La mayoría de las personas considera que la psoriasis es una afección de la piel, una creencia que minimiza el gran daño que puede causar la enfermedad autoinmune. Si bien las lesiones cutáneas (llamadas placas) son características de la enfermedad, la inflamación sistémica que causa las placas también puede afectar múltiples sistemas de órganos.

Si no se trata, la inflamación puede extenderse gradualmente y desencadenar cambios en las uñas, las articulaciones, los ojos, el cerebro, los riñones, el corazón, el páncreas y los vasos sanguíneos. Esta es la razón por la que se necesita un tratamiento temprano y adecuado de la psoriasis para controlar la inflamación y prevenir complicaciones médicas que van más allá de la piel.

Psoriasis de las uñas

La psoriasis ungueal es la comorbilidad más común (enfermedad coexistente) en personas con psoriasis. Según una revisión de 2017 en la revista Soriasis, No menos del 50 % de las personas con psoriasis tienen signos de daño en las uñas en el momento del diagnóstico, mientras que el 90 % experimenta cambios significativos en las uñas en algún momento de su vida.

Los síntomas de la psoriasis ungueal incluyen:

  • picaduras de uñas
  • Engrosamiento de la superficie de la uña (hiperqueratosis subungueal)
  • Crestas horizontales en la uña (líneas de Beau)
  • Puntos de color rojo amarillento debajo de la uña («gotas de aceite»)
  • Manchas blancas en las uñas (leuconiquia)
  • Pequeñas líneas negras debajo de la uña causadas por capilares reventados (hemorragias en astilla)
  • Levantamiento de la superficie de la uña (onicólisis)
  • Uñas quebradizas y quebradizas
  • Enrojecimiento en el arco blanco en la base de la uña (lúnula manchada)

Artritis psoriásica

La artritis psoriásica puede afectar entre el 6 % y el 41 % de las personas con psoriasis, según un estudio de 2015de la Universidad de Pensilvania. Además, alrededor del 85 % de las personas con artritis psoriásica también tendrán psoriasis.

Los síntomas pueden variar de persona a persona, pero pueden incluir:

  • Dolor, hinchazón o rigidez en una o más articulaciones
  • Enrojecimiento y calor de las articulaciones
  • Hinchazón similar a una salchicha en los dedos de las manos o de los pies (dactilitis)

La artritis psoriásica suele ser asimétrica (solo afecta una articulación en un lado del cuerpo), pero puede volverse simétrica (afectar la misma articulación en ambos lados del cuerpo) en casos más graves. La artritis psoriásica también puede afectar la columna vertebral (espondiloartritis) o causar daño severo a las articulaciones distales (las más cercanas a las uñas) de los dedos de manos y pies.

Problemas de los ojos

La mayoría de los problemas oculares asociados con la psoriasis son causados ​​por blefaritis (inflamación del párpado). La condición es causada por la aparición de lesiones en o cerca del párpado. Cuando esto ocurre, el párpado puede levantarse o moverse de manera anormal, causando sequedad, ardor y picazón en los ojos.

La blefaritis puede provocar conjuntivitis (ojo rosado) y uveítis (inflamación de la parte pigmentada del ojo). Sin tratamiento, ambas condiciones pueden afectar significativamente la vista.

Trastornos del estado de ánimo

El solo hecho de tener psoriasis puede causar depresión, especialmente si los síntomas son graves y no se pueden controlar. Sin embargo, cada vez hay más pruebas de que la enfermedad puede alterar la química de su cerebro de manera que provoca cambios significativos en su estado de ánimo y cognición.

Según una revisión de 2015 de la Universidad de Iowa, existe evidencia de que los brotes agudos de psoriasis pueden activar el complejo hormonal conocido como eje hipotálamo-pituitario-suprarrenal (HPA). Esto puede causar la secreción excesiva de cortisol, una sustancia comúnmente conocida como la «hormona del estrés».

Durante los brotes agudos de psoriasis, la secreción de cortisol puede aumentar hasta 100 veces, saturando los receptores en el cerebro asociados con el estado de ánimo y la cognición.

Sabemos por condiciones como la enfermedad de Cushing que la secreción excesiva de cortisol se traduce en tasas más altas de depresión, ansiedad, irritabilidad e insomnio, así como en la pérdida de concentración y memoria.  Lo mismo puede ser cierto para la psoriasis.

Incluso hay pruebas, aunque incierto, que la psoriasis puede aumentar el riesgo del trastorno neuromuscular de la enfermedad de Parkinson.

Enfermedad cardiovascular

Existe evidencia de que la psoriasis severa puede más que duplicar el riesgo de enfermedad cardiovascular en comparación con la población general. Se cree que la inflamación crónica juega un papel importante en el desarrollo de enfermedades del corazón, aunque se sabe que contribuyen otros factores.

La inflamación crónica asociada con la psoriasis puede causar el engrosamiento de los tejidos (hiperplasia) en la piel. y otros órganos. Cuando afecta a los vasos sanguíneos, puede desencadenar el desarrollo de aterosclerosis (el llamado endurecimiento de las arterias) e hipertensión (presión arterial alta), ambos estrechamente relacionados con ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

La carga inflamatoria también puede afectar al páncreas, aumentando el riesgo de diabetes y, a su vez, de enfermedades cardíacas. En su totalidad, estos factores explican las tasas más altas de enfermedad cardiovascular en personas con psoriasis grave (en lugar de moderada o leve).

Cáncer

La psoriasis, como la artritis reumatoide, se ha asociado durante mucho tiempo con un mayor riesgo de linfoma (un tipo de cáncer que afecta a los glóbulos blancos). La investigación ahora sugiere que la inflamación psoriásica puede dañar el ADN celular y estimular el crecimiento de diferentes tipos de cáncer.

Un estudio de 2016en JAMA Dermatología concluyó que la psoriasis, como factor de riesgo independiente, aumentaba el riesgo de los siguientes cánceres en comparación con la población general:

  • Linfoma (todos los tipos): 34%
  • Cáncer de pulmón: 15%
  • Cáncer de piel no melanoma: 12%

Un tipo de linfoma, conocido como linfoma cutáneo de células T, ocurre a una tasa cuatro veces mayor que la de la población general.

Según estos hallazgos, es probable que el tratamiento temprano y efectivo de la psoriasis pueda mitigar muchos de estos riesgos y también otras comorbilidades.

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