Algunos trastornos conducen a una enfermedad terminal. Algunos implican dolor severo y crónico. Algunos implican alucinaciones aterradoras. El autismo no implica ninguno de estos. Sin embargo, a lo largo de los años, el autismo ha sido retratado como uno de los diagnósticos posibles más aterradores y molestos: la pesadilla de los padres. La realidad, en la gran mayoría de los casos, es muy diferente. De hecho, muchas personas en el espectro del autismo son personas inteligentes, interesantes y afectuosas que tienen muchas fortalezas y habilidades. Otros, aunque sus discapacidades son más significativas, tienen talentos y encanto muy reales.
Representaciones aterradoras del autismo que influyen en la opinión pública
El autismo es un trastorno del espectro, lo que significa que las personas con autismo pueden tener síntomas leves o graves. También pueden tener una variedad de síntomas diferentes, algunos de los cuales son más preocupantes que otros. Esa realidad, sin embargo, rara vez se considera en las presentaciones del autismo.
Aquellas personas que quieren retratar el autismo como una «diferencia» que puede ser tan positiva como negativa es probable que hablen o escriban sobre personas con autismo de muy alto funcionamiento: personas que viven una vida cercana a la típica o que tienen talentos extraordinarios. Por otro lado, aquellas personas que quieren hacer que el autismo parezca un trastorno aterrador generalmente eligen escribir o hablar sobre los casos más severos de autismo (que son relativamente raros) y presentar a los padres de niños autistas como aislados e incapaces de acceder a soporte o ayuda.
Realidades aterradoras sobre el autismo
Una palabra de MEDSALUD
Si usted es el padre de un niño con autismo, hay muchas razones para sentirse ansioso por usted y su hijo. Es posible que tenga que hacer cambios inesperados en su estilo de vida y tendrá gastos imprevistos. Sin embargo, en la gran mayoría de los casos, todos estos cambios son manejables y los sistemas de apoyo están disponibles a través de escuelas, grupos de apoyo, familiares y amigos. Gran parte del estrés que sentirá probablemente no provendrá de su hijo sino de otras personas que pueden juzgarlo (oa usted). Quita el poder de los demás para hacerte sentir mal contigo mismo o con tu hijo, y recuperas tu capacidad de amar y disfrutar a tu hijo por la persona que es.