La colitis es la inflamación del tejido que recubre el colon. La colitis no es una condición en sí misma, sino más bien una señal de que otro proceso de enfermedad está funcionando en el cuerpo.
Hay varios tipos diferentes de colitis, incluida la colitis ulcerosa, la colitis microscópica, la colitis pseudomembranosa, la colitis isquémica y la colitis causada por una reacción alérgica. Este artículo discutirá los diferentes tipos de colitis y cómo difieren en sus síntomas, proceso de diagnóstico, posibles causas y opciones de tratamiento.
El colon, o intestino grueso, es donde el agua y una pequeña cantidad de vitaminas y minerales se absorben de los alimentos a medida que pasan por el tracto digestivo. El colon es un tubo hueco con varias capas de tejido, las cuales pueden verse afectadas por enfermedades e inflamación.
Las seis secciones del colon (en orden después del intestino delgado) son el ciego, el colon ascendente, el colon transverso, el colon descendente, el colon sigmoide y el recto.
La colitis ulcerosa es una forma de enfermedad inflamatoria intestinal (EII). Los síntomas pueden incluir diarrea (a menudo con sangre), dolor abdominal, pérdida de peso y necesidad urgente de ir al baño.
La colitis ulcerosa se diagnostica con mayor frecuencia en adultos jóvenes y no tiene cura. Alguna vez se pensó que era una enfermedad occidental, pero cada vez es más común en los países en desarrollo.
No se sabe qué causa la colitis ulcerosa. Hay más de 200 genes que pueden estar asociados con el desarrollo de la EII. Se cree que puede haber varias vías diferentes para el desarrollo de la EII debido a la gran cantidad de genes involucrados.
Sin embargo, la genética no es la única parte de este proceso, porque la mayoría de las personas que tienen los genes asociados con la EII nunca desarrollan la afección.
Los factores ambientales y el microbioma intestinal también pueden influir en el desarrollo de la enfermedad. El microbioma intestinal está compuesto de bacterias y otros microorganismos que normalmente viven en el intestino y ayudan con la digestión.
Hay varios medicamentos disponibles para tratar la colitis ulcerosa. El fármaco o la combinación de fármacos que se utilice dependerá de la gravedad y la extensión de la enfermedad, especialmente de la cantidad de colon inflamado. Los medicamentos incluyen ácido 5-aminosalicílico, productos biológicos, esteroides e inmunomoduladores.
También se pueden intentar cambios en el estilo de vida y terapias complementarias. Estos pueden incluir cambiar su dieta, hacer ejercicio, tomar suplementos y probar la acupuntura. El cuidado de la salud mental a través de terapia de conversación, meditación, atención plena u otras terapias también puede ser parte de su plan de tratamiento.
Hay varios subtipos de colitis ulcerosa, que se definen por la forma en que la enfermedad afecta las diferentes partes del colon.
Proctitis ulcerativa
En esta forma de colitis ulcerosa, es el recto el que está inflamado. Los estudios han revelado que alrededor del 30% de las personas con colitis ulcerosa son diagnosticadas con proctitis ulcerosa.
Los signos y síntomas comunes incluyen diarrea, con o sin sangre, dolor en el recto y la necesidad urgente de ir al baño. Sin embargo, hasta el 10% de las personas con esta forma también pueden experimentar estreñimiento.
Colitis del lado izquierdo
Esta es la forma más comúnmente diagnosticada de colitis ulcerosa. La colitis del lado izquierdo afecta aproximadamente al 40 % de las personas a las que se les diagnostica colitis ulcerosa. Se llama “del lado izquierdo” porque la inflamación se encuentra en el lado izquierdo del colon. Los síntomas pueden incluir diarrea con sangre, pérdida de peso, falta de apetito y dolor en el lado izquierdo que puede ser intenso.
pancolitis
Cuando la inflamación se encuentra en todo el colon, se llama pancolitis. Se diagnostica en alrededor del 30% de los pacientes con colitis ulcerosa. Los síntomas pueden incluir diarrea con sangre, pérdida de peso, falta de apetito, calambres abdominales y dolor abdominal que puede ser intenso.
colitis microscópica
La colitis microscópica se diagnostica hasta en el 20 % de las personas que se someten a una colonoscopia para determinar la causa de la diarrea crónica. Las mujeres tienden a ser diagnosticadas tres veces más que los hombres. También es más común en personas mayores de 65 años.
