Si bien la extracción del hardware antiguo implantado en el cuerpo puede parecer sencillo, puede ser uno de los procedimientos ortopédicos más desafiantes. De hecho, muchos cirujanos ortopédicos describen la extracción de hardware a los nuevos aprendices y residentes como «el procedimiento más difícil».
En realidad, la extracción del hardware probablemente no sea la cirugía más difícil: la cirugía de columna compleja, la corrección de deformidades congénitas, la reconstrucción de articulaciones dañadas, son todos procedimientos quirúrgicos difíciles y que consumen mucho tiempo. Sin embargo, la cirugía de extracción de hardware a menudo induce al cirujano y al paciente desprevenidos a pensar que la cirugía será rápida y fácil. Si bien puede resultar simple, la cirugía de extracción de hardware tiene la propensión a ser mucho más desafiante de lo previsto.
¿Por qué quitar hardware?
En la gran mayoría de los pacientes con metal en el cuerpo, no es necesario retirar el metal. Los implantes de metal generalmente están diseñados para permanecer en su lugar para siempre. Sin embargo, hay algunas circunstancias en las que se debe quitar el metal. Estos incluyen dispositivos metálicos temporales que solo deben permanecer en el cuerpo por un tiempo breve, metal suelto o metal que puede ser necesario extraer para permitir una cirugía adicional.
La conclusión es que siempre debe haber una buena razón para quitar el metal del cuerpo porque la extracción innecesaria de hardware puede abrir la puerta a posibles complicaciones de la cirugía.
Complicaciones de la eliminación de hardware
Cuándo se debe quitar el hardware
Hay momentos en que la eliminación de hardware puede generar beneficios significativos. Cuando el metal implantado interfiere con la función y la movilidad normal de las articulaciones, o si los implantes metálicos causan dolor o irritación en los tejidos blandos, su extracción puede ser beneficiosa.
En algunos casos, el hardware se retira de forma rutinaria para evitar posibles problemas y, en otros casos, el metal solo se retira si comienza a causar un problema. También hay momentos en que la eliminación de hardware se vuelve imposible.
Este suele ser el caso cuando hay un implante de metal roto dentro del cuerpo, lo que puede ser normal o esperado en algunos casos después de que el hueso circundante se haya curado, y no necesariamente un problema para el paciente.
Una palabra de MEDSALUD
La realidad es que la mayoría de los implantes metálicos se pueden quitar, pero muchos no tienen por qué serlo. Siempre existe la posibilidad de que lo que aparentemente va a ser un procedimiento quirúrgico simple y directo se vuelva mucho más complicado. Por esa razón, los pacientes deben desconfiar de una cirugía de extracción de hardware y asegurarse de que sea necesaria y que valga la pena los riesgos.