VIH (virus de inmunodeficiencia humana) es un virus que ataca las células del sistema inmunológico, dejando al cuerpo en riesgo de desarrollar infecciones. Se transmite a través del contacto con sangre, semen, fluidos vaginales o leche materna.

Si bien los avances recientes en el tratamiento han mejorado drásticamente la expectativa de vida de las personas con VIH, vivir con una afección tan grave aún puede tener un impacto importante en la salud y el bienestar emocional. Las investigaciones muestran que las personas con VIH tienen más probabilidades de experimentar ansiedad, depresión y otras afecciones de salud mental en comparación con la población general.

Además del estrés psicológico de un diagnóstico de VIH, factores como los efectos secundarios de los medicamentos, los cambios cognitivos y las desigualdades en la salud pueden exacerbar los problemas de salud mental.

Este artículo explora el vínculo entre el VIH y la salud mental y cómo buscar ayuda.

Las condiciones de salud mental son comunes entre los adultos que viven en los Estados Unidos. Pero las personas que tienen VIH generalmente tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud mental que las personas que no tienen la afección.

El vínculo entre el VIH y la salud mental es complejo y puede incluir uno o más de los siguientes factores:

  • Estrés crónico: Ser diagnosticado con una enfermedad crónica como el VIH puede ser extremadamente estresante. Este estrés puede contribuir al desarrollo de condiciones de salud mental como la depresión.
  • Efectos secundarios de la medicación: Terapia antirretroviral (ART) es una forma común de tratamiento del VIH, pero también tiene el potencial de causar efectos secundarios que influyen en el estado de ánimo o la salud mental. Estos incluyen depresión, ansiedad e insomnio (problemas para dormir).
  • Inequidades en salud: Los sistemas y estructuras desiguales en la sociedad y en la atención de la salud han creado barreras para las personas que viven con el VIH. Los obstáculos incluyen la falta de acceso a atención médica adecuada, el estigma que rodea al diagnóstico y otras formas de discriminación. Las investigaciones muestran que estos obstáculos tienen un impacto negativo en la salud mental y el bienestar emocional de una persona.
  • Problemas de salud mental existentes: Los estudios han encontrado que el VIH a menudo es más frecuente entre los adultos que ya tienen una condición de salud mental grave. Estas condiciones de salud mental pueden poner a una persona en riesgo de contraer el VIH debido al uso de drogas inyectables y la exposición a lo que se considera comportamientos sexuales de mayor riesgo, así como la falta de acceso a la información sobre la prevención del VIH.
  • Impacto neurocognitivo: Las infecciones por VIH causan una inflamación significativa en el cuerpo. Esta inflamación puede afectar el cerebro y el sistema nervioso central, lo que provoca cambios en la forma en que una persona piensa y se comporta. Esta disminución del funcionamiento cognitivo tiene el potencial de provocar una afección de salud mental.

El VIH y la salud mental en cifras

En comparación con la población general, las personas que viven con el VIH son:

  • Más de 2 veces más probabilidades de tener depresión
  • Más de 8 veces más probabilidades de tener síntomas de ansiedad

Vivir con el VIH

A pesar de los avances en el tratamiento que permiten una esperanza de vida normal o casi normal para los pacientes con VIH tratados en las primeras etapas de la enfermedad, vivir con el VIH todavía presenta desafíos físicos y mentales.

Aceptación

Ser diagnosticado con VIH puede tener un gran impacto emocional en su vida. La clave es aceptar cualquier sentimiento de miedo, tristeza, frustración, ira o culpa.

La aceptación puede ser más fácil sabiendo que hay un tratamiento efectivo disponible y recordando que las personas aún pueden vivir una vida larga y saludable con el VIH.

Albardilla

Hacer frente a la realidad de vivir con el VIH, así como manejar una condición de salud mental, es un desafío. Superar estos desafíos es un paso importante en el proceso de afrontamiento.

Si siente que no puede hacerle frente, no tenga miedo de comunicarse con una fuente confiable. Trabajar en colaboración con profesionales de la salud y seres queridos puede ayudarlo a mantener el rumbo.

Priorizando la salud mental

Comprender cómo el VIH puede afectar su salud mental puede hacer que el diagnóstico sea un poco más fácil de manejar.

