La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune que afecta principalmente a las articulaciones, pero también puede afectar otras áreas del cuerpo, como la piel, los ojos, los pulmones, el corazón y los nervios. Afectará a las mismas articulaciones de ambos lados del cuerpo, siendo las manos y las muñecas las más afectadas.

La AR hace que las articulaciones estén hinchadas, sensibles y rígidas. Los síntomas adicionales incluyen fatiga y fiebre. Los síntomas de la AR suelen aparecer gradualmente y empeorarán con el paso de semanas y meses. Mejorarán con el tiempo con el tratamiento.

Este artículo cubrirá los primeros síntomas de la AR, los síntomas comunes y poco comunes, los brotes, la obtención de un diagnóstico y más.

¿Cómo comienzan los síntomas tempranos de la artritis reumatoide?

Los síntomas de la AR ocurren porque el sistema inmunológico ataca por error a sus propios tejidos sanos. Los investigadores no saben qué inicia este proceso, pero sospechan que la genética y diferentes factores ambientales influyen.

Para muchas personas, los síntomas de la AR pueden comenzar en una articulación, pero casi siempre afectan a varias articulaciones de forma simétrica. Puede afectar los dedos de las manos, las muñecas, los dedos de los pies, los pies y los tobillos. Los síntomas de la AR suelen comenzar entre los 20 y los 50 años, pero también pueden afectar a niños pequeños y adultos mayores.

Ubicación

Los primeros signos de AR aparecerán gradualmente y, a veces, antes de que el dolor y la rigidez de las articulaciones se vuelvan evidentes. Estos primeros signos son de naturaleza sistémica (afectan a todo el cuerpo) e incluyen fatiga, febrícula, pérdida de peso y malestar.

La fatiga es la respuesta del cuerpo a la inflamación. La mayoría de las personas con AR experimentan fatiga y consideran que es uno de los síntomas más desafiantes de la afección.

Las fiebres bajas son los primeros signos sutiles de AR y se consideran una característica de inflamación sistémica. La temperatura corporal normal está entre 97 y 99 grados F, y la fiebre baja oscila entre 100,4 y 102,2 grados F.

La pérdida de peso en la AR está relacionada con otros síntomas de la enfermedad. Por ejemplo, los primeros síntomas de la AR incluyen pérdida del apetito y síntomas gastrointestinales (GI) como diarrea, náuseas y vómitos. Estos síntomas pueden provocar una pérdida de peso involuntaria. También puede producirse pérdida de peso una vez iniciado el tratamiento.

Un 2016 Artritis y reumatología Un estudio encontró que las personas con AR que tomaron el medicamento antirreumático modificador de la enfermedad (FARME) Arava (leflunomida) para tratar la AR tenían más probabilidades de experimentar pérdida de peso en comparación con otros tratamientos, incluidos el metotrexato y la prednisona.

Malestar Es una sensación general de malestar. Ocurre porque su sistema inmunológico está atacando tejidos sanos, lo que provoca inflamación, dolor e hinchazón en las articulaciones y los tejidos del cuerpo.

Los primeros síntomas articulares incluyen dolor con el movimiento de articulaciones pequeñas, como los dedos de las manos. El dolor y la rigidez en la AR afectarán a las mismas articulaciones en ambos lados del cuerpo, aunque puede que no siempre sea así desde el principio.

La rigidez matutina es otro signo temprano de AR. Es posible que encuentres tus articulaciones rígidas e inmóviles cuando te despiertes por primera vez. La rigidez durará 30 minutos o más y mejorará a medida que mueva y caliente las articulaciones. La rigidez matutina puede afectar cualquiera de las articulaciones, pero afecta más comúnmente a las manos, los pies y las rodillas.

Sentimiento

El dolor articular en las primeras etapas de la AR comienza como una molestia leve e intermitente. Cuando la AR se intensifica, las articulaciones se hinchan debido al engrosamiento de la sinovial (revestimiento de juntas).

Las articulaciones más comúnmente afectadas en la AR son:

Los síntomas articulares en la AR pueden ocurrir con el reposo y el movimiento. Los síntomas incluyen hinchazón de las articulaciones, sensación de ardor alrededor de las articulaciones y calor y enrojecimiento alrededor de las articulaciones afectadas.

La rigidez de las articulaciones puede interferir con la actividad diaria, incluidas las actividades que requieren coordinación (abotonarse la ropa) y agarre (sostener un peine). Si tiene las rodillas, los tobillos o los pies hinchados, caminar y estar de pie puede resultar doloroso y aumentar el riesgo de caídas.

