La espondilitis anquilosante (EA) es una artritis que afecta principalmente a la columna vertebral. Para algunas personas, esta enfermedad también puede causar inflamación en otras articulaciones, más comúnmente en las caderas. Sin embargo, el dolor en las piernas puede ser una indicación de que la inflamación se ha extendido a las rodillas, los tobillos o las articulaciones de los pies.

Este artículo analiza el dolor en las piernas como síntoma de la espondilitis anquilosante: por qué ocurre y las opciones de tratamiento.

Espondilitis anquilosante: ¿a quién afecta?

La espondilitis anquilosante a menudo es hereditaria y los síntomas suelen aparecer antes de los 45 años.

¿Es el dolor de piernas un síntoma de la espondilitis anquilosante?

  • Dolor y rigidez en las articulaciones, incluida la rigidez matutina prolongada
  • Disminución del rango de movimiento
  • Disminucion del apetito
  • Erupción cutanea
  • Diarrea
  • Cambios en la visión
  • Dolor de ojos y enrojecimiento
  • Dolor abdominal

La inflamación de AS también puede causar hinchazón, enrojecimiento y calor en las rodillas, los tobillos y los pies.

Dolor somático

El dolor causado por la espondilitis anquilosante se considera dolor somático. Cuando el dolor somático afecta estructuras en la superficie del cuerpo, como la piel, a menudo se describe como agudo, ardiente, punzante o palpitante. El dolor somático que afecta estructuras más profundas, como las articulaciones, suele ser doloroso o sordo.

El dolor en las piernas causado por una lesión u otras afecciones de las articulaciones a menudo mejora con el descanso. Sin embargo, el dolor AS (en la columna vertebral o en otro lugar) generalmente empeora cuando no se está moviendo.

Aunque es poco común, la EA también puede causar síntomas referidos: dolor que se siente en las piernas pero que en realidad es causado por artritis en la columna lumbar.

Tratamientos y manejo del dolor de piernas por EA

El dolor en las piernas y otros síntomas de la espondilitis anquilosante se tratan con una combinación de medicamentos, hábitos de estilo de vida, fisioterapia y, en casos graves, cirugía.

medicamentos

El tratamiento principal para el dolor causado por la espondilitis anquilosante es el uso de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Esto puede incluir medicamentos de venta libre (OTC) como Advil o Motrin (ibuprofeno) o Aleve (naproxeno). Algunas personas pueden necesitar medicamentos antiinflamatorios recetados, como Celebrex (celecoxib), Indocin (indometacina) o Zipsor, Zorvolex, Cataflam (diclofenac).

Otros tipos de medicamentos para tratar los síntomas de la EA pueden incluir:

Hábitos de estilo de vida

Los hábitos de vida saludables pueden ayudar a disminuir el dolor en las piernas y otros síntomas de la espondilitis anquilosante.

  • Mantenerse activo: El ejercicio es una parte integral del manejo de los síntomas de la EA. La actividad física ayuda a aumentar la flexibilidad, reducir la rigidez y mejorar la postura. Sin embargo, el ejercicio demasiado agresivo puede empeorar sus síntomas. Pruebe actividades de bajo impacto, como nadar o caminar.
  • Dejar de fumar: Fumar no solo es malo para la salud en general, sino que este hábito puede acelerar el daño causado por la EA.
  • Mejora tu sueño: Más del 50 % de las personas con AS también tienen dificultad para dormir debido al dolor, la rigidez y la dificultad para respirar. Practicar técnicas de relajación, sumergirse en baños tibios, estirarse suavemente y tomar sus medicamentos según lo prescrito pueden ayudar a mejorar su sueño.
  • Come una dieta balanceada: Evita los alimentos procesados ​​e incorpora frutas y verduras frescas. Incluya las grasas saludables que se encuentran en alimentos como el pescado y las nueces.

Terapia física

La fisioterapia beneficia a las personas con espondilitis anquilosante, con o sin dolor en las piernas. Su fisioterapeuta puede enseñarle ejercicios útiles sin empeorar su dolor y puede hacerle recomendaciones de posicionamiento para mejorar su sueño.

Si tiene dificultades con su movilidad, un fisioterapeuta puede enseñarle a usar equipo de asistencia, como un bastón, para mejorar su función.

Cirugía

La cirugía no es necesaria para la mayoría de las personas con espondilitis anquilosante. Sin embargo, si el daño articular es severo, podría ser necesario.

AS causa el mayor daño a las articulaciones de la columna. Con el tiempo, una persona puede desarrollar una deformidad y quedar «atascada» en una posición inclinada. Además de causar dolor, esta deformidad puede afectar negativamente a los órganos internos y dificultar la respiración. La cirugía se realiza para estabilizar la columna vertebral en una posición vertical.

AS también puede causar daños severos en otras articulaciones, incluidas las caderas y las rodillas. En algunos casos, está indicada la cirugía de reemplazo articular.

Cuándo ver a su proveedor de atención médica

Si le han diagnosticado espondilitis anquilosante, es probable que tenga visitas regulares con su proveedor de atención médica. Sin embargo, infórmele a su proveedor de atención médica si experimenta nuevos síntomas: dolor en las piernas, entumecimiento, hormigueo o debilidad. Estos síntomas pueden indicar que su condición está comprimiendo los nervios en la zona lumbar.

Resumen

La espondilitis anquilosante (EA) es una afección inflamatoria que causa principalmente dolor de espalda debido al daño en las articulaciones de la columna. AS también puede extenderse a otras articulaciones, más comúnmente a las caderas. Sin embargo, también puede afectar las rodillas y los tobillos, lo que provoca dolor en las piernas.

El tratamiento incluye medicamentos, cambios en el estilo de vida y fisioterapia. En casos severos, puede ser necesaria la cirugía.

Una palabra de MEDSALUD

Controlar el dolor de piernas y otros síntomas de la espondilitis anquilosante puede ser un desafío. Hable con su proveedor de atención médica sobre cambios en el estilo de vida, como dieta y ejercicio, fisioterapia u otras opciones que puedan ayudar. Sepa que puede encontrar alivio y vivir una vida larga y saludable.

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