Obtener un empaste para una caries, que es un área de caries dental, es una parte rutinaria del cuidado dental. Primero, su dentista limpia la parte del diente que está afectada, dejando un agujero o espacio vacío. Luego, llenarán ese espacio para nivelar la superficie del diente para que se «sienta» bien en la boca y esté protegido contra más caries.
7 consejos para prevenir las caries
Hay cinco tipos de materiales comúnmente utilizados para rellenar el espacio donde se ha eliminado una cavidad. Es posible que no siempre pueda elegir el tipo de relleno que necesita, pero es útil conocer los pros y los contras de cada uno.
Empastes de amalgama de plata
El empaste típico de amalgama de plata puede durar 12 años o más. La amalgama de plata también es bastante fácil de colocar para un dentista en una cavidad y no hay preocupaciones de que pueda contaminarse con sangre o saliva.
Sin embargo, la amalgama de plata tiene desventajas. No es estéticamente agradable, por lo que no es una buena opción para un diente muy visible. El material también puede expandirse y contraerse con el tiempo, causando que un diente se agriete. Estas fluctuaciones también pueden crear espacios entre el empaste y el diente en los que los alimentos y las bacterias pueden quedar atrapados, lo que permite que se formen nuevas caries.
El 24 de septiembre de 2020, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) publicó una recomendación en contra de aplicar empastes de mercurio a ciertas personas de alto riesgo siempre que sea posible y apropiado, específicamente:
- Mujeres que están embarazadas o planean quedar embarazadas
- Mujeres que están amamantando
- Niños menores de 6 años
- Personas con ciertas enfermedades neurológicas preexistentes, insuficiencia renal o alergias conocidas al mercurio.
Estas personas deben recibir alternativas como resinas compuestas o empastes de cemento de ionómero de vidrio. No se aconsejó quitar los empastes de mercurio existentes, ya que hacerlo aumentaría el riesgo de exposición al metal.
Rellenos compuestos
Los empastes compuestos están hechos de una resina y un material plástico que se coloca en la cavidad mientras está blanda y luego se endurece con una luz de «curado» azul brillante. Es una opción popular porque puede combinarse en color con el tono de los dientes existentes de una persona, por lo que no es tan obvio como un empaste de amalgama de plata.
Los empastes compuestos no duran tanto como otros tipos. Por lo general, deben reemplazarse cada cinco a 10 años. También son más caros que la plata.
Empastes de cerámica
Estos están hechos de porcelana y son duraderos y estéticamente atractivos. Los empastes de cerámica son más caros que otros tipos, pero tienen el color de los dientes y son más resistentes a las manchas y la abrasión que la resina compuesta.
La desventaja de usar cerámica en lugar de un compuesto es que es más frágil, por lo que debe ser más grande para evitar que se rompa. Esto significa que el área del diente debe hacerse más grande para que haya espacio para el volumen adicional. Estas restauraciones de cerámica se denominan típicamente inlays u onlays.
Empastes de ionómero de vidrio
Estos empastes de vidrio y acrílico son buenos para los niños cuyos dientes todavía están cambiando. Liberan fluoruro, que puede ayudar a proteger un diente de más caries.
Solo duran unos pocos años, ya que son significativamente más débiles que la resina compuesta y es más probable que se agrieten o desgasten. El ionómero de vidrio tradicional no iguala el color del diente con tanta precisión como la resina compuesta.
Empastes de oro
Los empastes de oro son caros y no muy comunes. De hecho, puede ser difícil encontrar un dentista que ofrezca oro como opción. Además, se necesita más de una visita al consultorio para colocar correctamente un empaste de oro. El oro es resistente, no se corroe y un empaste de oro puede durar más de 20 años.