Los síntomas sistémicos como fatiga, fiebre y malestar pueden presentarse con inflamación de la AR y síntomas articulares. Estos síntomas tienden a aparecer antes de la inflamación de las articulaciones y varían a lo largo del día y de un día a otro. Las personas que experimentan fiebre leve también pueden sentir frío y sudoración y tener dolores de cabeza, dolores corporales, pérdida de apetito o enrojecimiento de la piel.

La fatiga de la AR puede ser bastante grave y debilitante y afecta hasta al 75% de las personas con AR. La fatiga relacionada con la inflamación de la AR es más que simplemente estar cansado. Te hace sentir agotado mental y físicamente.

Las personas que experimentan malestar en la AR pueden describirlo como síntomas leves parecidos a los de la gripe o lo que una persona siente cuando comienza a sentirse enferma. El malestar puede ir acompañado de debilidad, malestar, fatiga, náuseas leves y falta de apetito.

Cuando la AR progresa, puede provocar inflamación en otras áreas del cuerpo, que incluyen:

  • Ojos
  • Piel
  • Corazón
  • Pulmones
  • riñones
  • Vasos sanguineos

Síntomas comunes y poco comunes de la AR

Los síntomas de la AR varían en gravedad y pueden aparecer y desaparecer. Puede experimentar períodos de brotes, cuando los síntomas están presentes, y períodos de remisión, cuando los síntomas disminuyen.

Los síntomas comunes de la AR son:

  • Dolor y rigidez de más de una articulación.
  • Rigidez articular matutina
  • Dolor e hinchazón de las articulaciones
  • Disminución del rango de movimiento
  • Fatiga
  • Malestar
  • Fiebre baja

La AR también es conocida por causar síntomas llamados manifestaciones extraarticulares. Estos síntomas afectan otras áreas del cuerpo y son el resultado de una inflamación continua e incontrolada.

Dichos síntomas incluyen:

  • Erupción cutanea: Esto incluye nódulos reumatoides: pequeños bultos de tejido justo debajo de la piel sobre las áreas óseas (es decir, los talones, los codos, las rodillas y los dedos).
  • Entumecimiento y hormigueo: La AR provoca afecciones nerviosas que causan estos síntomas o problemas en los vasos sanguíneos debido a una afección llamada vasculitis reumatoide.
  • Irritación de ojo: La misma inflamación que afecta a las articulaciones también puede afectar a los ojos y provocar visión borrosa, dolor ocular y sequedad ocular.
  • problemas respiratorios: La inflamación pulmonar causada por la AR puede provocar afecciones como enfermedad pulmonar intersticial, fibrosis pulmonar y pleuritis, que provocan dificultad para respirar, tos seca y dolor en el pecho.
  • Problemas para dormir: La AR puede afectar su capacidad para dormir bien por la noche. Esto podría deberse al dolor, como efecto secundario de los medicamentos utilizados para tratar la afección o como síntoma de la afección.
  • Problemas cognitivos: La AR y los medicamentos utilizados para tratarla pueden afectar la concentración y la pérdida de memoria.
  • Problemas digestivos: La AR puede afectar el hígado, el páncreas y otros órganos del sistema digestivo, provocando síntomas como dolor abdominal, diarrea y estreñimiento.
  • Trastornos del estado de ánimo: Las personas con AR tienen más probabilidades de experimentar depresión y ansiedad en comparación con otras personas de la población general. Estos trastornos del estado de ánimo pueden afectar la respuesta al tratamiento y provocar una mayor actividad de la enfermedad, principalmente fatiga y dolor corporal.
  • Problemas del corazón: La inflamación crónica puede aumentar el riesgo de sufrir problemas cardíacos. Puede dañar los vasos sanguíneos y provocar la acumulación de placa en las arterias. Tener factores de riesgo adicionales, como presión arterial alta y obesidad, puede aumentar el riesgo para las personas con AR. La enfermedad cardiovascular es la causa más común de muerte en personas con AR.

Brotes: cuando los síntomas de la AR empeoran

La AR se caracteriza por períodos de brotes que son impredecibles. Pueden aparecer repentinamente y empeorar rápidamente. Pueden durar uno o dos días, semanas o meses. Los signos de un brote pueden incluir dolor en las articulaciones, rigidez matutina, aumento de la fatiga, malestar o fiebre baja.

La mayoría de las veces, es difícil predecir qué ha causado un brote. Aun así, en algunos casos, un brote de AR puede desencadenarse por una causa, como estrés mental, esfuerzo físico excesivo, enfermedad, cambios climáticos o el consumo de alimentos considerados inflamatorios.