A diferencia de la colitis ulcerosa, la colitis microscópica no produce sangre en las heces. El interior del colon se ve normal o casi normal en una colonoscopia. Algunas personas con esta afección descubren que necesitan despertarse y defecar por la noche. La pérdida de peso y el dolor abdominal también son comunes.
Hay dos subtipos de colitis microscópica: colitis linfocítica y colitis colágena. Para el diagnóstico y el tratamiento, no se puede hacer una distinción entre las dos formas.
El tratamiento podría incluir aminosalicilatos, subsalicilato de bismuto, esteroides o medicamentos inmunomodificadores. Es posible que los pacientes deban probar algunos medicamentos diferentes para aliviar los síntomas. El tratamiento también dependerá de la gravedad de los síntomas porque algunos medicamentos pueden tener efectos secundarios.
Se desconoce la causa, pero algunos de los factores de riesgo son:
- Absorción anormal de ácidos biliares
- Condiciones autoinmunes
- antígenos bacterianos
- Predisposición genética
- Tomar medicamentos como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), los inhibidores de la bomba de protones y los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS)
- De fumar
Colitis linfocítica
En la colitis linfocítica, una biopsia del interior del colon tomada durante una colonoscopia para evaluar la diarrea puede mostrar un aumento en la cantidad de un tipo de glóbulo blanco llamado linfocitos.
Colitis colágena
En la colitis colágena, una biopsia tomada durante una colonoscopia para evaluar la diarrea puede mostrar una capa de colágeno engrosada en el tejido que recubre el colon.
Colitis pseudomembranosa
En la colitis pseudomembranosa, el revestimiento del colon se inflama y forma una membrana de color blanco amarillento llamada pseudomembrana.
La mayoría de las veces, la colitis pseudomembranosa ocurre debido a una infección por una bacteria llamada Clostridioides difficile (C. difficile, o C diferencia). Pero también puede ocurrir por otras infecciones o por tomar antibióticos de amplio espectro, o puede estar asociado con otras formas de colitis.
Los síntomas de la colitis pseudomembranosa incluyen:
- Calambres o dolor abdominal
- Sensibilidad abdominal
- Diarrea
- Deshidración
- Fiebre
- Mucosidad en las heces
- Náuseas
Encontrar la causa de la colitis pseudomembranosa es importante para tratarla. Para una infección con C diferencia el tratamiento podría ser antibióticos.
En algunos casos, cuando la infección es grave y el tratamiento está disponible, se podría utilizar un trasplante de microbiota fecal. Este procedimiento infunde heces de un donante para restaurar las bacterias que se encuentran comúnmente en el tracto digestivo.
Rebyota es el primer producto de microbiota fecal aprobado por la FDA para prevenir la recurrencia de Clostridioides difficile (CDI) en individuos de 18 años de edad y mayores. Es para usar después de que una persona haya completado el tratamiento con antibióticos para la CDI recurrente.
Algunos de los factores de riesgo asociados con la colitis pseudomembranosa son:
- Edad mayor de 65 años
- Uso de antibióticos
- Ser un paciente internado en un hospital o centro de atención especializada
- Tener antecedentes de otro trastorno gastrointestinal
- Cirugía en los intestinos
- Sistema inmunitario debilitado (como por recibir quimioterapia)
Se pueden usar varias pruebas, incluidos análisis de sangre, cultivos de heces y endoscopia (como una colonoscopia), para comprender qué está causando la colitis pseudomembranosa.
