El calor húmedo, también llamado calor superficial, es una modalidad de fisioterapia que se usa para controlar el dolor, acelerar la curación, relajar los músculos y aumentar el rango de movimiento. En un tratamiento de calor húmedo, se coloca una compresa caliente sobre el área apretada o dolorida y se deja allí durante unos 10 o 15 minutos. Otros tratamientos de fisioterapia incluyen ultrasonido, estimulación eléctrica e iontoforesis.
Se siente bien y hace bien
Con la excepción de ciertos tipos de masaje, el tratamiento de calor húmedo es quizás la más relajante de todas las modalidades de fisioterapia. A menudo se usa al comienzo de una sesión de fisioterapia para aflojar los músculos y prepararlos para el ejercicio.
Acerca de los paquetes de calor húmedo
Los paquetes de calor húmedo utilizados en las clínicas de fisioterapia están hechos de bentonita recubierta de lona. Los paquetes se almacenan en agua muy caliente (158 a 167 grados F). Cuando los paquetes de calor húmedo se preparan para su uso, se colocan en toallas y/o envoltorios especiales. Esto no solo ayuda a prevenir quemaduras, sino que también ralentiza el enfriamiento, brindándole más tiempo para disfrutar y beneficiarse del tratamiento. Y por supuesto, es más higiénico.
El calor húmedo puede ayudar a controlar el dolor al bloquear la transmisión de las señales de dolor. La aplicación de calor también puede ayudar a reducir el dolor al relajar los espasmos musculares y mejorar la cicatrización (consulte a continuación para obtener más información al respecto).
Aunque las opiniones sobre esto difieren, muchos expertos recomiendan que el calor húmedo se use solo para el dolor de espalda o cuello crónico o subagudo. La idea es que si coloca una compresa caliente sobre una lesión aguda, corre el riesgo de aumentar la hinchazón o el sangrado, lo que puede agravar el área y causar más dolor.
Cómo acelera la curación
Coloque una compresa caliente en un área lesionada o tensa de la espalda y es probable que aumente la circulación. El aumento de la circulación acelera el suministro de sangre y, por lo tanto, de oxígeno y nutrientes. También acelera la eliminación de productos de desecho.
Otra forma en que el calor húmedo ayuda al proceso de curación es aumentando la actividad enzimática. Esto aumenta su tasa metabólica y ayuda a liberar oxígeno de la molécula de hemoglobina en sus tejidos, donde ayuda con la reparación.
Flexibilidad
El calor húmedo relaja los músculos y otros tejidos blandos. De hecho, su terapeuta puede guiarlo en el uso del estiramiento como complemento. Estirarse durante o después de este tratamiento puede resultar en mejoras más duraderas en la flexibilidad y el rango de movimiento de las articulaciones.