La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) es una condición neurológica progresiva sin una causa exacta. Sin embargo, se cree que la genética y los factores ambientales, como los virus, la exposición a toxinas y el trauma físico, desempeñan un papel en el desarrollo de la enfermedad. Si bien la ELA no se puede prevenir, algunos tratamientos pueden retrasar la progresión de la enfermedad.

Este artículo analiza si la ELA se puede prevenir, sus factores de riesgo, las opciones de tratamiento actuales y cómo vivir bien con la enfermedad.

¿Se puede prevenir la ELA?

La ELA no se puede prevenir. Sin embargo, los investigadores han encontrado que carotenoides (un pigmento que se encuentra en las plantas) podría ayudar a prevenir enfermedades neurodegenerativas, como la ELA, o retrasar la aparición de los síntomas.

Los carotenoides son pigmentos anaranjados, rojos, verdes y amarillos que se encuentran en frutas y verduras. Se pueden encontrar altas concentraciones de carotenoides en las verduras de hoja verde, como el brócoli, la col rizada, la espinaca y el cilantro.

El estrés oxidativo, causado por el aumento de los niveles de radicales libres en el cuerpo, conduce a la inflamación. Los carotenoides actúan como antioxidantes, sustancias que ayudan a prevenir o retrasar el daño celular en el cuerpo humano.

La ELA implica inflamación y destrucción de los nervios que le indican a los músculos que se contraigan. Las investigaciones han demostrado que los carotenoides pueden ayudar a prevenir la neuroinflamación.

Nueva investigación

Se necesita más investigación para determinar si los carotenoides pueden ayudar a prevenir la ELA o retrasar la aparición de los síntomas de la ELA. Sin embargo, los investigadores continúan analizando los efectos beneficiosos de los carotenoides en otras enfermedades neurodegenerativas, en particular la enfermedad de Alzheimer, una forma de demencia progresiva.

Causas de la ELA

Desafortunadamente, nadie sabe con certeza qué causa la ELA. Sin embargo, los factores genéticos y ambientales contribuyen al aumento del riesgo de desarrollar la enfermedad.

Cuando la ELA es hereditaria (alrededor del 5 % al 10 % de todos los casos), a veces es causada por un defecto en C9ORF72 o SOD1 genes

Los factores ambientales también podrían aumentar el riesgo de ELA, aunque se necesita más investigación en esta área. Estos factores incluyen:

  • virus
  • Infección
  • Exposición a toxinas
  • Trauma físico
  • Dieta
  • Participación a largo plazo en actividad física extenuante

¿Quién contrae ELA?

La ELA afecta tanto a hombres como a mujeres y a personas de todas las razas y grupos étnicos, pero se diagnostica con mayor frecuencia en personas no hispanas y blancas. Los síntomas generalmente comienzan a mostrarse entre los 55 y los 75 años de edad.

Desaceleración de la progresión de la ELA

Se ha demostrado que algunos medicamentos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) retrasan la progresión de los síntomas de la ELA, entre ellos:

  • Rilutek (riluzol): Este medicamento disminuye los niveles de glutamato (un neurotransmisor) en el cuerpo, que puede ayudar a reducir el daño a los nervios motores. En los ensayos clínicos actuales, este medicamento ha aumentado la supervivencia en unos pocos meses. Rilutek se toma por vía oral (por la boca).
  • Radicava (edaravona): Este medicamento se administra por vía intravenosa, directamente en el torrente sanguíneo a través de una vía intravenosa. Reduce el estrés oxidativo en el cuerpo para ayudar a retrasar el deterioro funcional de las personas con ELA.
  • Relyvrio (fenilbutirato de sodio/taurursodiol): Este medicamento fue aprobado por la FDA en septiembre de 2022. Viene en forma de polvo y se mezcla con agua antes de su consumo. Este medicamento también ayuda a retrasar el deterioro funcional de las personas diagnosticadas con ELA.

Vivir con ELA

Si bien la medicación es el tratamiento principal para la ELA, otras intervenciones pueden ayudar a aliviar los síntomas causados ​​por la ELA, como la disminución de la movilidad y el dolor.

Rehabilitación

Los terapeutas de rehabilitación pueden ayudar a abordar los síntomas que resultan de la ELA.

  • Terapia física: Esta terapia aborda los problemas de rango de movimiento que se desarrollan con ALS y proporciona intervenciones que ayudan a disminuir el dolor de los espasmos musculares o la inmovilidad. Los fisioterapeutas también les enseñan a las personas con ALS cómo usar dispositivos de movilidad (como un bastón o un andador) y ayudan a colocar la silla de ruedas cuando la persona ya no puede caminar.
  • Terapia ocupacional: Esta terapia ayuda a las personas a permanecer independientes en las actividades de la vida diaria durante el mayor tiempo posible. Los terapeutas ocupacionales les enseñan a las personas con ALS cómo usar dispositivos de adaptación para tareas como comer, vestirse, arreglarse y bañarse.
  • Terapia del lenguaje: A medida que avanza la ELA, causa debilidad en los músculos de la cabeza y el cuello. Los terapeutas del habla ayudan a las personas con ELA a aprender nuevos métodos de comunicación a medida que se deteriora el habla. Los terapeutas del habla también brindan tratamiento para las dificultades para tragar que se desarrollan a medida que avanza la ELA.
  • Terapia respiratoria: Los terapeutas respiratorios enseñan a las personas con ELA cómo respirar y toser de manera más efectiva a medida que se debilitan los músculos que realizan estas funciones. Estos terapeutas también recomiendan la ventilación mecánica adecuada una vez que el individuo ya no puede respirar por sí mismo.

Psicoterapia

Recibir un diagnóstico de ELA puede causar importantes desafíos psicológicos. Algunas personas con esta afección también desarrollan depresión o tienen una ansiedad significativa acerca de cómo cambiará su vida. La psicoterapia (terapia de conversación o asesoramiento sobre salud mental) puede ayudar a mejorar la calidad de vida general de las personas con ELA.

Resumen

No hay forma de prevenir la ELA. Sin embargo, hay intervenciones disponibles que pueden retrasar la progresión de la enfermedad, ayudar a una persona a mantener la independencia el mayor tiempo posible y reducir el dolor y la incomodidad que pueden ocurrir a medida que avanza la enfermedad.

Los tratamientos para la ELA incluyen medicamentos para ayudar a retrasar el daño a los nervios, terapias de rehabilitación y psicoterapia.

Preguntas frecuentes

  • ¿Se puede curar la ELA?

    No. No existe una cura para la ELA, pero hay algunos medicamentos aprobados por la FDA, como Rilutek (riluzol), Radicava (edaravone) y Relyvrio (fenilbutirato de sodio/taurursodiol), que pueden retrasar la progresión de la enfermedad.

  • ¿Puede una mala alimentación causar ELA?

    No. No existe un vínculo directo entre la dieta y el desarrollo de la ELA. Los investigadores continúan estudiando el papel de la dieta en la reducción de los factores de riesgo de la ELA y la desaceleración del deterioro funcional que ocurre con esta enfermedad.

  • ¿Qué tan cerca están los investigadores de encontrar una cura para la ELA?

    Si bien no existe una cura para la ELA, los investigadores continúan buscando una, así como intervenciones adicionales que puedan retrasar la progresión de la enfermedad.

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