Inmunodeficiencia común variable (CVID) es un trastorno que afecta el sistema inmunológico que reduce su capacidad para combatir infecciones. El sello distintivo de CVID son las infecciones recurrentes o graves.
Los síntomas comunes pueden incluir tos crónica, secreción nasal, fatiga, fiebre, diarrea e inflamación de las glándulas o los ganglios linfáticos. Los síntomas exactos diferirán según el tipo de infección que tenga una persona (respiratoria o gastrointestinal) y qué complicaciones de CVID estén presentes y su gravedad.
Obtenga más información sobre los síntomas frecuentes y menos comunes de CVID y las complicaciones asociadas con la afección.
Síntomas Frecuentes
Los síntomas de CVID son causados por niveles inusualmente bajos de los anticuerpos que nos protegen de las infecciones. Como resultado, una persona con esta afección tiene más probabilidades de enfermarse y estas enfermedades tienen más probabilidades de ser graves.
El síntoma principal de esta enfermedad son las infecciones virales o bacterianas recurrentes. Las investigaciones muestran que más del 90 % de las personas con CVID tienen una mayor susceptibilidad a las infecciones de las vías respiratorias superiores, los senos paranasales, los pulmones o el tracto gastrointestinal, lo que hace que este sea el signo más común de la enfermedad.
Los síntomas diferirán según el tipo de infección que enfrenta actualmente una persona. Los síntomas pueden disminuir a veces, como durante la etapa de recuperación, o empeorar cuando una persona tiene una o más infecciones activas.
Algunos de los síntomas más comunes de estas infecciones incluyen:
CVID y neumonía
Más del 50 % de las personas con inmunodeficiencia común variable tendrán al menos un episodio de neumonía, una infección de los pulmones, en su vida.
Tenga en cuenta que estos síntomas también se encuentran comúnmente en la población general cuando tienen un resfriado, gripe o virus estomacal. Por lo tanto, es posible que usted o su médico inicialmente no establezcan la conexión entre estos síntomas y la causa subyacente de CVID.
La diferencia clave es la recurrencia frecuente de infecciones asociadas con CVID. Es posible que tenga un resfriado persistente o una tos que persista durante meses, o que tenga infecciones de oído constantes o episodios de diarrea.
Con el tiempo, también puede notar que estos síntomas de infección empeoran y causan otras complicaciones.
Signos y síntomas raros
Hay algunos signos y síntomas raros asociados con CVID a los que hay que prestar atención. Estos incluyen trastornos que pueden diagnosticarse junto con CVID o que conducen a un diagnóstico de CVID.
Síntomas de las articulaciones
Alrededor del 1% al 10% de las personas con inmunodeficiencia común variable tendrán síntomas en las articulaciones que, a primera vista, parecen artritis reumatoide. Estos síntomas exactos pueden incluir inflamación de las articulaciones, rigidez, dolor y deformidad.
En algunos casos, esta artritis se debe a una infección en el líquido sinovial de las articulaciones y no al proceso autoinmune que ocurre en la artritis reumatoide.
Autoinmunidad
Se estima que alrededor del 30 % de las personas con CVID tienen algún tipo de autoinmunidad. La autoinmunidad es cuando el sistema inmunológico del cuerpo funciona mal y ataca áreas del cuerpo por error. En este momento, no está claro si la autoinmunidad es un precursor o un síntoma de CVID.
Algunos trastornos autoinmunes asociados con CVID incluyen:
Síntomas del hígado
Alrededor del 10% de las personas con CVID presentarán una enfermedad hepática o tendrán pruebas de función hepática anormales.
En la mayoría de los casos, el hígado continúa funcionando pero la persona puede desarrollar hipertensión portal. Este es un aumento de la presión arterial en las venas que conectan el sistema digestivo y el hígado.
Complicaciones
Las complicaciones son comunes con CVID. Es esencial que se manejen de manera rápida y adecuada, ya que pueden hacer que la condición sea más peligrosa.
CVID se puede diagnosticar en cualquier persona mayor de 2 años, pero a menudo no se diagnostica hasta que la persona tiene entre 30 y 40 años. Desafortunadamente, en este punto, es posible que una persona ya haya desarrollado algunas complicaciones como resultado de infecciones recurrentes.
Las posibles complicaciones de CVID incluyen:
- Bronquiectasias: Las infecciones pulmonares recurrentes o la neumonía pueden causar bronquiectasias, que se considera una enfermedad pulmonar obstructiva. La bronquiectasia da como resultado un ensanchamiento permanente de los bronquios (que llevan aire a los pulmones) y los bronquiolos (que llevan aire a los alvéolos, pequeños sacos de aire en los pulmones), lo que puede complicar el tratamiento de CVID.
- Granulomas: Las infecciones graves, en particular las infecciones pulmonares, pueden provocar granulomas. Esto ocurre en el 10-20% de los casos y empeora significativamente el pronóstico. Los granulomas son bultos de tejido inflamado. En CVID, se ven típicamente en los pulmones o los ganglios linfáticos, pero también se pueden encontrar con una frecuencia decreciente en la piel, el bazo, la médula ósea, el tracto gastrointestinal, el cerebro o los riñones.
- Mala respuesta a las vacunas: Como resultado de un sistema inmunitario debilitado, las personas con CVID pueden no desarrollar la inmunidad adecuada de algunas vacunas. Tienen menor capacidad para crear las inmunoglobulinas necesarias para una inmunidad duradera. Como resultado, ciertas vacunas vivas están contraindicadas para las personas con esta afección. Sin embargo, la investigación muestra que la respuesta de las células T suele ser normal, lo que significa que aún se puede obtener cierta inmunidad con las vacunas.
- Cánceres: Las personas con CVID tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer, particularmente linfoma. El cáncer de estómago y otros cánceres gastrointestinales también se encuentran en una tasa más alta en personas con CVID.
- Esperanza de vida: Ciertas complicaciones de CVID están asociadas con una menor esperanza de vida.
Cuándo ver a un médico
Si constantemente se siente enfermo, es posible que desee hablar con su médico acerca de la inmunodeficiencia común variable. Las enfermedades a largo plazo pueden incluir un resfriado persistente, despertarse todas las mañanas con tos con flema, gastroenteritis viral frecuente o episodios de infecciones respiratorias cada vez más graves, como neumonía, que lo llevan a la atención de urgencia o al hospital.
Un médico ordenará análisis de sangre para determinar el funcionamiento de su sistema inmunológico. Ciertas irregularidades en las pruebas de laboratorio pueden hacer que su médico lo remita a un hematólogo o inmunólogo para investigar más a fondo el problema. Estos pueden incluir deficiencias de vitaminas, recuentos bajos de plaquetas o glóbulos blancos y deficiencias de inmunoglobulinas.
Otras condiciones
Incluso si no tiene CVID, su médico puede ayudarlo a determinar lo que sí tiene y brindarle el tratamiento adecuado para que pueda comenzar a sentirse mejor y volver a vivir una vida plena con menos síntomas.
Una palabra de MEDSALUD
Puede ser un desafío diferenciar los síntomas de CVID de los síntomas que se encuentran comúnmente en personas con resfriado o gripe. Recuerde que la principal señal de alarma, sobre todo en personas más jóvenes, es la recurrencia de las infecciones y sus síntomas, más que la gravedad de estos síntomas.
No es normal estar enfermo todo el tiempo. Si sus enfermedades frecuentes están afectando su vida diaria, su funcionamiento y su bienestar, haga una cita con su médico para analizar el problema.