Hacer ejercicio regularmente
El ejercicio no solo ayuda a mantener el peso y desarrollar músculo, sino que también puede ayudarlo a sentirse bien y vivir más tiempo. El ejercicio de rutina en adultos mayores está relacionado con mejoras en la función emocional, psicológica, cognitiva y social, así como con una mejor movilidad y resistencia.
Cuando se realiza adecuadamente, el entrenamiento físico en personas mayores se asocia con una reducción de la presión arterial y de eventos cardiovasculares, como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Además, los investigadores han descubierto que las personas que gastan más energía durante las actividades diarias tienen un 32 % menos de probabilidades de morir en un período de seis años.
A pesar de estos beneficios, los niveles de ejercicio entre los adultos mayores siguen siendo bajos, muy por debajo de los 150 minutos por semana recomendados.
Tu cuerpo está hecho para estar activo; asegúrese de que se mueva todos los días. Salir a caminar, unirse a clases grupales de ejercicios y participar en otras actividades de rutina pueden mantenerlo saludable, con energía y ayudarlo a dormir mejor.
Antes de embarcarse en cualquier plan de ejercicios, reúnase con su proveedor de atención médica para evaluar cuánto ejercicio puede tolerar razonablemente, especialmente si tiene una afección cardíaca o respiratoria.
También ayuda encontrar un fisioterapeuta o entrenador personal con experiencia en adultos mayores para crear un programa adecuado a su edad y estado de salud.