La hipertensión intracraneal idiopática (HII) es una afección médica que resulta del aumento de la presión del líquido cefalorraquídeo alrededor del cerebro, en ausencia de un tumor u otro trastorno cerebral. Anteriormente se conocía como pseudotumor cerebral. La HII es más común en mujeres obesas y en edad fértil.

Síntomas

El dolor de cabeza y los cambios en la visión son los síntomas clásicos que se observan en la HII. En un examen ocular, los proveedores de atención médica verán papiledema, una afección caracterizada por la inflamación del disco óptico del ojo debido al aumento de la presión en el cerebro. Lo diagnostica un proveedor de atención médica durante un examen oftalmoscópico.

Otros síntomas comunes (pero no exclusivos) observados en pacientes con IIH incluyen:

Qué se siente

Diagnóstico

Si un proveedor de atención médica sospecha una HII y ve papiledema en un examen de la vista, ordenará una resonancia magnética del cerebro con y sin contraste para verificar si hay una causa subyacente de su presión intracraneal aumentada. Las causas secundarias de hipertensión intracraneal incluyen (pero no se limitan a):

  • Trombosis venosa cerebral
  • Tumor cerebral o absceso (acumulación de líquido infectado)
  • hidrocefalia obstructiva
  • Hemorragia subaracnoidea
  • Hipertensión maligna

Si no se observa una causa en la resonancia magnética, se le realizará una punción lumbar para confirmar la presión elevada y descartar una infección mediante un análisis del líquido cefalorraquídeo o LCR. En IIH, no hay infección, por lo que la composición del LCR es normal. Pero la punción lumbar mostrará una presión de apertura superior a 250 mmH2O, que es diagnóstica de una presión intracraneal elevada.

Tratamiento

El tratamiento de IIH requiere un seguimiento estrecho con un neurólogo y un oftalmólogo. La terapia principal para la IIH es un medicamento recetado llamado acetazolamida, que reduce la tasa de producción de LCR. Su proveedor de atención médica puede considerar otras terapias si tiene alergia a las sulfas o está embarazada. A veces, las punciones lumbares en serie y los corticosteroides se utilizan a corto plazo para ayudar a reducir la presión del LCR, pero estas no son soluciones a largo plazo.

Si el dolor de cabeza de una persona es resistente a la terapia médica y/o sufre una pérdida progresiva de la visión, se necesita cirugía. La intervención quirúrgica implica procedimientos llamados fenestración de la vaina del nervio óptico (ONSF) y/o un procedimiento de derivación del LCR.

En la fenestración de la vaina del nervio óptico, se hace una hendidura o ventana en la vaina del nervio óptico. Esto permite que el líquido cefalorraquídeo se drene, aliviando la presión sobre el nervio, lo que permite que la visión se restablezca parcial o totalmente. Los estudios muestran que la ONSF es particularmente efectiva para mejorar la pérdida de la visión, especialmente cuando se realiza más temprano que tarde. En la derivación del LCR, el líquido cefalorraquídeo se desvía a otras partes del cuerpo, lo que nuevamente alivia la presión sobre el cerebro.

Una palabra de MEDSALUD

La cefalea de la IIH es variable y se produce por un aumento de la presión intracraneal, manifestado por papiledema en un examen ocular. El tratamiento es crítico y urgente para prevenir la pérdida de la visión y requiere un seguimiento cercano con su neurólogo y oftalmólogo.

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