Al priorizar la salud mental, hacer pequeños cambios en su rutina diaria y estilo de vida puede ayudar a mantener una mente y un cuerpo fuertes y saludables. Los expertos recomiendan los siguientes consejos:

  • Busque información confiable sobre el VIH para mantenerse informado, pero no abrumado.
  • Considere hablar con un profesional de la salud mental o unirse a un grupo de apoyo.
  • Consuma una dieta nutritiva para tener fuerza y ​​energía.
  • Haga ejercicio regularmente para disminuir el estrés y ayudar a mejorar el estado de ánimo.
  • Medite o practique la atención plena para mejorar potencialmente los síntomas relacionados con la salud mental.
  • Tome los medicamentos regularmente y manténgase al día con otros cuidados médicos y dentales.
  • Mantenga una rutina de sueño regular para la salud física y mental.
  • Evite fumar y el uso de sustancias.

Hay ayuda disponible

Si tiene problemas para acceder a los servicios de apoyo para la salud mental y el VIH, hay ayuda disponible en estos recursos:

Condiciones comunes de salud mental

Después de un diagnóstico de VIH, los problemas de salud mental como la depresión, la ansiedad, los trastornos del estado de ánimo o los trastornos de la personalidad no solo son posibles, sino comunes.

Depresión

La depresión es la condición de salud mental más común que se encuentra en las personas con VIH. Según algunos estudios, puede afectar hasta al 39% o más de los pacientes con VIH.

Los expertos creen que el estrés crónico, el estigma, los efectos secundarios de los medicamentos y la inflamación del sistema inmunitario que acompañan a un diagnóstico de VIH pueden contribuir a los cambios químicos relacionados con la depresión y la ansiedad.

Los diferentes tipos de condiciones depresivas pueden variar de leves a graves e interferir con la vida y el funcionamiento diarios.

Los síntomas de la depresión incluyen, pero no se limitan a:

  • Tristeza persistente
  • Sentimientos de vacío
  • Disminución de energía o fatiga.
  • Perder interés en actividades que alguna vez traían alegría
  • Dificultad para dormir

Ansiedad

Los trastornos de ansiedad son un grupo de condiciones que provocan miedo, pavor y preocupación intensos y excesivos. La ansiedad es otra condición de salud mental común relacionada con el VIH.

Se estima que 1 de cada 5 adultos estadounidenses que viven con el VIH también experimentan el trastorno de ansiedad generalizada (TAG), probablemente debido a factores como el estrés, los efectos secundarios de los medicamentos y la inflamación relacionada con el VIH.

Los síntomas pueden variar, pero comúnmente incluyen:

  • Sentimientos de nerviosismo o pánico.
  • Dificultad para dormir
  • Latidos rápidos
  • Náuseas

Trastornos del estado de ánimo

Las personas que viven con el VIH también corren un mayor riesgo de desarrollar trastornos del estado de ánimo, que afectan la forma en que una persona piensa, siente y lleva a cabo su vida diaria.

Una combinación de factores puede causar un trastorno del estado de ánimo en una persona con VIH, como desequilibrios químicos en el cerebro, genética y cambios de vida estresantes como un diagnóstico de VIH.

No debe confundirse con las fluctuaciones normales del estado de ánimo, los trastornos del estado de ánimo incluyen condiciones como el trastorno depresivo mayor (MDD) y el trastorno bipolar, que afectan significativamente el estado emocional y la calidad de vida de una persona. Los síntomas incluyen cambios drásticos en el estado de ánimo, la energía y la capacidad de pensar con claridad de una persona, junto con distintos estados maníacos o depresivos.

Desorden de personalidad

Los trastornos de personalidad se definen como una forma de pensar, sentir y comportarse que se desvía de las expectativas de la sociedad, causando angustia duradera y problemas de funcionamiento.

En comparación con la población general, las personas que viven con el VIH tienen casi el doble de probabilidades de sufrir un trastorno de la personalidad. Algunas investigaciones sugieren que tener un trastorno de personalidad existente podría conducir a comportamientos de alto riesgo que hacen que sea más probable que se infecte con el VIH.

Hay 10 tipos diferentes de trastornos de personalidad, incluidos los trastornos de personalidad limítrofe, antisocial y narcisista, por lo que los síntomas varían ampliamente. En general, los signos pueden incluir experimentar cambios notables en sus patrones de pensamiento, funcionamiento y comportamiento.

