Deje de comer principalmente alimentos procesados
Uno de los principales cambios en la dieta que ha tenido lugar en muchos países durante los últimos 30 años ha sido el cambio hacia el consumo de más alimentos procesados. Junto con el procesamiento viene un aumento en el sodio agregado, más grasas saturadas, más azúcar y menos fibra.¿El resultado? Más enfermedades cardiovasculares, hipertensión, cáncer y diabetes.
Por ejemplo, los Institutos Nacionales de Salud (NIH) recomiendan no consumir más de 2300 mg (menos de 2,4 g) de sodio por día, menos para muchas personas mayores y otras personas con ciertas condiciones de salud, como presión arterial alta.
En una encuesta de más de 7000 estadounidenses, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) encontraron que las personas consumen un promedio de 3300 mg de sodio por día. La mayor parte de la sal proviene de restaurantes y comidas rápidas, como productos horneados, embutidos y sopas.
Hágale un favor a su cuerpo e intente comer «limpio» con más frecuencia, incluidos alimentos ricos en fibra (que están relacionados con una mayor longevidad) y otros ingredientes que compre y prepare usted mismo. Si tiene poco tiempo, cocine con anticipación en grandes lotes o derroche en ensaladas preparadas y otras verduras frescas o congeladas mientras observa el contenido de sodio y azúcar en la etiqueta.