Muchos creen que el dicho «alimentar un resfriado, matar de hambre una fiebre» comenzó con Hipócrates (alrededor del 400 a. C.) y duró hasta principios del siglo XX. Esto fue antes del descubrimiento de que los gérmenes causan enfermedades. Durante este tiempo, la mayoría de la gente pensaba que la fuente de la enfermedad era un olor, un espíritu maligno o el clima. Una creencia era que el clima frío causaba frío y el clima cálido causaba fiebre.

El dicho se hizo popular debido a la creencia de que comer más generaría calor con un resfriado, mientras que evitar la comida (morir de hambre) enfriaría el cuerpo de la fiebre. Existe cierta correlación entre ciertas enfermedades y el clima frío, pero no es porque el clima frío provoque la enfermedad. En cambio, las personas tienden a pasar más tiempo en el interior, lo que facilita la propagación de gérmenes.

Este artículo revisa los hechos relacionados con la alimentación con resfriados y fiebres y las formas de romper, no matar de hambre, una fiebre.

Alimentar un resfriado, matar de hambre una fiebre: ¿Qué es y qué no es cierto?

El dicho «alimentar un resfriado, matar de hambre a la fiebre» tiene algo de verdad. Debe comer (pero no en exceso) cuando tiene un resfriado.

Pero el “por qué” difiere de las creencias de épocas anteriores. El cuerpo necesita alimentos para obtener energía y nutrición, no para calentarse para combatir el frío.

¿Qué causa la fiebre?

Las fiebres suelen ser la respuesta del sistema inmunitario a un patógeno invasor (germen). Cuando tu cuerpo detecta un germen, desencadena fiebre como mecanismo de defensa, lo que dificulta que ese germen sobreviva. A veces, los medicamentos o estar en un ambiente caluroso durante un tiempo prolongado también pueden causar un aumento en la temperatura corporal central.

Sin embargo, el concepto de morir de hambre con fiebre no tiene mérito. Ninguna evidencia científica sugiere que deba morirse de hambre, independientemente de si tiene fiebre o resfriado.

La nutrición y los líquidos lo ayudan a mantenerse al día con las demandas calóricas y evitar la deshidratación. Morirse de hambre agota el cuerpo de nutrientes esenciales, calorías, energía y masa muscular.

La evidencia muestra que el ayuno intermitente (AI) podría ayudar a estimular el sistema inmunológico. Sin embargo, los expertos que recomiendan o siguen esta práctica no aprueban la inanición. Fomentan una nutrición adecuada durante las ventanas de alimentación para mantener la salud.

¿Qué pasa con el COVID-19?

El COVID-19 y la gripe son virus que pueden causar fiebres más altas que los virus que causan el resfriado común. A pesar del grado de fiebre, la nutrición e hidratación adecuadas siempre son importantes.

Cómo comer con un resfriado o fiebre

En lugar de comer en exceso o morir de hambre cuando tiene un resfriado o fiebre, concéntrese en comer alimentos ricos en nutrientes para ayudar a su cuerpo a combatir la infección.

Cuando está enfermo, es posible que no tenga hambre o no quiera comer debido a las náuseas. Puede ser útil comenzar con alimentos suaves como cereal seco, avena o galletas saladas. También puede seguir la “dieta BRAT”, que es un acrónimo de:

  • Bananas
  • Rhielo
  • Asalsa de manzana
  • TOast

Comer comidas pequeñas y frecuentes ayuda a prevenir las náuseas y a mantener los niveles de energía. Si tu estómago está a la altura, trata de comer alimentos que contengan:

Estos nutrientes combaten las infecciones, estimulan el sistema inmunológico y ayudan a mantener la masa muscular. Comer una variedad de los siguientes alimentos ricos en nutrientes puede ayudarlo a recuperarse cuando tiene un resfriado o fiebre:

