Los caninos se encuentran entre los dientes más reconocibles en la boca debido a su forma puntiaguda y su longitud extendida. También conocidos como dientes caninos (o «colmillos» o «dientes oculares» si se refiere a los dientes superiores), los caninos se encuentran entre los incisivos (los dientes de bordes angostos en la parte frontal de la boca) y los dientes premolares.
Papel de los caninos
Una persona suele tener cuatro caninos: dos superiores (conocidos como caninos maxilares) y dos inferiores (conocidos como caninos mandibulares). Utilizados para agarrar y desgarrar la comida, los caninos son más grandes y fuertes que los incisivos con raíces que se hunden profundamente en los huesos de la mandíbula.
Los caninos suelen ser los últimos de los dientes frontales en erupcionar, generalmente entre los 11 y los 13 años. Su longitud, junto con sus raíces ancladas únicas, son fundamentales para la alineación de la mordida. Cualquier malformación o desalineación puede interferir con la alimentación y el habla.
Hay dos problemas de ortodoncia comunes asociados con los caninos:
caninos impactados
El tratamiento puede implicar el uso de aparatos ortopédicos para abrir espacios y permitir una erupción adecuada. En otros casos, puede ser necesaria una cirugía bucal para extraer los dientes que interfieren.
Si se realiza cuando los caninos están emergiendo por primera vez, hay muchas posibilidades de que los dientes se alineen por sí solos. Si no se trata hasta una edad avanzada, el diente impactado puede terminar fusionándose en su posición y requerir extracción. Entonces se necesitaría un puente dental o un implante para llenar el vacío.
Recesión gingival
La recesión gingival, comúnmente conocida como retracción de las encías, puede ocurrir alrededor de cualquier diente, pero comúnmente afecta a los caninos maxilares y los incisivos mandibulares. La afección generalmente se asocia con un cepillado de dientes agresivo, tabaquismo, mala higiene dental y enfermedad periodontal.
La condición puede ser causada, en parte, por caninos que han emergido desalineados. Si los dientes están torcidos, las encías pueden estirarse en direcciones opuestas, lo que provoca el adelgazamiento del tejido y una mayor vulnerabilidad a las lesiones.Además, la desalineación de los caninos puede dificultar el cepillado y provocar la acumulación de sarro y el desarrollo de enfermedades de las encías.
Para reparar el daño, los cirujanos orales o los periodoncistas pueden recurrir al injerto de tejido blando en el que se toma tejido de otra parte de la boca o de un donante y se sutura sobre el área de pérdida de tejido. En casos de enfermedad avanzada de las encías, se puede usar un procedimiento llamado reducción de la profundidad de la bolsa para eliminar el tejido enfermo y facilitar el cepillado y el uso del hilo dental para evitar un mayor deterioro.