La amnesia global transitoria (TGA) es un síndrome misterioso que causa una incapacidad relativamente breve para formar nuevos recuerdos. Por lo general, ocurre en personas de mediana edad o mayores (más comúnmente después de los 60 años). El trastorno ocurre en alrededor de 3.4 a 10.4 de cada 100 000 pacientes por año, aunque del 6 al 8 por ciento de las personas con TGA experimentarán episodios adicionales.

Las personas con TGA repiten con frecuencia la misma pregunta, ya que es posible que no recuerden más de unos pocos minutos a la vez. El problema suele durar de una a 10 horas. Además de la incapacidad para formar nuevos recuerdos (amnesia anterógrada), a menudo hay cierto grado de amnesia retrógrada, lo que significa una incapacidad para recordar cosas que han ocurrido en el pasado, remontándose desde horas hasta, rara vez, años.

Las personas con TGA aún pueden decir quiénes son y recordar cómo realizar tareas complicadas, como conducir o cocinar. Si bien la amnesia es la característica más destacada, algunos pacientes se quejan de dolores de cabeza, náuseas, mareos u otros síntomas durante un episodio de TGA.

A veces, la amnesia global transitoria puede desencadenarse por eventos emocionales. Los cambios posturales, la gran altitud, el ejercicio extenuante o el empuje hacia abajo también pueden precipitar un episodio.

Aún se desconoce la causa de la TGA, pero los síntomas sugieren una disfunción en el lóbulo temporal medial, el área del cerebro que contiene el hipocampo y es fundamental para la formación de nuevos recuerdos. Algunos estudios han mostrado lesiones en esta área en personas que sufren TGA, pero estas lesiones no se parecen mucho a las que normalmente se asocian con un accidente cerebrovascular, ya que a menudo desaparecen.

Las teorías incluyen un cambio transitorio en el flujo sanguíneo a estas regiones, o quizás un fenómeno migrañoso que implica cambios lentos en la actividad eléctrica. Es posible que el síndrome resulte de más de una causa.

Si bien la disminución transitoria del flujo sanguíneo (un ataque isquémico transitorio o «AIT») al hipocampo puede imitar la TGA, la TGA suele durar más que un ataque isquémico transitorio típico. No existe una relación clara entre los factores de riesgo de accidente cerebrovascular y la TGA.

Algunos estudios sugieren que las migrañas están asociadas con TGA. Si bien es mejor conocido por causar dolores de cabeza, los fenómenos de migraña en realidad pueden causar una amplia gama de déficits neurológicos transitorios debido a una onda lenta de actividad eléctrica en el cerebro. Las migrañas pueden causar los cambios en la resonancia magnética observados en los casos de TGA, y el curso temporal de los ataques de migraña y de la TGA es similar. Sin embargo, las migrañas afectan a personas de muchas edades, especialmente a los más jóvenes, mientras que la TGA afecta a personas de mediana edad a mayores.

Gestión de TGA

La TGA en sí no requiere tratamiento, ya que el episodio generalmente pasará dentro de las 24 horas. Sin embargo, no es raro hospitalizar a alguien por TGA para asegurarse de que un problema más grave no esté causando los síntomas. Por ejemplo, aunque no existe un tratamiento específico, los pacientes pueden recibir tiamina para descartar la encefalopatía de Wernicke, un tipo de pérdida de memoria debido a niveles insuficientes de la vitamina tiamina.

El diagnóstico diferencial incluye convulsiones que surgen del lóbulo temporal mesial. Por esta razón, obtener un electroencefalograma (EEG) es una buena idea, aunque un EEG normal no excluye la posibilidad de una actividad convulsiva sutil demasiado profunda para ser detectada por los electrodos del cuero cabelludo. Si existe una gran preocupación por las convulsiones, puede ser aconsejable un EEG prolongado, preferiblemente uno que capture un período de sueño.

Un ataque isquémico transitorio o un accidente cerebrovascular pueden imitar la TGA, aunque esto es poco común sin otros síntomas como debilidad o entumecimiento. Se puede usar una resonancia magnética para excluir esta posibilidad, especialmente si alguien tiene factores de riesgo vascular graves, como diabetes, colesterol alto, presión arterial alta o tabaquismo.

La amnesia psicógena es un tipo de trastorno de conversión, lo que significa que una queja psiquiátrica se manifiesta como un déficit más físico. A diferencia de TGA, los pacientes con amnesia psicógena olvidan su nombre u otra información autobiográfica. Otras cosas serias que se deben considerar con TGA incluyen niveles bajos de azúcar en la sangre, uso o abstinencia de alcohol o drogas, encefalitis o delirio, aunque estos casos generalmente se presentan con una confusión menos específica en lugar de solo pérdida de memoria.

Pronóstico

Las personas con TGA no parecen tener un mayor riesgo de accidente cerebrovascular u otra enfermedad vascular grave. Algunos estudios han sugerido que los déficits de memoria sutiles pueden persistir después de un episodio, aunque otros no han encontrado tal asociación.

Es normal estar preocupado por la posibilidad de una recurrencia de los síntomas. Tal recurrencia es poco común, pero no imposible, y debería impulsar una evaluación adicional para otras posibles explicaciones.

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