Lupus es una enfermedad autoinmune que afecta la piel, los vasos sanguíneos, las articulaciones, el corazón, los riñones y el sistema nervioso. El lupus se produce cuando el sistema inmunitario del cuerpo ataca sus propios tejidos y órganos, lo que provoca una inflamación crónica, así como brotes ocasionales de síntomas agudos.
El lupus también puede afectar los ojos. Provoca cambios en los ojos, los párpados, las glándulas lagrimales y los conductos lagrimales, así como en los nervios y los vasos sanguíneos que dan servicio a los ojos. Esto puede provocar dolor en los ojos, ojos secos, cambios en la visión y pérdida de la visión.
Este artículo describe cinco complicaciones de la enfermedad ocular asociada al lupus y qué se puede hacer para aliviar los síntomas y evitar daños oculares graves.
Resumen
El lupus es un trastorno autoinmune que se dirige y ataca diferentes órganos del cuerpo, como la piel, las articulaciones, los riñones, los vasos sanguíneos y el sistema nervioso. Cuando afecta los ojos, puede dañar los párpados, las glándulas lagrimales, la córnea, la conjuntiva, la retina y el nervio óptico.
Entre las condiciones oculares relacionadas con el lupus se encuentran:
- Enfermedad del ojo seco (queratoconjuntivitis sicca)
- Lupus eritematoso discoide
- Vasculitis retiniana
- escleritis
- Neuritis óptica
- neuropatía óptica
El tratamiento de las afecciones oculares relacionadas con el lupus puede ser tan simple como las lágrimas artificiales. En otros casos, se pueden necesitar esteroides orales, esteroides tópicos o inyecciones intravítreas de esteroides. También se pueden recetar medicamentos inmunosupresores para tratar la respuesta autoinmune subyacente.