A las mujeres con displasia cervical persistente de bajo o alto grado se les puede recomendar un procedimiento llamado LEEP. Una LEEP se recomienda comúnmente para mujeres cuyos resultados de biopsia cervical muestran células anormales en el cuello uterino que pueden convertirse en cáncer de cuello uterino si no se tratan.

¿Qué es un LEEP?

LEEP es un acrónimo de procedimiento de escisión electroquirúrgica con asa. Un LEEP utiliza un lazo de alambre cargado eléctricamente para eliminar el tejido cervical anormal. Se realiza bajo anestesia local y normalmente de forma ambulatoria en hospitales o en un consultorio médico.

Durante un LEEP:

  • el médico inserta un espéculo en la vagina
  • se inyecta un anestésico en el cuello uterino para adormecer el área
  • el uso de un lazo de alambre cargado eléctricamente se utiliza para eliminar el tejido anormal
  • se puede colocar una solución tópica en el cuello uterino para detener cualquier sangrado

Una vez que se inyecta el anestésico local, el procedimiento LEEP suele ser indoloro; sin embargo, se pueden sentir calambres leves durante el procedimiento. Se tarda aproximadamente de 5 a 10 minutos en completarse.

Qué esperar después de tener un LEEP

Después de una LEEP, puede esperar cólicos leves, secreción vaginal oscura de la solución que le pusieron en el cuello uterino después del procedimiento y posible sangrado leve con la secreción. El levantamiento de objetos pesados ​​y el ejercicio deben evitarse durante un período de tiempo.

Se recomienda a las mujeres que se someten a un LEEP que usen toallas sanitarias en lugar de tampones después del procedimiento. De hecho, no se recomienda sexo, duchas vaginales, tampones o básicamente nada en la vagina durante un cierto período de tiempo. El médico le indicará cuánto tiempo debe evitar estas actividades.

Aproximadamente seis semanas después del procedimiento, el médico hará un seguimiento con una cita en el consultorio. El médico revisará su cuello uterino para ver cómo se ha curado y hará más recomendaciones. Esta es una cita importante y no debe perderse.

Es crucial realizar un seguimiento con los exámenes cervicales regulares recomendados, pruebas de Papanicolaou y/o pruebas de VPH. La displasia cervical puede regresar incluso si se completa el tratamiento. Las pruebas periódicas de detección del cáncer de cuello uterino son la única forma de monitorear cambios anormales en el cuello uterino.

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