La mayoría de los brotes se pueden controlar con reposo, medicamentos y remedios caseros, como terapias de frío y calor.

Obtener una derivación de un reumatólogo para diagnosticar los síntomas

viendo un reumatólogo Es esencial si sus articulaciones han estado doloridas y rígidas durante varias semanas. Un reumatólogo es un médico (MD) que se especializa en trastornos de las articulaciones musculoesqueléticas y autoinmunes.

Es posible que su compañía de seguros requiera una derivación de su proveedor de atención primaria. Querrá verificar sus requisitos de derivación y cuánto pagará su plan por las visitas y los tratamientos.

Querrá prepararse para su visita al reumatólogo de las siguientes maneras:

  • Mantenga un registro de síntomas: Trate de ser específico enumerando las articulaciones afectadas y cómo se siente el dolor en esas articulaciones (es decir, punzante, doloroso, ardor, intermitente, de contacto, etc.). Si tiene otros síntomas, como fatiga y fiebre baja, también querrá registrarlos.
  • Conozca su historial médico: Anote todos los problemas médicos, pasados ​​y presentes, incluidas cirugías, enfermedades, fracturas de huesos y alergias. También querrá tener consigo una lista de medicamentos recetados y de venta libre (OTC) para no tener que depender de su memoria.
  • Escribe preguntas: No recordará lo que quiere preguntar una vez que esté en su cita, por lo que puede ser útil tener una breve lista de preguntas importantes.
  • Lleva contigo a alguien de confianza: Es útil llevar a un ser querido con usted en su primera visita a reumatología. Tener a alguien con usted que pueda tomar notas y recordarle las preguntas que haya olvidado puede ayudarle a aprovechar al máximo la visita.

Condiciones que imitan la AR

La AR comparte muchos síntomas con otras afecciones, incluidas infecciones articulares, enfermedades inflamatorias, otras enfermedades autoinmunes y otros tipos de artritis.

Parte de confirmar un diagnóstico de AR requiere descartar afecciones que imitan la afección. Su proveedor de atención médica ordenará diferentes pruebas, incluidos análisis de sangre e imágenes, para identificar el origen de sus síntomas y excluir otras afecciones que causen síntomas similares.

Algunas condiciones que imitan la AR son:

Debe comunicarse con un proveedor de atención médica si experimenta síntomas en las articulaciones o síntomas de fatiga, fiebre o malestar que duran más de unas pocas semanas.

Cómo controlar los síntomas de la AR no diagnosticados

La inflamación de la AR puede provocar daños graves en las articulaciones. El tratamiento es vital para frenar el daño articular y mejorar los resultados de salud, pero obtener un diagnóstico puede llevar algún tiempo.

Si vive con síntomas en las articulaciones y está esperando un diagnóstico preciso, puede tomar las siguientes medidas para controlar los síntomas en las articulaciones:

  • Sigue moviendote: El ejercicio puede ayudar a fortalecer los músculos alrededor de las articulaciones y ayudarle a controlar la fatiga. Pruebe ejercicios suaves como yoga, tai chi y estiramientos simples para aliviar el dolor y mejorar el equilibrio y la flexibilidad.
  • Aplicar frio o calor. El frío puede reducir la inflamación y el dolor sordo, mientras que el calor puede aliviar el dolor en las articulaciones y la tensión muscular.
  • Manejar el estrés. Encuentre formas saludables de afrontar el dolor y otros factores estresantes en su vida.
  • Presta atención a tu dieta.. Aunque no existe evidencia sólida de un vínculo entre la AR y la dieta, muchos estudios muestran que la inflamación causada por la AR se puede reducir agregando y eliminando ciertos alimentos de la dieta. Por ejemplo, se cree que los alimentos procesados ​​aumentan la inflamación, mientras que alimentos como el pescado graso y el aceite de oliva pueden reducir la inflamación. Considere aumentar el consumo de frutas, verduras y pescado de agua fría (es decir, salmón, caballa, etc.) para mejorar los síntomas de la AR y reducir el riesgo de brotes.
  • Pruebe analgésicos de venta libre: Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) de venta libre como Advil o Motrin (ibuprofeno) y Aleve (naproxeno sódico) pueden aliviar el dolor y reducir la inflamación. Tome estos medicamentos según la etiqueta del producto y sólo según sea necesario. El uso excesivo y prolongado puede provocar efectos adversos, como irritación estomacal y problemas cardíacos y renales.

