El trastorno de los juegos de Internet, a veces denominado IGD, es un diagnóstico emergente. Internet es una parte integral de la vida de las personas en todo el mundo para los negocios, la educación y el ocio. Sin embargo, para algunos, ha ido más allá del uso típico a lo que algunas personas ven como un comportamiento adictivo, especialmente en el ámbito de los juegos en línea.
Como resultado, IGD se está discutiendo progresivamente con mayor frecuencia en artículos de investigación y estudios a medida que crece su comprensión. Obtenga más información sobre lo que se sabe actualmente sobre este trastorno en este resumen.
¿Qué es el trastorno de los juegos de Internet?
IGD está siendo discutido y estudiado tanto a nivel nacional como internacional. El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, 5ª Edición (DSM-5), que contiene las pautas formales utilizadas por los profesionales de la salud para diagnosticar los trastornos de salud mental, enumera la IGD en la Sección III, describiéndola como una condición que necesita más investigación y experiencia.
La idea general de IGD es el uso continuo de los juegos de Internet en la medida en que cause angustia y afecte la vida y el funcionamiento diarios. Además, se describe por separado del uso excesivo de Internet, las redes sociales o los juegos de azar en línea.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) también ha incluido la IGD en la Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD-11), el estándar para diagnosticar y categorizar enfermedades en todo el mundo.
Definición de IGD de la OMS
IGD es «un patrón de comportamiento de juego («juegos digitales» o «videojuegos») caracterizado por un control deficiente sobre los juegos, aumentando la prioridad dada a los juegos sobre otras actividades en la medida en que los juegos tienen prioridad sobre otros intereses y actividades diarias, y continuación o escalada del juego a pesar de la ocurrencia de consecuencias negativas”.
Debe estar presente durante 12 meses y ser lo suficientemente grave como para afectar el funcionamiento en otras áreas de la vida, como la personal, familiar, social, educativa y laboral.
Síntomas
Los criterios propuestos por el DSM-5 para IGD requieren juegos de Internet continuos y recurrentes que causen un deterioro o angustia clínicamente significativos. Debe ser perceptible por al menos cinco de los siguientes signos en los últimos 12 meses:
- Preocupación por los juegos de Internet
- Experimentar retiro cuando los juegos de Internet no están disponibles o se los quitan
- Desarrollo de tolerancia y necesidad de pasar más tiempo participando en juegos de Internet.
- Incapacidad para controlar la participación en los juegos de Internet
- Uso continuo de los juegos de Internet sabiendo los problemas que está causando.
- Engañar a otros con respecto a la cantidad de juegos en Internet
- Uso de juegos de Internet como escape o alivio de estados de ánimo negativos.
- Pérdida de interés en pasatiempos y entretenimiento anteriores.
- Ha arriesgado o perdido una relación significativa, un trabajo, una oportunidad, etc., por participar en juegos de Internet
Las personas que se dice que tienen esta afección suelen pasar de ocho a 10 horas al día jugando en Internet y al menos 30 horas a la semana. Se ha incluido por separado del trastorno del juego porque no hay dinero en riesgo.
Causas y factores de riesgo
Si bien todavía no se sabe mucho sobre la IGD, hay algunas investigaciones que han investigado las causas, los factores de riesgo y otras condiciones que pueden estar asociadas con ella. Algunos factores de riesgo observados incluyen impulsividad, menor competencia social y cantidad de tiempo dedicado a los juegos. Algunas condiciones observadas junto con IGD incluyen depresión, ansiedad y TDAH.
Un estudio analizó cómo los afectados por IGD pueden pensar y ver sus juegos psicológicamente. Propuso que las creencias del paciente se pueden clasificar en cuatro factores principales:
- Creencias sobre la recompensa del juego y su lugar en la realidad
- Reglas inflexibles sobre su comportamiento de juego.
- Confiar en los juegos para satisfacer sus necesidades de autoestima.
- El juego como una forma de ganar aceptación social
Diagnóstico
Dado que este trastorno aún se está investigando y debatiendo, es posible que los criterios para diagnosticarlo cambien. Sin embargo, si alguien está preocupado por la posibilidad de tener IGD, es importante que se lo informe a su médico o profesional de la salud mental.
Realizarán un historial completo, haciendo preguntas sobre los juegos de Internet y cualquier efecto que pueda haber tenido. Si ellos mismos no son psiquiatras, también pueden proporcionar una referencia a un psiquiatra, ya que tienen más capacitación en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades mentales.
Tratamiento
Si bien se han realizado estudios sobre las opciones de tratamiento para la IGD, no existen recomendaciones formales. El número de estudios realizados ha aumentado durante la última década, principalmente desde que se publicó el DSM-5. Sin embargo, no hay evidencia establecida de la efectividad de ningún tratamiento específico.
Los tratamientos que podrían usarse en el futuro incluyen tanto medicamentos como terapia. Los medicamentos estudiados hasta ahora generalmente se usan para tratar la depresión, incluidos el escitalopram (Lexapro) y el bupropión (Wellbutrin), o el TDAH, incluidos el metilfenidato (Ritalin) y la atomoxetina (Strattera). Los métodos de terapia estudiados se han basado principalmente en la terapia cognitiva conductual (TCC) y se pueden realizar de forma individual o en grupo.
Una palabra de MEDSALUD
Es esencial comprender que, si bien muchas personas participan en los juegos en línea, los estudios han demostrado que el número real de personas afectadas por el trastorno de los juegos en Internet es solo una pequeña proporción. Sin embargo, si siente que su juego o el de un ser querido está comenzando a afectar su vida diaria y su funcionamiento, busque el consejo y la ayuda de un profesional de la salud o un proveedor de salud mental. Aunque este diagnóstico aún se está estudiando, pueden brindar apoyo y, potencialmente, un tratamiento.