Existe un riesgo teórico de contraer el VIH a través de un tatuaje o una perforación corporal simplemente porque el virus puede transmitirse a través de la sangre. Sin embargo, todavía no ha habido un solo caso documentado de esto en los Estados Unidos.
Cuando el arte corporal de este tipo se realiza bajo las leyes y regulaciones de salud de los estados de EE. UU., el riesgo de transmisión del VIH se considera insignificante. Lo mismo puede no ser cierto en entornos no regulados donde la tasa de VIH es alta, como un país en desarrollo o una prisión.
Este artículo describe el riesgo teórico y documentado de transmisión del VIH a través de tatuajes y perforaciones corporales.
Cómo los tatuajes y las perforaciones corporales podrían transmitir el VIH
Los tatuadores crean sus diseños inyectando tinta en la capa intermedia de la piel de una persona, llamada dermis. Lo hacen mediante el uso de una máquina llamada pistola de tatuar que perfora la piel con un grupo de pequeñas agujas de alta velocidad.
La perforación del cuerpo utiliza una sola aguja para perforar la piel.
Al perforar la piel y extraer sangre, ciertas infecciones transmitidas por la sangre, como el VIH y la hepatitis C, teóricamente pueden transmitirse de un cliente a otro si la pistola o las agujas no se desinfectan adecuadamente.
Aun así, el riesgo de que esto ocurra se considera improbable.
Por qué la transmisión es poco probable
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el riesgo de contraer el VIH a través de tatuajes o perforaciones en el cuerpo se considera de bajo a insignificante.
Si bien el CDC dice que existe un riesgo teórico de transmisión, aún no se ha documentado un solo caso de VIH por cualquier forma de arte corporal.
Esto se debe en gran parte al hecho de que la transmisión solo puede ocurrir si:
- El primer cliente no solo tiene VIH sino también una carga viral alta (lo que significa que hay mucho virus en su sangre). Es menos probable que el VIH se transmita si la carga viral es baja o indetectable.
- El cliente sangra significativamente sobre el equipo.
- El equipo no se desinfecta (adecuadamente o en absoluto) entre clientes.
- La sangre del equipo contaminado ingresa al cuerpo del próximo cliente en cantidades lo suficientemente significativas como para que ocurra una infección.
En el contexto del arte corporal, la probabilidad de que se satisfagan estas condiciones es escasa. El riesgo de infección no es tan alto como, por ejemplo, compartir agujas y jeringas para inyección en las que la sangre infectada con el VIH se administra directamente en la vena de otra persona.
Donde existe el riesgo de VIH
A pesar de la evidencia estadística, hay quienes no están convencidos de que los tatuajes y las perforaciones no tengan un riesgo significativo.
A modo de ejemplo, un cliente de arte corporal de 27 años presentó una demanda en 2017 después de que un salón de tatuajes le negara el servicio por tener VIH. Si bien el tribunal finalmente falló a favor del hombre, el caso pone de relieve las dudas persistentes y los conceptos erróneos sobre cómo se transmite y no se transmite el VIH.
Parte de la razón de las dudas es que el riesgo teórico de transmisión puede volverse demasiado real cuando el tatuaje o la perforación se realizan fuera de un salón regulado. Estos incluyen tatuajes de pandillas realizados por artistas aficionados, tatuajes realizados en prisión y perforaciones realizadas por amigos.
Esto es especialmente cierto en áreas donde la prevalencia (tasa) del VIH es alta.
Como ejemplo, un estudio de 2012 de Etiopía concluyó que el VIH y otras infecciones transmitidas por la sangre se transmitían ocasionalmente a través de equipos de peluquería esterilizados incorrectamente. Además de las prácticas no estériles, la tasa de VIH en Etiopía es 10 veces mayor que en los Estados Unidos (3 % frente a 0,3 %, respectivamente).
De manera similar, la tasa de VIH en las cárceles es cuatro veces mayor que en la población general de EE. UU. (1,3 % frente a 0,3 %, respectivamente).
Además del riesgo, los tatuajes de la prisión a menudo se realizan con múltiples perforaciones profundas en la piel utilizando objetos reutilizados como grapas, clips y tubos de tinta de bolígrafos. Debido a esto, tiende a haber una mayor exposición a la sangre y, a su vez, un mayor riesgo de transmisión del VIH y la hepatitis C.
Independientemente de la instalación o ubicación, las prácticas antihigiénicas de arte corporal aumentan inherentemente el riesgo de infecciones transmitidas por la sangre, especialmente la hepatitis B y la hepatitis C.
Tatuaje y perforación corporal seguros
Si está considerando hacerse un tatuaje o una perforación, hay varias cosas que debe hacer para garantizar mejor su seguridad:
- Comuníquese con su departamento de salud local para averiguar qué normas de seguridad existen para los salones de tatuajes o perforaciones en su estado.
- Llame al salón con anticipación y pregunte qué procedimientos se utilizan para prevenir la propagación del VIH y otras infecciones transmitidas por la sangre.
- Cuando corresponda, solicite una prueba de que el artista tiene licencia y verifique que la licencia esté actualizada.
Las leyes estatales pueden variar significativamente, algunas requieren licencias o permisos y otras no. Dicho esto, los 50 estados y el Distrito de Columbia tienen leyes que rigen la seguridad tanto de las instalaciones de tatuajes/perforaciones corporales como de sus practicantes.
De manera similar, los 50 estados y el Distrito de Columbia prohíben perforar o tatuar a menores sin el permiso de los padres.