Descripción general del tratamiento con síntomas de AR diagnosticados

La AR es una afección progresiva que empeorará con el tiempo. Afortunadamente, los proveedores de atención médica saben que la enfermedad pasará por etapas si no se trata adecuadamente. También saben cómo tratar la AR con éxito.

Las etapas de la enfermedad son:

  • Etapa 1 o AR temprana: En esta etapa experimentarás los primeros síntomas, como rigidez matutina y dolor en las pequeñas articulaciones de manos y pies. No tendrá daño articular visible en las imágenes y la AR puede ser difícil de diagnosticar en esta etapa.
  • Etapa 2 o AR moderada: En esta etapa, la inflamación de los revestimientos sinoviales ha causado cierto daño en las articulaciones y comenzará a experimentar dolor y un rango de movimiento limitado en las articulaciones afectadas. También puede experimentar inflamación de los ojos, la piel, el corazón o los pulmones. Para la mayoría de las personas, el diagnóstico suele producirse en esta etapa.
  • Estadio 3 o AR grave: En esta etapa, el daño se ha extendido más allá de las articulaciones y hacia el cartílago entre los huesos. Tendrá más dolor e hinchazón y puede experimentar deformidad en las articulaciones, generalmente en los dedos. Afortunadamente, este tipo de daño es poco común debido a opciones de tratamiento más nuevas y agresivas.
  • AR en etapa 4 o etapa terminal: En esta etapa, las articulaciones afectadas ya no funcionan y usted experimentará dolor intenso, hinchazón, rigidez y discapacidad. El daño articular en esta etapa sólo se puede corregir con cirugía. La progresión a esta etapa lleva años o incluso décadas, y la mayoría de las personas que tratan la AR de manera efectiva nunca progresan a esta etapa.

Los principales objetivos del tratamiento de la AR son controlar la inflamación, aliviar el dolor y reducir el daño y la discapacidad de las articulaciones. Por lo general, esto implica un enfoque multifacético que incluye medicamentos, terapias físicas y ocupacionales, y una variedad de cambios en el estilo de vida.

Los medicamentos utilizados para tratar la AR incluyen:

  • AINE de venta libre y recetados para controlar el dolor y la inflamación
  • Corticosteroides administrados en forma de píldora o inyectable para controlar los brotes y reducir la inflamación sistémica.
  • FAME tradicionales, como el metotrexato, para frenar la progresión de la enfermedad
  • FARME biológicos, como Humira (adalimumab), para detener los efectos hiperactivos del sistema inmunológico que conducirían a una inflamación crónica.
  • Inhibidores de Janus quinasa (JAK), incluido Xeljanz (tofacitinib), para aliviar la inflamación y prevenir el daño a las articulaciones

Tanto la terapia física como la ocupacional pueden ayudar a mantener las articulaciones fuertes, flexibles y móviles. Un terapeuta ocupacional puede ayudarlo a encontrar formas de proteger sus articulaciones en la vida diaria, incluso mediante el uso de dispositivos de asistencia.

Las terapias de estilo de vida para ayudarlo a controlar la AR incluyen:

  • Estando activo
  • Aprender a afrontar el dolor y gestionar los factores estresantes
  • No fumar, ya que fumar puede provocar enfermedades más graves, reducir el potencial de remisión y disminuir la eficacia de los medicamentos.

La cirugía se considera un tratamiento de último recurso para controlar la AR. Se realiza para reparar o reemplazar articulaciones dañadas, controlar el dolor y mejorar la función articular.

Resumen

La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune que afecta principalmente al revestimiento sinovial de las articulaciones. Si bien es poco común, también puede afectar la piel, los ojos, el corazón, los pulmones y otros órganos y tejidos del cuerpo.

La AR puede afectar cualquier articulación del cuerpo, pero parece atacar principalmente las pequeñas articulaciones de las manos y las muñecas. Los primeros síntomas de la AR incluyen fatiga, fiebre leve, pérdida de peso, pérdida de apetito, malestar general y dolor y rigidez leves en las articulaciones. A medida que la enfermedad avanza, experimentará síntomas más graves.

Las personas con AR experimentarán períodos de brote y remisión. Eso significa que no siempre sentirá dolor ni tendrá síntomas de enfermedad.

El tratamiento de la AR es vital para reducir la posibilidad de daño a las articulaciones y síntomas más graves, como erupción cutánea, vasculitis reumatoide, inflamación ocular y problemas pulmonares o cardíacos. Su proveedor de atención primaria puede derivarlo a un reumatólogo que puede brindarle un diagnóstico preciso y orientarlo sobre un plan de tratamiento.

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