La esclerosis múltiple (MS) y la artritis reactiva son condiciones que causan dolor e inflamación en las articulaciones. La EM es una enfermedad autoinmune que ocurre cuando el sistema inmunitario funciona mal y comienza a atacar los tejidos sanos. La EM se dirigirá al cerebro y la médula espinal, atacando el vaina de mielina– la capa protectora que rodea las fibras nerviosas.

Los investigadores creen que la artritis reactiva también es un trastorno autoinmune desencadenado por una infección que induce una respuesta del sistema inmunitario. Las bacterias pueden viajar desde el sitio de la infección a través del torrente sanguíneo hasta el tejido sinovial (revestimiento de las articulaciones), lo que lleva al desarrollo de artritis reactiva.

La EM y la artritis reactiva pueden compartir síntomas similares y, posiblemente, procesos del sistema inmunitario. Pero son dos condiciones muy diferentes.

Este artículo cubre las similitudes y diferencias entre la EM y la artritis reactiva, junto con el diagnóstico, el tratamiento y la prevención.

La principal diferencia entre la EM y la artritis reactiva son las áreas del cuerpo afectadas. Con MS, hay daño al cerebro y la médula espinal. En la artritis reactiva, las articulaciones son el objetivo.

Las personas con EM experimentarán diferentes tipos de dolor, incluido el dolor en las articulaciones y la espalda. Pero la mayor parte del dolor que experimentan es un dolor punzante que resulta de señales nerviosas defectuosas debido a lesiones de EM en el cerebro y la médula espinal.

Hay algunas similitudes de síntomas adicionales entre las dos condiciones, aunque muchas son diferentes. Los síntomas de la EM y la artritis reactiva incluyen:

Artritis reactiva

  • Dolor e hinchazón en las articulaciones

  • Sacroilitis (inflamación de las articulaciones sacroilíacas) que provoca dolor en las nalgas y la parte baja de la espalda

  • Problemas urinarios

  • Inflamación ocular

  • Erupción cutanea

  • Dolor en el talón y espolón en el talón

  • Espondilitis (inflamación de la columna)

  • Tendinitis (hinchazón del tendón)

  • Entesitis (hinchazón de los tendones y ligamentos en las áreas donde se encuentran con el hueso)

Causas

Al igual que otras enfermedades autoinmunes, no existen causas definitivas para la EM y la artritis reactiva.

Una teoría popular entre los investigadores es que algunos tipos de bacterias o virus pueden desencadenar cambios en el sistema inmunitario que provocan su mal funcionamiento. Este suele ser el caso de las personas que tienen genes mutados que los hacen susceptibles a los trastornos autoinmunes.

Esclerosis múltiple

En las personas con EM, su sistema inmunitario que funciona mal ataca la vaina de mielina. Con ese daño, las fibras nerviosas quedan expuestas, lo que hace que los mensajes que viajan a lo largo de esos nervios se ralenticen o bloqueen.

Los investigadores no saben por qué ocurre esto o por qué se desarrolla en algunas personas y en otras no. Sin embargo, lo que sí saben es que la culpa podría ser una combinación de factores genéticos y ambientales (como estrés crónico, trauma y enfermedad).

La EM también está relacionada con ciertos factores de riesgo, que incluyen:

  • Edad: Si bien cualquiera puede tener EM, comúnmente se diagnostica entre los 20 y los 40 años.
  • Sexo: Las mujeres tienen 3 veces más probabilidades de tener EM que los hombres.
  • Algunas infecciones: estas incluyen Epstein-Barr, el virus responsable de la mononucleosis infecciosa, que podría desencadenar el desarrollo de la EM.
  • Otras enfermedades autoinmunes: si tiene una o más enfermedades autoinmunes, su riesgo de EM aumenta.
  • Tabaquismo: las personas que fuman tienen un mayor riesgo de EM en comparación con los no fumadores.

A las personas blancas se les diagnostica esclerosis múltiple con más frecuencia que a las personas de otras razas.

