La congelación es una lesión poco común pero grave que ocurre cuando los tejidos del cuerpo están expuestos a temperaturas frías. La congelación puede ocurrir cuando pasa tiempo al aire libre cuando la temperatura es bajo cero. También puede ocurrir si estás expuesto a vientos fuertes.

La congelación ocurre con mayor frecuencia en la cara y las extremidades. Los signos de congelación incluyen pérdida de sensibilidad y color en la piel. Si no se trata, la congelación puede provocar daños permanentes e incluso la necesidad de una amputación. La congelación afecta a las personas que viven al aire libre debido a que no tienen hogar, realizan ciertos trabajos y participan en actividades recreativas al aire libre.

Este artículo proporcionará una descripción general de la congelación, incluidas las señales de advertencia, cómo tratarla y cómo prevenirla.

Temperatura de congelación: ¿Qué tan fría hasta que comiencen los síntomas?

La congelación puede ocurrir en temperaturas muy frías o si hay vientos fuertes. Es posible sufrir congelación a cualquier temperatura bajo cero. Cuanto más frío haga y más fuerte el viento, mayor será el riesgo de congelación.

Cuando pase tiempo al aire libre en invierno, controle la sensación térmica. Este número tiene en cuenta tanto la temperatura como la fuerza del viento para determinar qué tan severo es el frío para tu cuerpo. En una sensación térmica de -25 grados F, se puede desarrollar congelación en 15 minutos.

¿Qué aumenta el riesgo de congelación?

Ciertas personas tienen mayor riesgo de sufrir congelación que otras. Los factores de riesgo de congelación incluyen:

  • Edad: Los bebés, los niños y los adultos mayores corren un mayor riesgo.
  • Vestido: Vestirse adecuadamente según el clima es esencial para proteger la piel de la congelación. Dejar la piel expuesta en climas muy fríos aumenta el riesgo de congelación.
  • Humedad: Mojarse mientras hace frío aumenta el riesgo de congelación.
  • Circulación: Tener una condición de salud que cause mala circulación, como diabetes o aterosclerosis, aumenta el riesgo de congelación.
  • Congelación: Un historial de congelación lo pone en mayor riesgo de volver a sufrirlo.
  • Ciertas drogas: Consumir alcohol o nicotina antes de pasar tiempo al frío aumenta el riesgo de congelación. Tomar un betabloqueante también puede aumentar el riesgo debido a cómo afecta la circulación.

Signos de congelación en diferentes partes del cuerpo

Cuando su cuerpo tiene frío, trabaja duro para mantener una temperatura central óptima. Para ello, el cuerpo transfiere sangre desde las extremidades al corazón, los pulmones y otros órganos vitales. Cuando las extremidades, como los dedos de manos y pies, no tienen un flujo sanguíneo adecuado, rápidamente pueden enfriarse demasiado. Incluso es posible que se formen cristales de hielo en las células. Esto conduce a daños tisulares graves y cambios permanentes.

Las áreas del cuerpo que suelen verse afectadas por la congelación incluyen:

  • Orejas
  • Nariz
  • Las mejillas
  • Dedos
  • Dedos de los pies

Hay varios signos posibles de congelación a los que hay que prestar atención cuando se pasa tiempo en un clima frío. Estos incluyen entumecimiento y cambios en la piel. Al principio, su piel puede verse muy roja y sentir dolor. También puede notar que parte de su cuerpo se siente congelada al tacto. Con el tiempo, la piel puede aparecer blanca o gris. También puede sentirse especialmente firme y ceroso. La congelación superficial afecta sólo a la piel y la congelación profunda afecta tanto a la piel como a los tejidos subyacentes.



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Grados de congelación

La congelación generalmente se clasifica en cuatro grados o grados, que incluyen:

  • Grado 1: Hinchazón y enrojecimiento leves; Se cura por sí solo sin cirugía.
  • Grado 2: Hinchazón moderada, piel congelada y ampollas claras.
  • Grado 3: Ampollas de sangre (hemorrágicas), piel de color gris azulado y dolor ardiente al recalentarse.
  • Grado 4: Extremidades duras y congeladas, piel de color negro azulado y sin dolor al recalentarlo.

Pasos inmediatos a seguir ante una sospecha de congelación

Tan pronto como sospeche que está sufriendo una congelación, tome medidas inmediatas. El objetivo es calentar la piel de forma segura lo más rápido posible para evitar daños permanentes en los tejidos.

Los pasos inmediatos a seguir para tratar la congelación incluyen:

  • Vaya adentro a un espacio cálido.
  • Llame para asistencia médica.
  • Descanse lo antes posible (nunca camine con los pies congelados).
  • Quítese la ropa mojada o restrictiva.

Para calentar su piel, coloque las partes del cuerpo congeladas en agua tibia (no caliente) durante aproximadamente 30 a 45 minutos. No frotes ni masajees la zona porque esto podría causar más daño. También es importante evitar cualquier fuente de calor seco como una almohadilla térmica, una chimenea o un secador de pelo. Debido a que la piel congelada a menudo está adormecida, es posible que se queme la piel sin darse cuenta.

