La terapia cognitivo-conductual (TCC) es un tratamiento frecuentemente recomendado para la fibromialgia (FMS). También es uno de los tratamientos no farmacológicos mejor investigados para esta afección.

La TCC es un tratamiento psicológico, pero se usa para tratar una variedad de dolencias no psicológicas. Sin embargo, los pacientes de FMS a veces creen erróneamente que la recomendación de la TCC significa que su enfermedad se considera psicológica o «no real».

En verdad, un creciente cuerpo de evidencia muestra que la TCC es efectiva para ayudarlo a aprender a manejar su enfermedad de manera más efectiva e incluso puede provocar cambios fisiológicos en su cerebro.

¿Qué es la terapia conductual cognitiva?

La TCC suele ser una terapia a corto plazo que tiene como objetivo cambiar la forma en que piensas sobre ciertas cosas, así como tu comportamiento con respecto a ellas. Por ejemplo, la investigación muestra que muchas personas con FMS hacen algo llamado «catastrofismo», lo que significa que creen que las cosas son peores de lo que son. Pueden hacer afirmaciones como: «Mi dolor es horrible y nunca mejorará».

Esa creencia puede evitar que las personas busquen tratamientos que les ayuden a mejorar. Por lo tanto, la TCC puede ayudarlos a cambiar su creencia a algo como: «Aunque mi dolor es fuerte, puedo encontrar maneras de mejorarlo».

El cambio de creencia no es una cura milagrosa que cambia espontáneamente el curso de la enfermedad, pero puede mejorar los comportamientos, lo que puede conducir a un tratamiento y manejo más efectivos en el futuro.

La TCC a menudo implica «tarea», así como sesiones con el terapeuta. A veces, una vez concluida la terapia, se alentará a los pacientes a tener una cita cada pocos meses para ayudarlos a mantener los cambios.

TCC para la fibromialgia

La investigación muestra que la TCC puede ayudar a las personas con FMS a mejorar, especialmente cuando se combina con otras intervenciones y se adapta a las necesidades específicas del individuo.

Varios estudios han demostrado que la TCC fue efectiva como parte de un programa que incluía ejercicio, estiramiento y educación tanto del paciente como de la familia. Otros han analizado su efecto cuando se agregan al tratamiento farmacológico y también han demostrado que la TCC es beneficiosa.

Pero las revisiones de esta investigación han demostrado que algunos profesionales de la TCC confían más en las intervenciones conductuales, lo que hace que el tratamiento varíe de un profesional a otro.

La TCC se puede usar para ayudarlo a modificar las actividades que causan dolor u otros síntomas, abordar el ejercicio de una manera que no provoque un brote, mejorar sus hábitos de sueño, seguir su régimen de tratamiento de manera constante y controlar su ritmo de manera más efectiva.

Los estudios muestran que la TCC mejoró múltiples síntomas de FMS, que incluyen:

  • Insomnio
  • Vigilancia
  • Calidad de sueño
  • Función diaria
  • Tolerancia al ejercicio
  • Estrés emocional
  • Depresión
  • Función cognitiva, especialmente atención.
  • Calidad de vida

La TCC puede ser especialmente útil en personas que experimentan depresión y ansiedad junto con FMS.

En algunos estudios, un número significativo de personas que se sometieron a TCC no solo mejoraron durante el tratamiento, sino que pudieron mantener los efectos durante el seguimiento.

La investigación preliminar sugiere que la TCC en realidad puede conducir a un cambio físico en la forma en que ciertos receptores del dolor (llamados nociceptores) responden a los estímulos, lo que conduce a una reducción en la cantidad de dolor que experimenta. Sin embargo, se necesita más investigación para confirmar estos hallazgos.

¿Cómo es la TCC?

A veces, la TCC es una terapia individual, pero también se puede realizar en un entorno grupal. Algunos estudios incluso han demostrado que es eficaz cuando se realiza por teléfono o por Internet.

La TCC para FMS generalmente involucra tres fases:

  1. Educación: Esta fase implica asegurarse de que el paciente conozca los hechos sobre la condición en lugar de información inexacta o contradictoria que es común con FMS. Esto incluye las posibles causas, las cosas que ayudan a mantener la enfermedad y la importancia de que el paciente participe activamente en el proceso de tratamiento. Esta fase también puede incluir habilidades específicas para ayudarlo a aprender cómo adaptarse a la vida con FMS.
  2. Conjuntos de habilidades de TCC: Esta fase se enfoca en brindarle habilidades para reducir el dolor. Estos pueden incluir técnicas de relajación; activación graduada, que lo ayuda a aumentar gradualmente los niveles de actividad mientras evita el ciclo de «empuje-choque» que es común en FMS; mejorar los hábitos de sueño; cambiar pensamientos sobre el dolor; y lidiar con otros aspectos funcionales o emocionales de vivir con una enfermedad crónica.
  3. Aplicación de habilidades en la vida real: Esto te ayuda a aplicar lo que has aprendido en las realidades diarias que enfrentas. Por lo general, implica tareas para el hogar centradas en las habilidades de la fase 2 y permite que se adapten a sus necesidades específicas.

Encontrar un terapeuta

No todas las comunidades tienen terapeutas capacitados en CBT, lo que puede dificultar que algunas personas reciban este tratamiento. Eso hace que los programas telefónicos y basados ​​en la web sean especialmente importantes.

Las compañías de seguros pueden negar la cobertura a menos que también tenga una enfermedad psicológica diagnosticada, como depresión o ansiedad, por lo que si no le diagnostican ninguna de ellas pero cree que las tiene, hable con su proveedor de atención médica sobre un diagnóstico.

Si está interesado en la TCC, su proveedor de atención médica puede derivarlo a un médico calificado.

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