Artritis reactiva

Se desconoce una causa subyacente específica de la artritis reactiva. Sin embargo, los investigadores creen que la condición está relacionada de alguna manera con la predisposición genética. Esto se debe a que muchas personas que contraen la afección darán positivo en la prueba de HLA-B27.

HLA-B27 es un marcador genético relacionado con un grupo de trastornos conocidos como espondiloartritis, tipos de artritis inflamatoria que afectan la columna vertebral y causan dolor en la parte baja de la espalda y en las articulaciones sacroilíacas (SI).

La artritis reactiva tiende a ocurrir después de la exposición a tipos específicos de bacterias, especialmente aquellas que provocan infecciones de transmisión sexual (ITS) e infecciones gastrointestinales (GI). Ejemplos de tales bacterias son:

La artritis reactiva también podría desencadenarse después de una infección por SARS-CoV-2 que causa COVID-19. Hay numerosos casos individuales en la literatura médica que citan ejemplos de personas que desarrollan artritis reactiva mientras se recuperan de COVID-19 o después de haberse recuperado.

Diagnóstico

El diagnóstico de la EM y la artritis reactiva es complicado porque no existe una prueba única para confirmar cualquiera de las afecciones. Para determinar la causa de sus síntomas, su proveedor de atención médica recopilará información basada en síntomas, antecedentes médicos y familiares, análisis de laboratorio e imágenes.

Esclerosis múltiple

Para diagnosticar la EM, su proveedor de atención médica comenzará con su historial médico y un examen físico. Su historial médico incluirá síntomas pasados ​​y presentes, antecedentes familiares y cualquier afección que tenga o haya tenido anteriormente.

Se realizará un examen físico. Un examen neurológico para la EM generalmente incluye una evaluación de la visión, las sensaciones faciales, la fuerza, los reflejos de deglución, la marcha y el equilibrio.

Proporcionar un historial médico y hacerse un examen neurológico generalmente son suficientes para diagnosticar la EM. Se pueden realizar otras pruebas para confirmar el diagnóstico o para descartar otras posibles causas de los síntomas.

Las pruebas adicionales pueden incluir:

  • Análisis de sangre: Si bien no existe una sola prueba para confirmar la EM, los análisis de sangre podrían descartar otras afecciones que causan síntomas similares, como la artritis reumatoide o la artritis reactiva.
  • Punción lumbar: También llamada punción lumbar, esta prueba extrae una pequeña cantidad de líquido cefalorraquídeo del canal espinal para realizar pruebas de laboratorio. El líquido puede mostrar anomalías en los anticuerpos específicos de la EM. También puede descartar infecciones y otras condiciones que causan síntomas similares.
  • Imágenes por resonancia magnética (IRM): Una resonancia magnética puede revelar lesiones de EM en el cerebro y la médula espinal.
  • Pruebas de potenciales evocados: estas pruebas buscan señales eléctricas reducidas de los nervios en respuesta a los estímulos. Con esta prueba, su proveedor de atención médica observa qué tan rápido viaja la información en las vías nerviosas. Las señales serán más lentas o se bloquearán si hay daños en esas vías.

La EM es una afección progresiva, lo que significa que empeorará con el tiempo. Debe comunicarse con su proveedor de atención médica tan pronto como comience a experimentar síntomas. Un diagnóstico temprano significa un tratamiento temprano, y ambos mejoran la posibilidad de retrasar la enfermedad.

Artritis reactiva

Al igual que la EM, se necesita más de una prueba para diagnosticar o confirmar la artritis reactiva. Un diagnóstico puede ser difícil debido a la forma en que se presentan los síntomas y la línea de tiempo de esos síntomas.

Los síntomas de la artritis reactiva pueden durar entre tres y 12 meses y pueden aparecer y desaparecer. Para el 30%-50% de las personas que desarrollan artritis reactiva, la afección puede regresar y volverse crónica (durar más de seis meses).