Mientras calientas tu piel en agua, puedes notar hinchazón y cambios de color. La piel puede resultar bastante dolorosa durante este tiempo. Si desarrolla ampollas, no intente reventarlas. En su lugar, cúbralos con un apósito esterilizado o un paño limpio hasta que pueda buscar atención médica.

Tratamiento de congelación sin amputación

Comuníquese con su proveedor de atención médica si cree que ha sufrido congelación. Las opciones de tratamiento para la congelación pueden incluir:

  • Recalentamiento: Su médico comenzará recalentando las áreas congeladas con agua tibia.
  • Cuidado de heridas: La congelación puede provocar ampollas en la piel. Su proveedor de atención médica tratará, limpiará y cubrirá las ampollas. No los explotes por tu cuenta.
  • El manejo del dolor: Recalentar la piel congelada puede ser muy doloroso. Su proveedor de atención médica puede recomendarle tomar Tylenol (acetaminofén), Advil (ibuprofeno) u otro analgésico mientras la piel se calienta.
  • Desbridamiento: Si hay algún signo de infección o gangrena en la piel congelada, su proveedor de atención médica puede recomendarle limpiar la herida con desbridamiento (eliminación de la piel dañada).
  • Cirugía: En casos raros, la congelación puede provocar un síndrome compartimental, cuando la presión en los músculos alcanza niveles peligrosos. Si esto ocurre, su proveedor de atención médica le recomendará aliviar quirúrgicamente la presión con una fasciotomía urgente (pequeñas incisiones en el talón).

Diagnóstico

Es probable que su proveedor de atención médica diagnostique la congelación con un examen físico y un historial médico.

Tratamiento de congelación con amputación

En casos raros, la congelación puede llegar a ser tan grave que sea necesaria una amputación. Cuando la congelación causa daños graves al tejido, este se vuelve inviable y es necesario eliminarlo.

Los factores de riesgo de congelación que son lo suficientemente graves como para requerir una amputación incluyen:

  • Congelación de grado 4
  • Retraso en buscar atención
  • altitudes más altas
  • Temperaturas muy frías

Curación de la piel congelada

En la mayoría de los casos, es posible curar la piel congelada. El primer paso suele ser recalentar la piel en agua tibia durante aproximadamente 15 minutos a una hora. Durante este tiempo, la piel suele ponerse roja o morada y puede resultar dolorosa.

Las señales positivas de que su piel está sanando incluyen:

  • La piel se siente cálida al tacto después de recalentarse.
  • Sensación normal
  • El recalentamiento se siente doloroso
  • la piel es rosada
  • Las ampollas contienen un líquido transparente (en lugar de sangre).

Es fundamental buscar atención médica si ha desarrollado congelación. Las posibles complicaciones de la congelación no tratada incluyen:

Protección de la piel en climas extremadamente fríos

La congelación es una lesión grave que puede provocar daños permanentes en los tejidos. Afortunadamente, en muchos casos se puede prevenir. Para reducir el riesgo de congelación, tome las siguientes medidas cuando pase tiempo en un clima frío:

  • Protege tu piel: Vístase para el clima frío con capas de ropa holgadas y ligeras. Es importante mantenerse abrigado y al mismo tiempo permitir la ventilación para evitar la sudoración y atrapar humedad en la piel.
  • Cúbrete la cabeza y las extremidades: Tenga especial cuidado de cubrir las áreas del cuerpo con mayor riesgo de congelación, incluidas la cabeza, las manos y los pies. Use calcetines gruesos de lana y opte por manoplas en lugar de guantes.
  • Permanecer seco: La piel húmeda tiene más riesgo de sufrir congelación que la piel seca. Trate de mantener la nieve fuera de sus botas y ropa. Si se moja, vaya adentro para calentarse y secarse de inmediato.
  • Beber agua: Mantenerse hidratado es una forma importante de reducir el riesgo de congelación. Beba mucha agua antes, durante y después de pasar tiempo en el frío.
  • Evite el alcohol y la nicotina: Abstenerse de fumar o beber alcohol en climas fríos.
  • Revisa tu piel: Planee revisar su piel para detectar signos de congelación cada 30 minutos. Si nota que sus extremidades se adormecen o cambian de color, entre.

Resumen

La congelación es una lesión poco común pero grave que ocurre cuando los tejidos del cuerpo están expuestos a temperaturas frías. Puede suceder al pasar tiempo al aire libre en un clima frío o ventoso. Cada vez que esté expuesto a temperaturas bajo cero, corre el riesgo de sufrir congelación.

Los síntomas de congelación incluyen entumecimiento, cambio de color y piel cerosa. Tan pronto como se dé cuenta de que puede estar sufriendo una congelación, es fundamental entrar y calentarse. Quítese la ropa mojada y coloque la piel congelada en agua tibia (no caliente). La congelación grave puede requerir tratamiento médico. Su proveedor de atención médica puede brindarle cuidado de heridas, manejo del dolor y cirugía si es necesario.

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