Si la piel de la cara está inflamada, irritada y enrojecida, a veces puede ser difícil determinar la causa. ¿Es eccema o es acné? Este artículo discutirá los síntomas del eccema y el acné, los métodos de tratamiento y los pasos para la prevención.
Eczema vs Acné
El eczema causa inflamación de la piel. Hay varias formas diferentes de eccema, y la más común es la dermatitis atópica. Todas las formas de eczema causan piel seca, escamosa y escamosa, junto con enrojecimiento y picazón. El eccema puede afectar a personas de cualquier edad.
El acné, por otro lado, es una afección de la piel que hace que se formen bultos en la piel cuando los folículos pilosos se obstruyen con grasa, piel muerta y bacterias. El acné es más común entre los adolescentes durante la pubertad como resultado de la fluctuación de las hormonas, pero el acné también puede durar hasta bien entrada la edad adulta. Además, el acné es un síntoma común durante los ciclos menstruales.
Los signos de eccema y los síntomas del acné
La forma más común de eczema llamada dermatitis atópica se observa con frecuencia en personas con antecedentes personales o familiares de fiebre del heno o asma, ya que estas afecciones comúnmente ocurren juntas. Las áreas afectadas de la piel pueden oscurecerse y pueden desarrollarse pequeños bultos que pueden infectarse si se rasca y se rompe la piel.
El eczema también puede desarrollarse a partir de una reacción alérgica a una sustancia en particular. Este tipo de eczema se llama dermatitis de contacto, que también puede causar un aumento del enrojecimiento de la piel, dolor e hinchazón.
El acné produce granos a partir de los poros obstruidos. El acné se desarrolla más comúnmente en la cara, la frente, la parte superior de la espalda, el pecho y los hombros. Las espinillas del acné son protuberancias pequeñas y elevadas que son rojas o del color de su piel y tienen un centro blanco o poros agrandados y oscurecidos (puntos negros).
Por lo general, el acné no pica y la mayoría del acné no es doloroso, con la excepción del acné quístico. El acné quístico causa nódulos y quistes más grandes, hinchados y dolorosos debajo de la piel.
Formas de diagnosticar y tratar el eccema y el acné
El eczema es diagnosticado por un dermatólogo basado en antecedentes personales y familiares y la apariencia física de la piel. Una biopsia de piel, en la que se extrae un pequeño tejido de piel para un examen más detallado, puede ayudar a confirmar un diagnóstico y descartar otras afecciones de la piel, como infecciones fúngicas.
El eccema no se puede curar, pero los tratamientos como hidratar la piel y controlar el estrés pueden ayudar a reducir los síntomas. Los esteroides tópicos, Eucrisa (pomada de crisaborol), Elidel (crema de pimecrolimus) o el alquitrán de hulla pueden ayudar a reducir el dolor, el enrojecimiento y la picazón.
El acné también es diagnosticado por un dermatólogo basado en la apariencia física de la piel. Los factores de riesgo, como los cambios en los niveles hormonales durante la pubertad, la menstruación, los medicamentos y los antecedentes familiares, aumentan la probabilidad de desarrollar acné.
El tratamiento del acné incluye limpiar regularmente la piel y mantenerla adecuadamente hidratada. También se pueden recetar antibióticos orales o tópicos, esteroides y retinoides para reducir el acné y mejorar la apariencia de la piel.
Prevención del eccema y el acné
La prevención del eczema y el acné comienza con evitar los desencadenantes que pueden empeorar los síntomas. Evitar la exposición a telas apretadas e irritantes, temperaturas extremas, productos para la piel ásperos o abrasivos y fragancias puede ayudar a prevenir un brote de eccema.
Los brotes de eczema también pueden ser provocados por alergias a los alimentos. Las alergias alimentarias más comunes que pueden empeorar el eczema incluyen alergias a los lácteos, el trigo, los huevos, el maní, la soya y los mariscos. Evitar ciertos alimentos como los alimentos refinados y procesados, el azúcar, los productos lácteos y los alimentos a los que tienes sensibilidad o alergias también puede ayudar a prevenir el acné.
El cuidado adecuado de la piel también es importante para prevenir el eccema y el acné. El uso de un limpiador y humectante suave para la piel puede ayudar a mantener la piel limpia e hidratada para proteger su barrera natural. También es importante evitar rascarse o tocarse el eczema y el acné. Esto puede ayudar a reducir el riesgo de infección y evitar que estas afecciones de la piel empeoren.
Cuándo buscar ayuda profesional
Si tiene parches de piel rojos y con picazón que no han desaparecido en un mes, debe programar una visita con su médico para determinar si tiene eccema. El eccema es una afección que debe controlar a lo largo de su vida, y es importante que un médico lo evalúe para asegurarse de que no tenga una afección cutánea más grave o que su eccema no se infecte.
Si tiene acné, es posible que desee programar una visita con su médico, especialmente si tiene una cantidad considerable de bultos que cubren una gran parte de la cara o el cuerpo que tardan mucho en sanar o que vuelven a aparecer de forma crónica.
Resumen
El eczema y el acné causan irritación e inflamación de la piel, pero tienen diferentes síntomas y causas. Mientras que el eczema causa picazón, el acné no. Además, el eccema puede desencadenarse por alergias o el contacto con ciertas sustancias, pero el acné es el resultado de la obstrucción de los poros.
Evitar los desencadenantes es importante para tratar y prevenir ambas afecciones. Mantener una rutina adecuada de cuidado de la piel que incluya la limpieza y la hidratación diaria de la piel también ayuda.
Una palabra de MEDSALUD
El eczema y el acné son dos afecciones comunes de la piel que afectan a muchas personas. Los síntomas suelen ser leves, se pueden controlar con tratamientos simples y hábitos de estilo de vida, y no tienen un impacto significativo en su vida.
Sin embargo, la apariencia física del eccema o el acné, junto con otros síntomas como enrojecimiento, picazón o dolor, pueden ser preocupantes. Si tiene cualquiera de estas condiciones y no ha visto ninguna mejora en sus síntomas durante más de un mes, programar una cita con un dermatólogo puede ayudarlo a obtener el tratamiento que necesita.