Un accidente cerebrovascular puede provocar dificultad para tragar, lo que se conoce como disfagia. Esto puede causar serias complicaciones si su comida se va por la tubería equivocada. La asfixia y la neumonía por aspiración son dos de las complicaciones de la disfagia. Si tiene disfagia, podría deberse a problemas con el control neurológico de su reflejo de deglución o al deterioro de los nervios que controlan los músculos de la boca o la garganta.
La disfagia es tan común y problemática entre los sobrevivientes de accidentes cerebrovasculares que a menudo se recomiendan exámenes de detección para identificar los problemas de deglución antes de que causen complicaciones.
Pautas clínicas para la detección de disfagia
Las pautas clínicas publicadas conjuntamente por la American Heart Association y la American Stroke Association recomiendan encarecidamente la detección temprana de disfagia para pacientes con accidente cerebrovascular agudo para identificar disfagia o aspiración, las cuales pueden provocar neumonía, desnutrición, deshidratación y otras complicaciones.
Evaluación de disfagia
Antes de comenzar cualquier cambio en la dieta o terapia de deglución, necesitará una evaluación de su función de deglución para que sus instrucciones puedan adaptarse a su problema. Una evaluación de deglución requiere una consulta con un especialista en habla y deglución. La evaluación evaluará lo siguiente.
Su historial de deglución
Los problemas comunes incluyen:
- Atragantamiento después de beber líquidos diluidos, como agua o jugo de naranja
- Dificultad para tragar alimentos que son difíciles de masticar
- Sensación de que la comida se ha quedado atascada en la garganta o en medio del pecho
- Necesidad de toser cada vez que traga alimentos sólidos o líquidos.
- Cambios en la voz después de comer, períodos prolongados de ronquera
- Infecciones respiratorias frecuentes
- Acumulación frecuente de saliva en la boca.
- Episodios frecuentes de indigestión
- Pérdida de peso progresiva e involuntaria
- Tomar mucho tiempo para terminar cada comida
Examen físico
Su examen físico es un paso muy importante en la evaluación de la disfagia. Esto se puede hacer al lado de la cama si está en el hospital, o en una clínica ambulatoria si ya ha regresado a su hogar.
- Mientras esté en el hospital, su enfermera puede evaluar su capacidad para tragar inmediatamente después de que le diagnostiquen un derrame cerebral. Si su función de deglución muestra signos de deterioro, necesitará una consulta con un especialista en habla y deglución. En general, por razones de seguridad, no se le permitirá comer hasta que se realice un estudio formal de deglución.
- Su especialista en habla y deglución hablará con usted para evaluar su voz y su capacidad para hablar, que está estrechamente relacionada con su capacidad para tragar.
- Su especialista en deglución observará qué tan bien se mueven sus músculos para tragar. Esta evaluación determinará qué nervios, músculos y reflejos están dañados.
- Luego se le puede dar alimentos y líquidos para tragar, con una evaluación de qué tipos de alimentos son los más problemáticos para usted y qué alimentos puede masticar y tragar más fácilmente.
Pruebas de diagnóstico
Después de su examen físico, es posible que su especialista en habla y deglución necesite obtener más pruebas para identificar específicamente el tipo de disfunción que está causando su problema.
Las siguientes pruebas se pueden usar para evaluar más a fondo el mecanismo de deglución:
- Trago de bario: una imagen de rayos X del esófago tomada mientras traga para determinar si tiene una disfunción en la parte inferior del esófago o en el estómago.
- Trago de bario modificado: una imagen de rayos X de la garganta y la parte superior del esófago para evaluar los movimientos musculares durante la deglución
- Endoscopia superior: una prueba de diagnóstico que utiliza una cámara para visualizar la garganta, el esófago y el estómago para observar los movimientos musculares e identificar cualquier lesión o anomalía anatómica.
Una palabra de MEDSALUD
Si tiene disfagia, es probable que necesite ciertas intervenciones para controlarla. Estos incluyen modificaciones en el tipo y la consistencia de sus alimentos para evitar los alimentos duros que son difíciles de masticar y tragar, así como evitar los líquidos ligeros con los que podría atragantarse fácilmente. Es posible que le indiquen que coma en cierta posición para evitar que se atragante. Y es posible que también necesite sesiones de terapia para ayudarlo a mejorar su función de deglución.
Si no es seguro para usted tragar nada por la boca, es posible que necesite una sonda de alimentación para poder nutrirse. Se inserta una sonda de alimentación en la nariz o el estómago. A medida que se recupere de su accidente cerebrovascular, su especialista en habla y deglución seguirá evaluando su progreso para determinar cuándo es seguro retirar la sonda y comer una mayor variedad de alimentos.