Un diagnóstico se vuelve menos complicado si una persona experimenta síntomas oculares, articulares y del tracto urinario todos a la vez o juntos en el tiempo.

Para determinar la causa de sus síntomas, su proveedor de atención médica puede usar lo siguiente:

  • Realizar un examen físico de las articulaciones, la columna vertebral y los ojos.
  • Preguntar sobre su historial médico, incluidas infecciones o enfermedades recientes.
  • Solicitar análisis de sangre para infecciones y condiciones de artritis.
  • Solicite imágenes, incluidas radiografías y resonancias magnéticas
  • Solicita un análisis de orina si tienes síntomas urinarios
  • Realizar una aspiración articular para descartar infecciones o gota

Si desarrolla dolor en las articulaciones o en la parte baja de la espalda unas semanas después de experimentar una infección, comuníquese con su proveedor de atención médica. Es importante recibir tratamiento de inmediato para que la artritis reactiva no se vuelva crónica y provoque daños en las articulaciones.

Tratamiento

La EM es una afección de por vida que no tiene cura, pero es tratable. Es posible ralentizar sus efectos y reducir el potencial de complicaciones de la enfermedad. La artritis reactiva, por otro lado, puede no regresar después del brote inicial, o puede volverse crónica y eventualmente causar daño en las articulaciones.

Esclerosis múltiple

Hay muchas opciones de tratamiento para ayudar a las personas con EM a controlar los síntomas y retrasar la progresión de la enfermedad. Debe trabajar en estrecha colaboración con su proveedor de atención médica para encontrar un plan de tratamiento que funcione para usted y cause la menor cantidad de efectos secundarios.

Los medicamentos utilizados para tratar la EM incluyen:

  • Fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (DMARD, por sus siglas en inglés) para ralentizar el sistema inmunitario y evitar que ataque la mielina
  • Interferones beta para aliviar los síntomas y reducir la EM brotes (períodos de mayor actividad y síntomas de la enfermedad)
  • Medicamentos como Mavenclad (cladribina) o Tecfidera (dimetilfumarato) que afectan el sistema inmunitario para reducir los síntomas
  • Medicamentos de quimioterapia, incluidos Lemtrada (alemtuzumab) y Novantrone (mitoxantrona) para detener los ataques de su sistema inmunitario contra la mielina
  • Corticosteroides para tratar los brotes de EM
  • Medicamentos adicionales para controlar síntomas específicos, incluidos la fatiga y los síntomas de la vejiga

El intercambio de plasma se puede realizar para los brotes que no responden a los corticosteroides. En este procedimiento, la sangre se extrae como en una donación de sangre. Las células sanguíneas se le devuelven, pero la porción líquida de su sangre se desecha.

Su proveedor de atención médica podría recomendarle fisioterapia para controlar el dolor y los síntomas de la EM. Un fisioterapeuta puede mostrarle formas seguras de mantenerse en movimiento y cómo usar dispositivos de asistencia para moverse.

Artritis reactiva

Si su proveedor de atención médica puede determinar que una infección bacteriana ha desencadenado su artritis reactiva, es posible que le recete un antibiótico. El antibiótico recetado dependerá del tipo de bacteria presente.

Los síntomas de la artritis reactiva se pueden controlar con:

  • Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE): su proveedor de atención médica podría recetarle un AINE potente, como una dosis alta de ibuprofeno, para aliviar el dolor y la inflamación relacionados con la artritis reactiva.
  • Inyecciones de corticosteroides en las articulaciones afectadas para reducir la inflamación.
  • Gotas para los ojos con esteroides para los síntomas oculares
  • Cremas con esteroides para erupciones en la piel

Si la artritis reactiva se vuelve crónica, su proveedor de atención médica puede tratarla con un DMARD como Trexall (metotrexato). También podrían recomendar fisioterapia para controlar el dolor y la rigidez en las articulaciones.

