Fumar obviamente afecta el corazón y los pulmones, y lo pone en mayor riesgo de desarrollar enfermedades pulmonares y cáncer de pulmón. Pero también puede afectar la salud de los huesos. Los estudios han demostrado que el consumo de tabaco puede provocar osteoporosis, una enfermedad que puede disminuir la densidad ósea y hacer que los huesos se vuelvan quebradizos y se rompan.

Nuestros huesos son un marco que sostiene nuestros cuerpos y nos permite movernos. Fumar cigarrillos puede tener efectos directos e indirectos en la densidad ósea, lo que finalmente afecta su capacidad para moverse con seguridad. Puede disminuir su riesgo de desarrollar osteoporosis si adopta una dieta saludable, hace ejercicio con regularidad y no fuma.

Este artículo discutirá el impacto del tabaquismo en la osteoporosis, las formas de mejorar la salud ósea y cómo dejar de fumar.

Cómo afecta el tabaquismo a la densidad ósea

​​Todavía se están estudiando los mecanismos exactos por los cuales fumar afecta la densidad ósea, pero hay evidencia que demuestra que existe una relación entre fumar y la disminución de la densidad ósea.

Estudiar los efectos del tabaquismo en la densidad ósea ha sido un tema históricamente desafiante, ya que las personas que fuman tienen más probabilidades de tener otros factores de riesgo para la osteoporosis, como mala alimentación y malos hábitos de ejercicio.

A pesar de estos desafíos, investigaciones recientes sugieren que existen factores directos e indirectos específicos que conducen a la pérdida ósea como resultado del tabaquismo.

Los efectos directos son el resultado de los cambios químicos que ocurren cuando la nicotina de los cigarrillos se adhiere a las células óseas llamadas osteoblastos, y eventualmente las mata.

Hay cuatro tipos diferentes de células óseas, que incluyen:

  • Osteoblasto: Trabajar para construir nuevo tejido óseo.
  • Osteoclasto: Absorbe y elimina el tejido no deseado.
  • osteocito: Ayudar a mantener el hueso como tejido vivo
  • hematopoyético: Produce glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas

Aunque los huesos parecen ser objetos duros y estáticos dentro de nuestro cuerpo, en realidad están formados por tejidos vivos que se regeneran o “remodelan” constantemente. Durante el proceso de remodelación ósea, los osteoblastos trabajan arduamente para asegurarse de que se produzca tejido óseo nuevo y fuerte, mientras que los osteoclastos se aseguran de que se elimine cualquier tejido óseo viejo o no deseado.

Fumar puede interrumpir el proceso de remodelación ósea, lo que lleva a huesos débiles y quebradizos.

Efectos indirectos de fumar

Fumar también puede afectar indirectamente la salud ósea, ya que provoca un peso corporal más bajo, un aumento del estrés oxidativo y una alteración hormonal.

Tabaquismo y riesgo de fractura ósea

Fumar puede aumentar el riesgo de desarrollar osteoporosis y causar fracturas óseas tanto en mujeres como en hombres.

Un estudio que analizó las fracturas de cadera encontró que el aumento del riesgo de osteoporosis causado por los cigarrillos podría alcanzar el 40 % en los hombres y el 31 % en las mujeres.

Fumar puede aumentar el riesgo de fracturas y retrasar el proceso de curación. De hecho, una persona que fuma puede tardar casi el doble en recuperarse de una fractura ósea, en comparación con alguien que no fuma.

La realidad de vivir con osteoporosis puede ser física y mentalmente desafiante. La recuperación de huesos rotos puede ser dolorosa y, para quienes fuman cigarrillos, puede ser un proceso especialmente largo. El mayor riesgo de fracturas óseas puede impedir que las personas realicen actividades que alguna vez disfrutaron. Esto puede afectar la calidad de vida y, en algunas personas, incluso puede provocar ansiedad y depresión.

Formas de mejorar la salud ósea

La posibilidad de un diagnóstico de osteoporosis puede ser abrumadora. Afortunadamente, no es demasiado tarde para trabajar ahora para mejorar la salud de sus huesos.

