Los trastornos de la piel son un síntoma extraintestinal común de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), que se presenta en hasta el 25 % de las personas con colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn. Algunas de estas afecciones de la piel se denominan pioderma gangrenoso, úlceras aftosas y eritema nodoso.

El eritema nodoso es una afección de la piel que afecta con mayor frecuencia a las personas con la enfermedad de Crohn, pero también puede desarrollarse en aquellas que tienen colitis ulcerosa. Se estima que ocurre entre el 10 % y el 15 % de las personas con EII, lo que la convierte en una complicación bastante común. Esta condición a menudo desaparece por sí sola o mejora cuando la EII subyacente está bajo control. Las personas con EII necesitan conocer los signos de esta afección de la piel para diagnosticarla a tiempo.

Descripción general

El eritema nodoso son nódulos (o lesiones) rojos y dolorosos que se desarrollan con mayor frecuencia en los brazos o en la parte inferior de las piernas, pero también pueden aparecer en otros lugares del cuerpo. Esta condición es más frecuente en adultos que en niños, y más común en mujeres que en hombres.

La formación de lesiones de eritema nodoso puede estar precedida por una sensación de gripe o dolor generalizado en las articulaciones. Las lesiones mismas pueden aparecer primero como nódulos rojos y sensibles, que se vuelven duros y dolorosos en la primera semana. Las lesiones pueden aparecer azuladas o negras y azules y sentirse como si contuvieran líquido durante la segunda semana y luego lentamente se vuelven amarillentas antes de sanar. Las lesiones duran alrededor de dos semanas, pero pueden ser reemplazadas por nuevas lesiones cuando se resuelven. El ciclo puede terminar después de que aparezca el primer lote de lesiones y luego sane, o puede continuar durante varias semanas o meses con la aparición de nuevas lesiones.

Eritema nodoso en piernas.

En la EII, el eritema nodoso puede aparecer por primera vez durante un brote. Puede seguir el curso de la EII, lo que significa que mejora cuando se controla mejor el brote.

Otras causas de eritema nodoso incluyen infecciones bacterianas, infecciones fúngicas, linfoma de Hodgkin (enfermedad de Hodgkin), sarcoidosis, enfermedad de Behçet (un trastorno raro que causa inflamación en los vasos sanguíneos), embarazo y reacciones a medicamentos (como las sulfonamidas).

Diagnóstico

Cuando se presenta eritema nodoso en una persona con EII diagnosticada, es posible que no se realicen pruebas, ya que se sabe que la afección ocurre con la EII y las lesiones son reconocibles. En las personas que no tienen EII, un médico puede decidir que es necesario solicitar pruebas, como radiografías, hemocultivos y biopsias, para descartar una infección u otra enfermedad o afección.

Tratamiento

Debido a que el eritema nodoso tiende a resolverse por sí solo, generalmente no existe un tratamiento específico para ayudar a que las lesiones sanen. Por lo general, el tratamiento solo se necesita para ayudar a controlar el dolor causado por las lesiones o en las articulaciones. Esto puede incluir compresas frías, elevación de piernas y descanso.

Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) también pueden ser útiles para aliviar el dolor, pero deben usarse con precaución en personas con EII. Los AINE pueden causar un brote en algunas personas con EII y, por lo tanto, estos medicamentos solo deben usarse bajo la supervisión directa de un gastroenterólogo. Es posible que los dermatólogos u otros médicos que tratan trastornos de la piel no se den cuenta de que los AINE tienen este efecto negativo sobre la EII. Por esta razón, las personas con EII deben cuestionar las nuevas recetas y discutirlas con un gastroenterólogo antes de tomarlas.

Los corticosteroides, el yoduro de potasio y los agentes antitiroideos también pueden usarse en casos severos o crónicos de eritema nodoso. También se puede recomendar limitar la actividad para ayudar a disminuir el tiempo que tardan en resolverse las lesiones y otros síntomas.

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