Prevención

Las enfermedades autoinmunes como la EM generalmente no se pueden prevenir. Sin embargo, podría ser posible prevenir la artritis reactiva controlando sus factores de riesgo.

Esclerosis múltiple

Por lo general, la EM no se puede prevenir, ya que algunos factores de riesgo de la afección, como la edad, el sexo y la predisposición genética, no se pueden cambiar. Sin embargo, es posible reducir su riesgo si no fuma y controla cualquier otra afección autoinmune que pueda tener.

Artritis reactiva

La artritis reactiva podría prevenirse. La forma más efectiva de prevenir la afección es reducir el riesgo de ITS e infecciones gastrointestinales.

Las ITS se pueden prevenir con prácticas sexuales seguras, incluido el uso de condones. Para evitar infecciones gastrointestinales, asegúrese de practicar una buena higiene al almacenar y preparar alimentos.

Resumen

La esclerosis múltiple y la artritis reactiva comparten algunos síntomas similares, como dolor en las articulaciones y fatiga, pero sus similitudes terminan ahí.

La EM es una enfermedad autoinmune agresiva que, si no se trata, empeorará progresivamente. Los investigadores creen que la artritis reactiva también podría ser una enfermedad autoinmune porque es provocada por ciertos tipos de bacterias que crean una respuesta en el sistema inmunitario que hace que funcione mal.

Diagnosticar la EM o la artritis reactiva a veces es complicado porque comparten síntomas con otro tipo de enfermedades autoinmunes. Debe comunicarse con su proveedor de atención médica tan pronto como comience a experimentar síntomas de cualquiera de las dos afecciones.

Por lo general, la EM no se puede prevenir. Sin embargo, es posible prevenir la artritis reactiva mediante el control de los factores de riesgo de la afección, incluidos los que provocan infecciones de transmisión sexual e infecciones gastrointestinales.

Una palabra de MEDSALUD

Si tiene esclerosis múltiple o artritis reactiva, debe consultar periódicamente con su proveedor de atención médica. La esclerosis múltiple es una afección agresiva que necesita un tratamiento rápido para que no progrese y cause más daño a las fibras nerviosas del cerebro o la médula espinal. La artritis reactiva puede volverse crónica y provocar daños en las articulaciones o la columna vertebral si no se trata.

Deberías trabajar con un reumatólogo (un médico que se especializa en enfermedades de las articulaciones, los músculos y los huesos) para controlar la EM o la artritis reactiva. Esta es la mejor manera de mejorar su perspectiva y mantener su calidad de vida.

Preguntas frecuentes

  • ¿Es la artritis reactiva una condición autoinmune?

    Los investigadores creen que la artritis reactiva es una enfermedad autoinmune. Esto se debe a que ocurre después de que una infección induce una respuesta del sistema inmunitario. La artritis reactiva generalmente ocurre después de que la infección ha desaparecido.

  • ¿Qué enfermedades imitan la artritis reactiva?

    Los investigadores creen que la artritis reactiva con frecuencia se diagnostica erróneamente. A veces se puede confundir con artritis séptica, osteomielitis y algunos tipos de artritis inflamatoria.

  • ¿La EM causa inflamación de las articulaciones?

    La esclerosis múltiple causa dolor en las articulaciones en aproximadamente la mitad de las personas que la padecen. El dolor en las articulaciones puede desencadenar debilidad muscular, espasmos musculares y problemas de equilibrio.

  • ¿Las bacterias causan artritis reactiva?

    Los investigadores creen que la artritis reactiva ocurre después de una infección que induce una respuesta del sistema inmunitario. Numerosas bacterias pueden conducir a la artritis reactiva, incluyendo Campylobacter, Salmonelay Yersinia.

  • ¿La vacuna COVID-19 causa artritis reactiva?

    No hay evidencia que indique que la vacuna COVID-19 desencadene la artritis reactiva. Sin embargo, ha habido algunos casos de personas que desarrollaron artritis reactiva durante o después de la recuperación de COVID-19.

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