Mycoplasma genitalium (MG) es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) menos conocida pero común. A pesar de esto, pocos profesionales médicos evalúan la enfermedad y, en cambio, asumen que la MG está involucrada en ciertas circunstancias.

Por ejemplo, si tiene síntomas de uretritis o cervicitis, pero la prueba de gonorrea y clamidia es negativa, es probable que su proveedor de atención médica lo trate por MG. Esto se debe a que la MG es la causa más común de uretritis y cervicitis junto con las otras dos enfermedades más conocidas.

De hecho, se cree que alrededor de uno de cada 100 adultos tiene MG, mientras que se cree que más de tres de cada 100 hombres homosexuales o bisexuales están infectados, según un estudio de 2018 publicado en Infecciones de transmisión sexual.

Sin embargo, hay momentos en los que es necesario identificar el micoplasma como la causa, y no siempre es una tarea sencilla.

Autocomprobaciones

Debido a su frecuencia en poblaciones adultas, casi se presume que la MG es la causa de uretritis (inflamación de la uretra) o cervicitis (inflamación del cuello uterino) cuando se han excluido la gonorrea y la clamidia. Esto se debe en parte al hecho de que la MG se puede propagar tan fácilmente, a menudo a través del contacto sexual o el roce en lugar de las relaciones sexuales.

Además, la MG no siempre es sintomática, por lo que es posible que ni siquiera sepa si la tiene o si puede transmitir la infección a otras personas.

En las mujeres, los síntomas pueden incluir:

  • sexo vaginal
  • Dolor durante el sexo
  • Sangrado después del sexo
  • Manchado entre períodos
  • Dolor en el área pélvica justo debajo del ombligo

En los hombres, los síntomas incluyen:

  • Secreción acuosa del pene.
  • Ardor, escozor o dolor al orinar

Si bien los síntomas por sí solos no pueden diagnosticar la MG, algunos como estos son un fuerte indicio de que se ha producido algún tipo de infección. Es de vital importancia, por tanto, buscar un diagnóstico adecuado, especialmente en las mujeres.

Si no se trata, la MG puede provocar enfermedad pélvica inflamatoria (EIP), una condición que puede interferir con su capacidad para quedar embarazada. Se desconoce si la MG no tratada también puede interferir con la fertilidad masculina.

Laboratorios y Pruebas

Existen desafíos para diagnosticar la MG debido a la falta de una prueba aprobada por la FDA. Aún así, puede ser importante aislar la MG como la causa, particularmente si la uretritis o cervicitis es recurrente y no responde a la terapia con antibióticos.

Esto es preocupante dado que se cree que la MG resistente a los antibióticos se está acumulando en América del Norte, según un estudio de 2017 de la Agencia de Salud Pública de Canadá.

Aislar la MG como la causa puede ayudar en la selección del antibiótico más apropiado y excluir aquellos más relacionados con la resistencia (como los macrólidos como la azitromicina y las fluoroquinolonas como la ciprofloxacina).

Si se indica la prueba de MG, un ensayo conocido como prueba de amplificación de ácido nucleico (NAAT) es el método de diagnóstico preferido. Se puede usar para analizar orina, biopsias endometriales e hisopos uretrales, vaginales y cervicales.

La NAAT analiza el material genético de la MG en lugar de tratar de hacer crecer la bacteria en un cultivo (algo que es casi imposible de hacer). No solo es preciso, sino también rápido, y generalmente arroja un resultado en 24 a 48 horas. (La NAAT también se considera el método estándar de oro para la prueba de clamidia).

La NAAT emplea una tecnología llamada reacción en cadena de la polimerasa (PCR) en la que se amplifica el material genético de un organismo, esencialmente fotocopiado una y otra vez, para facilitar una detección precisa.

La NAAT no está exenta de desafíos. A menos que se realice correctamente, la prueba puede arrojar un resultado falso negativo. Para superar esto, lo ideal es que el proveedor tome una muestra de orina, así como un hisopo de la uretra, la vagina o el cuello uterino. Básicamente, esto duplica el riesgo de un diagnóstico correcto y ayuda a superar los errores en la recolección de muestras.

Diagnósticos diferenciales

Si se devuelve un resultado no concluyente o dudoso, el proveedor de atención médica puede realizar una NAAT repetida y/o ampliar el alcance de la investigación. Suponiendo que ya se hayan descartado la clamidia y la gonorrea, la investigación (conocida como diagnóstico diferencial) puede incluir:

  • Vaginosis bacteriana
  • Cistitis por E. coli
  • Uretritis por virus del herpes simple (VHS)
  • Prostatitis
  • Salpingitis (inflamación de las trompas de Falopio)
  • Sífilis
  • tricomonas vaginalis
  • Ureaplasma urealyticum (una infección bacteriana del tracto genital)
  • absceso uretral

Es más probable que algunos de estos, como la sífilis y la vaginosis bacteriana, hayan sido investigados antes de la MG. Las demás sólo podrán realizarse una vez descartadas las causas más probables de uretritis y cervicitis.

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