Tratamiento de los trastornos de salud mental

El objetivo del tratamiento de salud mental es ayudarlo a controlar sus síntomas y vivir lo mejor posible. Los planes de tratamiento efectivos generalmente involucran una combinación de medicamentos, terapia y apoyo social.

Medicamento

Las enfermedades mentales se pueden diagnosticar bajo el cuidado de un proveedor de atención médica primaria y un profesional de salud mental.

El tratamiento puede incluir medicamentos. Según la condición específica, los síntomas y la gravedad, esto podría incluir antidepresivos, medicamentos contra la ansiedad, antipsicóticos o medicamentos estabilizadores del estado de ánimo.

Si actualmente está tomando medicamentos de terapia antirretroviral (TAR) para el VIH, su proveedor querrá saberlo, ya que a veces puede empeorar síntomas de ansiedad, depresión y trastornos del sueño.

Psicoterapia

Ver a un terapeuta o psiquiatra con experiencia en el tratamiento de personas con VIH o enfermedades crónicas puede ser útil. Un terapeuta podrá evaluar su problema de salud mental, determinar el mejor enfoque terapéutico y brindarle consejos para mantener la salud mental en el hogar.

La terapia de conversación puede llevarse a cabo de manera regular en un entorno individual, grupal, matrimonial o familiar.

Apoyo social

Construir una red de apoyo fuerte puede ayudar a impulsar su bienestar emocional. Acercarse a los demás no solo lo ayuda a mantener una perspectiva positiva, sino que también puede mejorar el cumplimiento de su plan de medicamentos contra el VIH.

El apoyo tanto para el VIH como para una afección de salud mental podría provenir de fuentes como grupos de apoyo en su área, la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMHSA) programas de tratamiento de salud mentaltu estado Línea directa de VIH/SIDAo foros comunitarios en línea.

Resumen

Tener VIH está relacionado con un mayor riesgo de desarrollar condiciones de salud mental como depresión, ansiedad, trastornos de personalidad y trastornos cognitivos. Factores como el estrés extremo del diagnóstico, los efectos secundarios de los medicamentos contra el VIH, las desigualdades en la salud y los cambios neurocognitivos pueden contribuir a estos problemas de salud mental.

Es fundamental que las personas con VIH hablen con un proveedor de atención médica sobre cualquier problema de salud mental para analizar las opciones de tratamiento y obtener apoyo para controlar ambas afecciones.

Una palabra de MEDSALUD

Vivir con el VIH puede afectar gravemente la salud mental y el bienestar emocional de una persona. Es completamente normal experimentar estados de ánimo fluctuantes después de recibir el diagnóstico. Pero si los sentimientos como la tristeza, la impotencia, el vacío o el aislamiento se vuelven intensos, considere hablar con un proveedor de atención médica u otra fuente confiable lo antes posible. Ellos ayudarán a desarrollar un plan de tratamiento que funcione para usted.

Preguntas frecuentes

  • ¿Qué tan comunes son los problemas de salud mental en las personas con VIH?

    Los problemas de salud mental pueden afectar a cualquier persona, pero los estudios muestran que las personas que viven con el VIH tienen una mayor probabilidad de desarrollar trastornos cognitivos, de ansiedad o del estado de ánimo en comparación con la población general. Por ejemplo, las personas con VIH tienen más del doble de probabilidades de ser diagnosticadas con depresión que las personas sin la enfermedad.

  • ¿Son curables los problemas de salud mental?

    No existe una «cura» específica para los problemas de salud mental, pero existen muchos tratamientos efectivos. Las opciones de tratamiento generalmente implican una combinación de medicamentos, psicoterapia y apoyo social. Sepa que es posible que las personas con problemas de salud mental vivan una vida larga y saludable.

  • ¿Cómo puede alguien con VIH manejar la depresión?

    Un profesional de la salud mental de confianza con experiencia en el tratamiento de pacientes con VIH puede ayudarlo a crear un plan de tratamiento. Esto puede incluir medicamentos, terapia y/o apoyo social. También se pueden recomendar cambios complementarios en el estilo de vida, como ejercicio, comer una dieta saludable, dormir lo suficiente y técnicas de relajación.

    Si cree que sus medicamentos contra el VIH pueden estar contribuyendo a sus síntomas de depresión, no deje de tomarlos hasta que hable con un proveedor de atención médica.

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