Hay cambios en el estilo de vida que puede comenzar hoy que le ayudarán a desarrollar huesos más fuertes para el futuro. Éstas incluyen:

  • Coma una dieta saludable rica en frutas y verduras. Busque alimentos ricos en calcio y vitamina D. Si tiene problemas para alcanzar los niveles recomendados, considere tomar un suplemento para mejorar su consumo.
  • Participar en actividad física regular. Los expertos recomiendan 30 minutos de actividad física al día. Los mejores tipos de ejercicio para la salud de los huesos son los ejercicios de bajo impacto, con carga de peso y los ejercicios de resistencia. Siempre es mejor consultar a su proveedor de atención médica antes de comenzar un nuevo régimen de ejercicios, especialmente si tiene riesgo de osteoporosis.
  • Reducir el consumo de alcohol. Beber alcohol en exceso puede afectar su equilibrio y aumentar sus posibilidades de caerse y romperse un hueso. El alcohol también puede inhibir la absorción de calcio dentro del cuerpo, lo que puede conducir a la pérdida ósea.
  • Hable con su proveedor de atención médica acerca de una prueba de densidad ósea. Estos también se conocen como pruebas de densidad mineral ósea (DMO).
  • Dejar de fumar. Si fuma cigarrillos, dejar de fumar ahora puede retrasar la progresión de la pérdida ósea relacionada con el tabaquismo.

Consejos para dejar de fumar

Si está pensando en dejar de fumar, hay algunos consejos útiles para ayudarlo a comenzar.

Recuerde, todos tienen una experiencia diferente al dejar de fumar. Sé paciente contigo mismo y trata de no comparar tu experiencia con la de nadie más. Esta es su oportunidad de dejar de fumar de una manera que funcione para usted.

  • Elija una fecha para dejar de fumar. Comprométete a una fecha para dejar de fumar. Date suficiente tiempo para prepararte, pero no tanto como para convencerte de no hacerlo.
  • Hacer un plan. Fumar es tanto mental como físico. Considere cómo le gustaría manejar las ansias físicas de nicotina y cómo cambiará sus comportamientos diarios relacionados con el tabaquismo.
  • Manejar el estrés. El estrés puede desencadenar los antojos de cigarrillos. Piense en estrategias más saludables para aliviar el estrés.
  • Solicite apoyo. Comuníquese con familiares, amigos o conéctese con un grupo de apoyo para apoyarse durante el proceso de dejar de fumar. Si prefiere una opción virtual, hay aplicaciones de soporte en línea disponibles.
  • Considere la posibilidad de medicación. Hay varias opciones para el reemplazo de la nicotina, incluidas las recetas que puede tomar para ayudarlo a controlar los antojos de nicotina. La medicación es una herramienta para ayudarte a alcanzar tu meta; no es una «salida fácil».
  • Recompénsate. Dejar de fumar es un trabajo duro. Celebrar los éxitos a lo largo del camino puede ayudarlo a mantenerse motivado.

Una palabra de MEDSALUD

No podemos ver ni sentir la pérdida ósea dentro de nuestro cuerpo. El primer signo de osteoporosis suele ser un hueso roto que da paso a otro, y así sucesivamente. Los cambios positivos para la salud, como comer sano y hacer actividad física con regularidad, pueden ayudar a mejorar la salud de los huesos.

Fumar es un factor de riesgo importante para desarrollar osteoporosis. Al dejar de fumar ahora, le está haciendo un favor a su yo futuro y disminuyendo su riesgo de pérdida de masa ósea evitable más adelante en la vida. Dejar de fumar no es fácil, pero es posible.

Preguntas frecuentes

  • ¿Cómo afecta el tabaquismo al sistema óseo?

    Fumar aumenta el riesgo de fracturas óseas tanto en mujeres como en hombres. El proceso de curación de los huesos rotos puede demorar casi el doble en las personas que fuman, en comparación con las personas que no fuman.

  • ¿Fumar puede aumentar la pérdida de masa ósea?

    Sí, fumar puede y aumenta la pérdida de masa ósea. Ocurre cuando la nicotina ingresa al cuerpo e interrumpe el proceso regular de regeneración ósea. Con el tiempo, esto conduce a una disminución de la masa ósea y aumenta el riesgo de desarrollar osteoporosis.

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