  • Sopa de pollo: La sopa de pollo, especialmente con caldo de huesos y verduras, es rica en colágeno, vitaminas, minerales y proteínas. También te ayuda a reducir la congestión y calmar el dolor de garganta.
  • frutas: Las naranjas, las toronjas, las cerezas, los tomates, los albaricoques, los pimientos rojos, las moras y el melón son buenas fuentes de antioxidantes, vitaminas (incluida la vitamina C) y minerales.
  • Verduras: Las verduras como el brócoli, las coles de Bruselas, la col rizada y las espinacas son ricas en antioxidantes, vitaminas y minerales que pueden ayudar a reforzar el sistema inmunológico.
  • Ajo: El ajo tiene propiedades antibacterianas y antivirales.
  • fructanos: Los plátanos son una fuente saludable de fructanos, que tienen propiedades antivirales. Otras fuentes saludables de fructanos incluyen ajo, cebolla, achicoria, espárragos y alcachofas.
  • legumbres: Las legumbres como las lentejas y los garbanzos son una buena fuente de proteína vegetal, zinc y vitamina B.
  • Salmón: El salmón es rico en ácidos grasos omega-3 y vitamina D, que ayudan al sistema inmunitario a bloquear la replicación del virus.
  • Nueces y semillas: Los anacardos, las nueces de Brasil, las nueces, las almendras, las semillas de girasol y las semillas de calabaza son ricas en minerales. La chía y las semillas de lino son buenas fuentes de ácidos grasos omega-3 y proteínas.
  • Comidas fermentadas: Los alimentos fermentados, como el yogur, el kimchi y el chucrut, contienen bacterias beneficiosas que pueden ayudar a mejorar la salud intestinal y estimular el sistema inmunológico.
  • Cúrcuma: La cúrcuma contiene curcumina, un compuesto conocido por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
  • Jengibre: El jengibre ayuda a reducir la inflamación, el dolor de garganta y las náuseas.
  • Miel: La miel tiene propiedades antioxidantes, vitamina C y antiinflamatorias. Puede ayudar a aliviar la tos y aliviar el dolor de garganta.

Comidas que se deben evitar

Evite los siguientes alimentos, ya que pueden dificultar la lucha contra las infecciones, empeorar la deshidratación e interrumpir el sueño:

  • Alimentos o bebidas azucarados
  • Alimentos procesados
  • Alcohol
  • Cafeína

Los productos lácteos tienen muchas vitaminas y minerales excelentes, pero pueden empeorar la congestión si tiene un resfriado. Si no tiene congestión, o si los productos lácteos no empeoran la congestión que tiene, continúe comiendo estos alimentos como parte de una dieta balanceada.

Otras formas de romper, no morir de hambre, una fiebre

La fiebre es la respuesta natural del cuerpo para combatir infecciones como los resfriados y la gripe. Los proveedores de atención médica califican la fiebre como leve, alta y muy alta. Para los adultos, las pautas generales son las siguientes:

Si tiene fiebre baja que le está causando molestias, los siguientes consejos pueden ayudar a superarla.

  • compresa fresca: Coloque un paño húmedo y frío en la frente, debajo de los brazos, detrás del cuello o en las muñecas.
  • Un baño o una ducha tibios (ni demasiado calientes ni demasiado fríos): Evite los baños extremadamente fríos, con hielo o con alcohol porque pueden ser peligrosos.
  • Mantén tu cuerpo fresco: Evite el exceso de mantas, suéteres o chaquetas y mantenga la habitación agradablemente fresca.
  • Reductores de fiebre de venta libre (OTC) (antipiréticos): Los medicamentos de venta libre como Advil o Motrin (ibuprofeno) o Tylenol (paracetamol) pueden ayudar a reducir la fiebre y ayudar a aliviar los síntomas del resfriado.
  • Descansar: Dele a su cuerpo el tiempo y el descanso que necesita para combatir la infección y reducir la fiebre.
  • Beber mucho líquido: Beba líquidos para ayudar a evitar la deshidratación y mantener la mucosidad diluida. El agua, los trocitos de hielo, las paletas heladas, la sopa, la gelatina, los caldos claros y los tés de hierbas son buenas opciones. Evite las bebidas o caldos demasiado calientes.

Si la fiebre persiste durante un período prolongado o alcanza una temperatura alta, busque atención médica de un profesional de la salud.

Resumen

El dicho “alimentar un resfriado, matar de hambre una fiebre” es un adagio y es inexacto. Debe comer una dieta balanceada y rica en nutrientes, ya sea que tenga fiebre, resfriado (virus) o infección bacteriana. Morirse de hambre debilita el sistema inmunológico y priva al cuerpo de nutrientes esenciales. Evite comer en exceso, ya que puede dificultar que el cuerpo digiera los alimentos y provocar molestias.

No hay necesidad de forzarte a ti mismo (oa alguien más) a comer cuando no te sientes bien. Pero considere alimentos suaves y beba mucho líquido. Considere una compresa fría o reductores de fiebre de venta libre si tiene fiebre. Busque atención médica si sus síntomas o fiebre persisten o empeoran.

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