Las fracturas costales son lesiones que se producen en la pared torácica. La causa más común de una fractura de costilla es una lesión traumática en el tórax, como una caída, un accidente automovilístico u otra lesión por fuerza contundente.
Mucho menos común es la fractura por estrés de las costillas por uso excesivo, una lesión que puede resultar de actividades deportivas específicas como el remo competitivo.
Las fracturas de costillas rara vez requieren una intervención o tratamiento específico, pero pueden ser un signo de lesión en los órganos del tórax y el abdomen.
Si un traumatismo causó suficiente fuerza para causar una fractura de costilla en alguien con densidad ósea normal, se debe descartar una lesión en las otras estructuras del tórax y el abdomen.
Las fracturas de costillas patológicas son más comunes en personas con baja densidad ósea u osteoporosis. Las infecciones, los tumores y otras afecciones que debilitan los huesos también pueden hacer que una persona sea más propensa a desarrollar este tipo de fractura.
Síntomas
El síntoma principal de una costilla rota es el dolor en el pecho, que casi siempre empeora al respirar profundamente o durante otros movimientos repentinos del pecho, como estornudar o toser.
Las personas pueden tener dolor directamente sobre la costilla rota. A veces, la fractura se puede sentir, ya que hay poco tejido blando entre la piel y el hueso.
En lesiones más graves se puede observar una deformidad de la pared torácica. Cuando hay múltiples costillas fracturadas en más de un lugar (una condición llamada «tórax inestable»), el movimiento de la pared torácica puede ser anormal con la respiración (movimiento torácico paradójico).
Tratamiento
El tratamiento más común para una costilla fracturada es la atención de apoyo. A diferencia de un brazo roto que sana con un yeso, la pared torácica no se puede inmovilizar, ya que necesita moverse para que usted pueda respirar.
Los medicamentos para el dolor pueden aliviar algunas molestias, pero el descanso, la respiración superficial y el tiempo son el tratamiento principal para una costilla fracturada.
Como se mencionó, la lesión de otras estructuras en el tórax y el abdomen a menudo tiene prioridad sobre la costilla rota.
Por ejemplo, si una costilla fracturada perfora un pulmón, se puede desarrollar un hemotórax o un neumotórax.
Las personas con una costilla rota tienden a evitar respirar profundamente, lo que las pone en riesgo de desarrollar neumonía y atelectasia.
Cirugía
El tratamiento quirúrgico de una costilla fracturada rara vez es necesario y solo se considera en circunstancias específicas o inusuales. Las dos razones más comunes son un tórax inestable o una deformidad de la pared torácica.
Los implantes que normalmente se usan para tratar las costillas rotas incluyen placas de metal, varillas intramedulares y placas bioabsorbibles. Estos implantes generalmente no se quitan, sin embargo, en algunos casos pueden causar irritación.
Es posible que los síntomas, como dolor y dificultad para respirar, no se presenten hasta un año o más después de la colocación del implante. Cuando es grave, un cirujano puede decidir que sacar el implante es el mejor curso de acción.
Pronóstico
Las fracturas de costillas aisladas en personas jóvenes, por lo demás sanas, suelen curarse por completo sin problemas a largo plazo. Los adultos mayores y las personas con trauma grave de la pared torácica corren más riesgo de sufrir complicaciones, específicamente problemas pulmonares como hemotórax o neumonía.
El tratamiento es de apoyo y se centra en minimizar las complicaciones. Los medicamentos para el dolor pueden ayudar, pero la curación de una fractura de costilla principalmente lleva tiempo.