de esteroides o la RLPT para DME.
Sin embargo, la cirugía del vítreo puede ser necesaria cuando los tratamientos previos no son efectivos (casos refractarios). La vitrectomía también conlleva el riesgo de efectos secundarios graves.
Terapias de venta libre (OTC)
Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y las gotas para los ojos se pueden usar de manera profiláctica (antes) o posoperatoria (después) de la cirugía de cataratas para prevenir el desarrollo de EMD.
Resumen
El estándar de tratamiento para DME incluye una combinación de control de la diabetes e inyecciones intravítreas con medicamentos anti-VEGF y corticosteroides. La fotocoagulación con láser se puede usar si otros tratamientos no son efectivos. Si no se trata, el DME puede provocar ceguera.
Una palabra de MEDSALUD
Los síntomas iniciales de DME pueden ser inespecíficos y sutiles, simulando muchas otras condiciones benignas (no cancerosas) que pueden afectar su visión. A veces, el diagnóstico de DME se realiza al mismo tiempo que el diagnóstico de diabetes. No importa el caso, si está experimentando algún cambio en su visión, es importante que consulte con su proveedor de atención médica.
El DME puede progresar rápidamente a una pérdida severa de la visión, especialmente si su diabetes no se controla bien, por lo que un diagnóstico y tratamiento rápidos son importantes para preservar su visión y disminuir los síntomas. Si no se trata, el DME puede provocar una pérdida de visión grave o permanente.