Colitis isquémica
Si el flujo de sangre al intestino grueso se bloquea o se ralentiza, puede causar colitis isquémica. Esto puede suceder por muchas razones, algunas de las cuales son el colesterol alto, los coágulos de sangre, la cirugía o el uso de cocaína o metanfetamina. Esta condición puede ocurrir en personas de cualquier edad, pero es más común en personas mayores de 60 años.
Algunos de los factores de riesgo para la colitis isquémica incluyen:
- Edad mayor de 60 años
- Insuficiencia cardíaca congestiva
- Diabetes
- Presión arterial baja
- Medicamentos (aunque esto es raro)
- antibióticos
- Quimioterapia
- Hormonas (como el estrógeno)
- Medicamentos para el síndrome del intestino irritable (SII) para el estreñimiento
- Uso de pseudoefedrina
- Cirugía previa en la aorta
La colitis isquémica puede aparecer repentinamente, pero con mayor frecuencia la afección se desarrolla durante un período de tiempo. En los casos más leves, el tratamiento en el hospital puede incluir antibióticos, una dieta líquida, fluidos intravenosos y control del dolor.
También se pueden usar medicamentos que tratan los coágulos de sangre. Para casos severos, la cirugía en el colon para remover cualquier tejido que haya muerto puede ser necesario.
Colitis alérgica en bebés
La colitis alérgica es una condición que puede ocurrir en algunos bebés que están amamantando. El único síntoma que suele encontrarse es sangre en las heces.
Esta condición puede ser el resultado de una alergia a los alimentos, pero la causa no se conoce bien. Por lo general, no se realizan pruebas como la endoscopia, pero el diagnóstico se basa en la aparición de heces con sangre.
Las heces con sangre normalmente se resuelven por sí solas, pero se debe investigar la posibilidad de una alergia alimentaria. Esto incluye la eliminación de alimentos de la dieta de los padres que amamantan. Por lo general, esto comienza eliminando los productos lácteos durante varias semanas y viendo si eso hace alguna diferencia.
También se pueden suspender otros alimentos que comúnmente causan alergias si las heces con sangre no mejoran. En algunos casos, se puede recomendar una fórmula especial para la alimentación.
Diagnóstico
El primer paso para hacer un diagnóstico será revisar los síntomas. Un médico a menudo le preguntará acerca de las heces (con qué frecuencia defeca y si hay sangre) y una descripción de cualquier dolor abdominal. También puede haber preguntas sobre antecedentes familiares, dieta y medicamentos actuales.
Es posible que se necesiten pruebas para descubrir el origen de los síntomas. Estos pueden incluir:
- Enema de bario: este tipo de radiografía utiliza bario para resaltar posibles problemas en el colon.
- Análisis de sangre: no se usará un análisis de sangre para diagnosticar la colitis, pero puede buscar una infección o determinar el motivo de una pérdida significativa de sangre.
- Colonoscopia: se inserta un tubo largo con una luz y una cámara en el extremo en el ano y se mueve hacia arriba por el colon.
- Tomografía computarizada (TC): esta imagen de rayos X computarizada puede proporcionar una vista de las estructuras en el abdomen.
- Sigmoidoscopia flexible: se inserta un tubo en el ano para ver la última sección del colon.
- Imágenes por resonancia magnética (MRI): esta exploración puede tomar imágenes detalladas del abdomen utilizando un campo magnético y ondas de radio generadas por computadora.
- Pruebas de heces: las heces se pueden recolectar y analizar para detectar infecciones bacterianas, parásitos o la presencia de sangre.
- Ultrasonido: esta prueba no invasiva utiliza ondas de sonido para visualizar el contenido del abdomen.
Resumen
La colitis es la inflamación del colon. Los tipos incluyen colitis ulcerosa, colitis microscópica, colitis pseudomembranosa, colitis isquémica y colitis alérgica. Cada tipo de colitis varía en su proceso de diagnóstico, causas y tratamiento.