Megalofobia Es un tipo específico de fobia en el que una persona tiene un miedo intenso y persistente a objetos grandes, como edificios, animales o estatuas muy grandes. Pueden tener esta respuesta de miedo y ansiedad cuando se encuentran con un objeto grande (o incluso simplemente cuando piensan en él).

Una fobia es el miedo a una actividad, situación u objeto que no se puede controlar y es irracional y persistente. El miedo puede ser muy intenso y provocar ataques de pánico. Las investigaciones estiman que alrededor de 19 millones de estadounidenses tienen una o más fobias.

Algunas personas con fobias graves reorganizarán sus vidas y actividades para evitar el objeto o la situación temida. Esto puede interferir significativamente con el trabajo, la vida social, las relaciones y la vida cotidiana.

Sin embargo, las fobias son tratables y manejables. Hay formas de afrontar una fobia. Este artículo analizará la megalofobia, su tratamiento y cómo vivir con la fobia.

¿Es la megalofobia un diagnóstico real?

Las fobias, incluida la megalofobia, son diagnósticos reales. Aunque algunas fobias pueden parecer “tontas” o irracionales a primera vista, son miedos muy reales que causan angustia y deterioro significativos en la vida de una persona y pueden interferir con las actividades cotidianas.

Las fobias comunes de las que quizás haya oído hablar pueden incluir la aracnofobia (el miedo a las arañas) o la agorafobia (el miedo a abandonar entornos que una persona considera «seguros»). Las fobias menos comunes incluyen la podofobia (el miedo a los pies) o la dextrofobia (el miedo a tener objetos a la derecha).

Las fobias comunes y raras son muy reales para las personas que las experimentan, incluso cuando se dan cuenta de que el miedo es irracional.

No existen pruebas específicas para diagnosticar fobias, pero la Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (quinta edición) puede servirles de referencia. Este manual describe explícitamente los criterios de diagnóstico que deben cumplirse para diagnosticar una fobia (en este caso, una fobia específica). Estos criterios incluyen:

  • Miedo excesivo y/o irrazonable: Un individuo debe mostrar una cantidad excesiva y desproporcionada de miedo que sea persistente y sea desencadenado por un objeto o situación.
  • Angustia y/o evitación significativa: El individuo experimenta una angustia significativa ante el objeto, evento o situación y/o intenta evitar enfrentar dicho desencadenante temido, que puede causar un deterioro significativo en su vida.
  • El miedo no es causado ni explicado por ninguna otra condición médica o psicológica.
  • El miedo ha durado al menos seis meses.
  • El miedo causa un deterioro significativo en un área de la vida, como el funcionamiento cotidiano, las relaciones, la vida social, el trabajo o la escuela.

Signos y síntomas de la megalofobia

Cuando la megalofobia comienza a afectar su vida, pueden aparecer ciertos signos y síntomas. Estos pueden incluir:

  • Evitar situaciones sociales que tengan lugar dentro o cerca de grandes edificios.
  • Evitar automóviles grandes
  • Reorganizar las actividades diarias para incluir solo edificios más pequeños y minimizar encuentros o encuentros potenciales para evitar encontrarse con edificios o automóviles grandes.
  • Síntomas físicos como tensión muscular, dolores de cabeza, temblores, sudoración y taquicardia.

Ejemplos y/o desencadenantes de la megalofobia

Algunos desencadenantes o ejemplos de megalofobia pueden incluir rascacielos altos, objetos grandes como grandes barcos y aviones, monumentos o estatuas, grandes olas del océano, vastos espacios abiertos como el interior de un complejo o estadio deportivo y animales grandes como elefantes, tiburones y ballenas. . A menudo, alguien con megalofobia tendrá miedo a varios objetos grandes, no solo a uno.

Causas: ¿De dónde viene el miedo a las grandes cosas?

Como muchas otras fobias específicas, la megalofobia puede ser causada o activada por factores genéticos, ambientales, de desarrollo o familiares.

En ocasiones, una fobia se asocia con un evento traumático que ocurrió con el objeto temido. Sin embargo, no se sabe si una persona tiene que haber experimentado un evento traumático o si algunas personas están predispuestas a sufrir fobias.

Algunas personas desarrollan fobias a partir de conductas aprendidas o de respuestas de experiencias tempranas de la vida o de observar las respuestas de sus cuidadores. Las fobias específicas suelen ser hereditarias.

Cómo abordar la megalofobia en el tratamiento

Las fobias suelen responder al tratamiento. Dos de los tratamientos más comunes y eficaces incluyen la terapia cognitivo-conductual (TCC) y la terapia de exposición, también llamada terapia de exposición y prevención de respuesta (ERP).

La TCC es el tratamiento conductual más eficaz para las fobias. A través de esta terapia, las personas aprenden a identificar y gestionar pensamientos que son exagerados o irracionales pero que forman parte de su ansiedad y miedo. Trabajan con su terapeuta para buscar otras explicaciones de su miedo, desmantelar sus pensamientos negativos y encontrar mecanismos de afrontamiento saludables con los que reemplazarlos.

ERP es una forma de TCC que también es eficaz para las fobias. Esta terapia ayuda a la persona a afrontar un miedo en lugar de evitarlo,

Bajo la guía de un terapeuta capacitado, la persona se pone en contacto con el objeto o situación que teme en un ambiente seguro. Si alguien tiene miedo a los edificios grandes, primero podría mirar una fotografía de un edificio grande, analizar su respuesta de miedo con el terapeuta, luego avanzar hasta pasar por un edificio grande y finalmente pararse al lado o dentro de un edificio grande.

Es un enfoque sistemático que lentamente construye tolerancia hacia el objeto o situación temido mientras desafía los pensamientos negativos que tienen y evalúa sus respuestas físicas. Con el tiempo, los pensamientos negativos y las respuestas de miedo disminuirán, nuevas creencias los reemplazarán y la persona desarrollará una caja de herramientas de habilidades de afrontamiento para utilizar en situaciones estresantes.

Técnicas de auto-calmante para afrontar la situación

Aunque el tratamiento profesional es necesario para las fobias, también existen técnicas para calmarse a sí mismo que puede practicar para afrontar las fobias en situaciones estresantes. Estos pueden incluir:

  • Ejercicios de respiración y técnicas de respiración profunda para activar el sistema nervioso parasimpático y ayudarte a calmarte.
  • Relajación muscular progresiva para reducir la tensión corporal.
  • Practicar la atención plena del momento presente y la conciencia de tus pensamientos y de cómo te hacen sentir.
  • Conectarse con amigos para obtener apoyo, ya sea mediante una llamada telefónica, un mensaje de texto o una reunión en persona.

Usar estrategias adaptativas para ayudar a regular las emociones y las respuestas corporales, como respirar, reexaminar y reformular los pensamientos y practicar la atención plena, puede ayudarlo a sobrellevar la ansiedad derivada de su fobia.

Mantener una dieta saludable, que incluya comer frutas y verduras, beber mucha agua y hacer ejercicio con regularidad (incluso si es caminar alrededor de la cuadra) también puede ayudar.

Resumen

Las fobias pueden interferir negativamente con la vida cotidiana e impactar su trabajo, familia, relaciones y actividades sociales. La megalofobia, o miedo a las cosas grandes, es un tipo específico de fobia.

Aunque las fobias pueden parecer insuperables, existen tratamientos disponibles que son muy eficaces para controlarlas. Trabajar con un terapeuta puede ayudarle a aprender formas de reducir y controlar su ansiedad y miedo para que no afecten su vida de manera tan significativa. No tienes que afrontar esto solo; Los terapeutas pueden ayudar.

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